Sí, en Costa Rica cantó lo que le dio la gana. Luis Miguel dio cátedra con su voz en nuestro país. Con muchos altos y algunos bajos en su espectáculo, El Sol de México hizo en el Estadio Nacional un amplio repaso por las canciones de su carrera.
Expectativas y esperanzas estaban puestas en que el artista mexicano diera en nuestro país un espectáculo digno de él, de su carrera y de su talento, en Costa Rica estuvo bien, atento, galán, alegre y cantando con muchas ganas.
Aprovechando la amplia lista de canciones de su repertorio, El Sol echó mano a una fórmula muy útil para complacer a los fans que han seguido su carrera desde que comenzó cuando apenas tenía 10 años: los medleys; estos resúmenes de canciones fueron la oportunidad para que en corto tiempo, los seguidores escucharan aunque fuera un pedacito de sus temas favoritos.
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Vestido de traje entero negro, El Sol puso pie en escena a las 7:40 p. m. con un magnífico buen humor y de inmediato se quedó mirando con cariño y evidente felicidad al público tico que llenó el recinto deportivo.
Abrió sus brazos como dándole un abrazo enorme a las 33.000 personas que presenciaron su concierto. Se sintió el cariño y el calor que provocó su presencia en escena en una noche josefina ventosa y fría. Si te vas, fue la elegida para abrir el recital, lo que auguraba un concierto por todo lo alto.
De seguido Tú solo tú, Amor, amor, amor, Devuélveme el amor y Suave fueron interpretadas por el artista. De nuevo hay que hacer hincapié en su talento vocal, seguro de sí mismo, disfrutando de sus canciones, del coro gigante del estadio y de una noche despejada vigilada por la luna llena.
Lamentablemente para algunos sectores del estadio, como en sombra este, el sonido no llegaba en su totalidad y no se escuchaba bien.
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Sin embargo, Luis Miguel no se dio por enterado de esto, aunque sí en varias ocasiones y como ha sido su costumbre desde hace muchos años, le llamó la atención a su sonidista haciéndole ademanes para que subiera o bajara el volumen de su voz.
Pero en escena fue al Luis Miguel encantador y sonriente, bailarín y bromista, al que tuvimos la oportunidad de ver este jueves, distante totalmente al que le lanzó un micrófono a su sonidista en Panamá.
“Muy buenas noches. Buenas noches Costa Rica. Gracias, bienvenidos a todos, es un gran placer estar nuevamente con todos ustedes. Gracias por su compañía, gracias por todos estos años tan bellos y por tanta música, gracias de corazón”, fueron las palabras que el artista le entregó a sus fans.
Durante todo el concierto se mostró coqueto y romántico, Luis Miguel animó al público a cantar con él, artista y audiencia se fundieron en las piezas, aunque también hubo quejas de que el cantante no interpretaba en su totalidad las canciones.
Enérgico en escena, Luis Miguel también hizo de director musical, con sus manos guiaba a su orquesta, para dirigirla cuando quiere darle un énfasis especial a alguna nota que desea interpretar a manera de scat con sus cuerdas vocales, algo que hace casi rayando la perfección.
Arriba, en el medio y de nuevo arriba
Si hay que hacer comparaciones, es una buena fortuna que el concierto de Costa Rica haya sido un buen espectáculo, luego de que en Panamá sucediera todo lo contrario.
Algo que extrañó al público fueron las pausas constantes que realizó durante el recital. Cada dos o tres canciones, Luis Miguel salía de escena, se apagaban las luces por completo y volvía en lapsos de uno, dos y hasta cuatro minutos.
Para la mitad del show la energía bajó un poco, mas no el amor de sus fans, aunque siempre con algunos desacuerdos con el tema de los medleys y las canciones incompletas. Empero, estos resúmenes fueron la tónica del concierto y para muestra echó mano de un repertorio muy amplio en el cual hizo un recorrido por toda su carrera, incluyendo las etapas de niñez y adolescencia.
Para lograrlo realizó justamente varios medleys con sus temas. Cantó tres resúmenes donde incluyó Amante del amor, Más allá de todo, Fría como el viento, Tengo todo excepto a tí, Palabra de honor, No me puedes dejar así, La Incondicional, Separados, Uno más uno dos enamorados y Directo al corazón.
Para el cierre hubo un error que nadie comprendió bien. La introducción de Un amor extraño sonó en los parlantes, los músicos tocaban la pieza, el público la cantaba, pero Luis Miguel no aparecía por ningún lado. De pronto se acabó la música y volvió a comenzar para darle una segunda oportunidad al artista de entrar.
El cierre del show volvió al punto alto. Será que no me amas, con coreografía incluida, otro popurrí, esta vez más bailable con Decídete, Muchachos de hoy, Ahora te puedes marchar y por último la esperada Cuando calienta el sol, acompañada de confeti fue un adiós espectacular.
Con algunos nubarrones, El Sol de México en Costa Rica sí brilló.