Tomados de la mano y vestidos a juego, así aparecieron Lucero y Mijares para su ansiada presentación en Costa Rica. A las 7:20 p. m., en el escenario del Estadio Nacional, los mexicanos arrancaron su presentación, a dúo, al son del tema Ya no.
Lucero, sonriente y exhalando su característico carisma, apareció con un vestido negro con incrustaciones doradas: Mijares, por su parte, lució una chaqueta con el mismo diseño, el cual combinó con lentes oscuros. La artista, que conoce el encanto de su mirada y cómo sus ojos parecen sonreír, abrió sus brazos al público tico.
Tras su primera interpretación, los exesposos saludaron al público. “Estamos felices de estar aquí”, dijo Manuel Mijares, quien envió besos y saludos a las madres en vísperas de su día, a celebrarse el próximo 15 de agosto.
“Gracias por estar aquí, por sus sonrisas y por sus aplausos. Son nuestro alimento esta noche. Gracias Costa Rica, ¡pura vida!”, agregó Lucero.
Una reunión cargada de energía
Como era de esperarse, cada artista interpretó sus éxitos por separado, aunque lo más ansiado era verlos cantar juntos, sobre todo teniendo en cuenta que hoy comparten escenario después de doce años de haberse divorciado. El respeto y la admiración continúa, según han respondido, a la reiterada pregunta de cómo hace una expareja para tener esta cordialidad escénica.
Mijares inició con No se murió el amor, Siempre y Baño de mujeres. En ese instante, Lucero desapareció de escena para darle todo el protagonismo a él, quien a sus 65 años mantiene su voz prodigiosa.
Minutos más tardes, él hizo lo propio y se retiró para que ella también tuviera su momento protagónico. Con una sonrisa gigantesca, como se le recuerda desde que empezó siendo una niña en el mundo del entretenimiento, Lucerito regresó para encantar con la dulzura de su voz. Electricidad, Sobreviviré y Veleta fueron sus temas en solitario.
Su poderío vocal fue tanto que buena parte del público empezó a corear “Lucero, Lucero...”. Ella juntó sus manos en agradecimiento hacia las diez mil personas que llegaron a verla en el Estadio Nacional.
Para complacer a su audiencia, Lucero apareció vestida de mariachi y confió que “cómo iba a venir a Costa Rica sin este atuendo”. Llorar y El Noa Noa, de Juan Gabriel, fueron parte de las piezas que cantó acompañada de los músicos rancheros. Sus fans bailaban y aplaudían.
Por supuesto, Mijares no se quedó atrás: para cantar Soldado del amor se vistió con un quepis y empezó a hacer una marcha en el escenario mientras el público lo aclamó.
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Emociones
Lucero y Mijares presentan en Costa Rica su show Hasta que se nos hizo, un espectáculo que surgió luego de que, en pandemia, se unieran en una transmisión en vivo para redes sociales. Sus fans reaccionan tan exacerbadamente que la expareja debió complacer a todos aquellos que pedían su reencuentro en los escenarios y planificaron una gira por Latinoamérica y Estados Unidos una vez superada la crisis sanitaria.
“Vengo a celebrar la vida con ustedes y Manuelito. Es increíble volver, hace mucho que no venía”, dijo la cantante mientras felicitaba a las personas del público que le contaban que estaban de cumpleaños. “Vengo a celebrar aquí con ustedes”, agregó.
Después de esas palabras, su exesposo retornó al escenario. Mijares, de 65 años; y Lucero, de 53; volvieron a unir sus voces, eso sí, nuevamente haciendo match con sus atuendos, esta vez ataviados de plateado.
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El dúo, que no escatimó en bailar toda la noche, entonó sus voces para cantar más temas juntos, como las populares Cuatro veces amor y Tácticas de guerra.
En el escenario no se notaba demasiado diseño de producción: los dos cantantes simplemente se acompañaron de su grupo de instrumentistas y unos visuales en una pantalla al fondo de la tarima. Durante el show hubo intermedios que fueron ayudaron en los cambios de ropa.
No parecía hacer falta más para que el público estuviera satisfecho: las legendarias voces de los aztecas dieron al clavo con la nostalgia de los ticos que también deseaban revivir icónicos temas como No hace falta, Si me tenías, La puerta de Alcalá, Cuéntame y Vete con ella.
Los papás de José Manuel y Lucero Mijares juguetearon en escena y mostraron la cordialidad de su vínculo. Con bromas hicieron partícipe a un público que no paraba de “apuntarse” a sus ocurrencias. Al interpretar juntos el cover de Amante Bandido, ella sorprendió a la audiencia besándolo a él en la mejilla.
El dúo finalmente interpretó uno de sus temas más famosos: El privilegio de amar, pieza que grabaron en 1998, un año después de casarse, y que se convirtió en un éxito mundial y en el tema oficial de la novela (del mismo nombre) de Carla Estrada.
Escuchar una pieza así de legendaria es un recordatorio de cómo la música puede unir dos almas; y que aunque el romance se apagó hace años, aún hay amor entre Lucero y Mijares.