#SinReggaetonNoHayLatinGrammys. ¿O sí? Este 2019, en la celebración de sus 20 años, los Latin Grammy volvieron su mirada –o más bien sus oídos– hacia muchos géneros, tal y como sucedía antes de la aparición del reguetón en nuestras vidas; así que las pocas nominaciones que recibieron los representantes de dicho género provocaron la molestia de sus artistas y de sus seguidores.
Sin embargo, la rabieta que algunos hicieron luego de las nominaciones no opacará la fiesta porque el 14 de noviembre en Las Vegas, se llevará a cabo la ceremonia (en la cual también habrá reguetoneros presentes) en el MGM Grand Arena de la ciudad estadounidense.
A dos décadas de la creación de la Academia Latina de la Grabación (responsable de los Latin Grammy), el repaso de artistas nominados y ganadores –reconocidos por su labor y por sus carreras musicales– ha sido gigante; tal vez no como el de su hermano mayor que es el Grammy anglosajón que ya tiene 60 años de vida, pero sí hay detrás de este tiempo una estela de trabajo en pro de la industria latina de la música.
Ese trabajo, justamente, ha beneficiado a los músicos, compositores, intérpretes, productores y directores cuyas obras han sido nominadas o galardonadas en los premios.
Positivo es el adjetivo que los involucrados en los premios tienen sobre la injerencia que tienen los Latin Grammy en sus carreras; así pasa incluso con los costarricenses que han sido nominados o que han ganado un gramófono por su trabajo. La exposición internacional y el reconocimiento del gremio son los factores más importantes de este beneficio.
Al movimiento #SinReggaetonNoHayLatinGrammys se unieron artistas de la talla de Maluma (que en el 2018 fue el ganador de la categoría mejor álbum vocal por su disco F.A.M.E y que para esta edición no recibió ni una sola mención). Pero sí habrá reguetón y sí habrá Latin Grammy, el género urbano tiene representación en nombres como Paulo Londra, Bad Bunny, Farruko, Daddy Yankee y J Balvin, entre otros.
Historia
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La Academia Latina de la Grabación nació en 1997: es una asociación de miembros (músicos, productores, ingenieros y otros profesionales creativos y técnicos de la industria de la grabación) que se dedican a mejorar la calidad de vida y la condición cultural de la música latina y sus creadores. Así lo explica la Academia en su página web oficial.
El objetivo es reconocer los logros artísticos y técnicos de las producciones, no las cifras de ventas o posiciones en las listas de ventas. Los ganadores son elegidos por los votos de los miembros de la Academia y se premian los productos grabados en español y portugués (con excepciones de lenguas y dialectos especiales).
Se premian 49 categorías, cuatro de ellas son las más importantes: grabación del año, álbum del año, canción del año y mejor nuevo artista. Se contemplan en total 17 áreas: pop, urbana, rock, alternativa, tropical, cantautor, regional mexicano, instrumental, tradicional, jazz, cristiana, brasileña, infantil, clásica, diseño de empaque, producción y video musical.
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En 20 años los récords son muchos. Hasta la edición número 19 el dúo Calle 13 es el indiscutible rey de los Latin Grammy; cuando eran Residente y Visitante (René Pérez y Eduardo Cabra) se hicieron con un total de 22 premios, entre ellos mejor artista nuevo (2006), grabación del año por No hay nadie como tú (2009), álbum del año por Entren los que quieran (2011) y mejor canción alternativa con El aguante (2014).
René Pérez, en solitario, suma dos galardones más: mejor álbum de música urbana y mejor canción urbana del 2017 con el disco Residente y el sencillo Somos anormales.
La música romántica, el pop, el rock y la música tropical tienen un peso muy importante en los galardones. A Calle 13 le siguen en esta selecta lista de grandes ganadores artistas como Juanes (23 premios desde el 2001), Alejandro Sanz y Juan Luis Guerra (con 18 premios cada uno).
Shakira, con un total de 13 Latin Grammy, recibió su primer premio en el año 2000 por el disco MTV Unplugged; después recibió reconocimientos por los discos Sale el sol, El Dorado y Fijación Oral.
Curiosamente, de estos artistas tan nominados, todos, menos Calle 13, han sido reconocidos como Persona del Año por parte de la Academia en reconocimiento a su labor filantrópica y sus logros artísticos. Juan Luis Guerra lo obtuvo en el 2007, Shakira en el 2011, Alejandro Sanz en el 2017 y Juanes será homenajeado este 2019.
¿De qué sirve ganarse un Latin Grammy?
En el año 2012 el portal de noticias BBC Mundo realizó un análisis sobre la importancia de estos galardones previo a la ceremonia de premiación de ese año.
En el artículo, BBC hizo una comparación entre el español Enrique Bunbury, quien no había ganado un Latin Grammy en su carrera, con los colombianos de ChocQuibTown, quienes para ese año y con una carrera relativamente joven, ya tenían un galardón en su historia.
“Los galardones, que otorga por votación la Academia Latina de Grabación, sirven en muchos casos para disparar la trayectoria de grupos recién salidos del sur del continente. En otros, premian la consistencia de artistas grandes o ya legitimados por las audiencias”, explicó BBC en esa ocasión. Bunbury ganó su primer premio latino en el 2018 en la categoría mejor álbum rock por el disco Expectativas (2017); ChocQuibTown tiene dos gramófonos: mejor canción de música alternativa del 2010 con De donde vengo yo y mejor álbum de fusión tropical en el 2015 con el disco El mismo.
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Costa Rica y su música no han sido ajenos a los Latin Grammy. Varios artistas nacionales han recibido nominaciones y premios por sus trabajos, algunos de ellos están de acuerdo en que la exposición y el reconocimiento del gremio ayuda en el crecimiento de sus carreras.
“Los premios en general abren muchísimas puertas, es una manera de reconocer el trabajo de un artista. En nuestro caso los que ganamos junto a Rubén Blades fueron una oportunidad enorme que nos abrió muchísimas puertas porque los premios le dan a cualquier artista un prestigio a nivel continental”, afirmó Edín Solís, del grupo Editus que en su versión ensamble ganó junto al panameño el Latin Grammy por el disco Mundo; además tienen uno anglo por la misma producción y otro también estadounidense por Tiempos.
“Hay que entender que los Latin Grammy están enfocados más a temas de la industria de la música, esto significa que la producción musical tiene que llevar otro tipo de estándares y ese ha sido el pretexto para que nosotros desde la Orquesta Sinfónica de Heredia podamos exportar y presentar nuestra música, compositores e intérpretes a otros”, afirmó Eddie Mora, director de la Sinfónica de Heredia, nominado en cuatro ocasiones a dichos premios y ganador de un gramófono en el 2017 con la Orquesta Sinfónica Nacional en la categoría mejor álbum de música clásica por la producción Música de compositores costarricenses vol. 2.
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Este 2019 Mora está nominado junto a la Sinfónica de Heredia y los productores e ingenieros del disco Solosh (Jorge Castro y Carlos Pipo Chaves) en la categoría mejor producción discográfica de música clásica. El tico Danilo Montero también figura, una vez más, entre la lista de aspirantes a un premio este año por su álbum Mi viaje en el apartado de mejor álbum cristiano.
Con el director de la orquesta concuerda Castro, quien ha sido además miembro de la Academia Latina de la Grabación desde su fundación. “Es la consecuencia de una añadidura a hacer un buen trabajo, cabe aclarar que la gente no debe de trabajar pensando en ganar un premio porque el objetivo es hacer las cosas con excelencia y si después viene una nominación ya eso es cumplir con un objetivo muy ambicioso”, explicó Castro.
En el caso de Felipe Fournier, músico y productor que reside en Nueva York, afirma que sí, que el Latin Grammy le dio beneficios a su carrera, pero él asume y analiza los premios desde una perspectiva más política.
“Estos premios son muy políticos, también hay que decirlo, porque no dictaminan quién sea un buen o mal artista; detrás hay muchos intereses de disqueras, de gente que pone dinero. Hay muchísima música de buena calidad, otra de mala calidad que se ha ganado Latin Grammy.
"Claro, a muchos les ha cambiado la carrera como en el caso de Costa Rica que se cambió la perspectiva de cómo se puede hacer música desde nuestro país. El premio te da mayor visibilidad pero no te valida como músico”, explicó el artista ganador del Latin Grammy en el 2017 como productor del disco Las caras lindas, del mariachi Flor de Toloache en la categoría mejor álbum de música ranchera/mariachi.
El reguetón, caso de estudio
Los reguetoneros levantaron la voz, pero la industria de la música también lo hizo.
Ante el reclamo, la Academia invitó a los artistas del género a que se involucraran más en los procesos de nominación y votación. “Los miembros de la Academia, por medio de sus votos, seleccionan el material que consideran merecedor de una nominación. La Academia nunca ha influido en sus decisiones y siempre se ha adherido y respetado sus selecciones, incluso cuando hay gente que no concuerda con los resultados”, explicó la organización en un comunicado oficial.
Fournier, quien tienen un podcast de opinión, agregó a esta idea que el reguetón además está pasando de moda y dándole un espacio a nuevas opciones. “La mayoría de los reguetoneros ni siquiera están afiliados, están dependiendo de que otra gente vote por ellos, que otros les den credibilidad”, concluyó.