Al ser las 7:37 p. m. las luces del Estadio Nacional de Costa Rica se apagaron y entre la oscuridad del escenario El Sol iluminó el recinto. El momento que los fanáticos costarricenses tanto esperaron llegó y con una ovación llena de gritos y aplausos Luis Miguel hizo vibrar La Sabana.
El repertorio arrancó con Si tú te vas y continuó con el tema Tú solo tú y Amor, amor, amor. Luis Miguel visita Costa Rica como parte de la gira México por siempre, que lo ha llevado por diferentes países de Latinoamérica.
Esta noche más de 33.000 fanáticos disfrutan del repertorio, acompañados de una gran luna.
Para su show en Costa Rica, el artista logró vender todas las localidades en cuestión de días. Pese a que mucho se especuló del concierto que el cantante mexicano Luis Miguel iba a dar en Costa Rica, la primera hora de espectáculo fue positiva.
Tal parece que los días de vacaciones en Guanacaste previo al show en el Estadio Nacional, sacaron la mayor inspiración de El Sol quién no se ha guardado nada. Con su traje entero y grandes éxitos como No se tú y Te necesito el artista ha dejado afónico a los fanáticos.
Sin malas actitudes pero con pausas
En Costa Rica definitivamente no tuvo malas actitudes y atrás quedaron los conciertos en donde el artista abandonaba el escenario. Además, interactuó con los costarricenses, quienes tampoco lo han defraudado y corearon algunos de sus temas.
En el repertorio tampoco faltaron temas como Culpables o no y Hasta que me olvides. Sin embargo, fue La incondicional la canción que desató la euforia.
Sin embargo, aunque el show se mantuvo con buen ritmo, el artista hizo más de cuatro pausas de aproximadamente un minuto en cuestión de una hora, lo que ha generado la desesperación del público. Una de ellas, se debió a que las pantallas que se ubican a ambos lados del escenario dejaron de funcionar.
Además, El Sol dejó de cantar algunas partes de las canciones por grandes lapsos de tiempo e incluso algunos temas los incluyó en medleys.
El show concluyó al cabo de dos horas exactas con el tema Cuando calienta el sol que puso a bailar a todo el Estadio Nacional mientras globos gigantes negros recorrían la gramilla del recinto y el artista agradecía al público costarricense.