Julie estaba perdida en un bosque. Jugaba a las escondidas con su hermano y no encontró el camino de regreso. Estaba sola y desorientada.
De pronto, como por arte de magia, apareció un salvador. Aquel, ataviado con un traje de colores, peluca roja y maquillaje blanco en su rostro, se ofreció a ayudarla y, de paso, a mostrarle un mundo de diversión y entretenimiento.
La historia de Julie fue el prólogo de lo que fue una noche llena de magia, actos circenses y música; todo ello, protagonizado por un hechicero especial: Mägo de Oz.
El concierto que ofreció la banda española el miércoles por la noche, en el Club Pepper en Zapote, fue una especie de revancha para los seguidores de la agrupación. Hace dos años, los fans estaban listos para escuchar sus éxitos y por incumplimiento de contrato, el encuentro no se realizó.
La presentación del miércoles fue parte de la gira Ácido Tour que realiza la banda para promover su disco Ilussia (2014). Así fue, con grandes muestras de ilusión, que la banda tocó en el país.
Primer acto. Julie estaba perdida y, en un corto proyectado en una pantalla (en tercera dimensión), se comenzó a contar su historia. Al principio del concierto, los asistentes recibieron anteojos para ver el efecto 3D. Después de la proyección de la primera parte del acto, de inmediato aparecieron los músicos.
El primer encuentro entre artistas y el público eufórico se realizó cuando comenzaron a sonar las notas de Pensatorium.
La gente, que desde una hora antes ya había llenado en 90% el recinto, agradeció a Mägo de Oz su presencia con aplausos y gritos. La noche prometía magia.
Los españoles han realizado el mismo espectáculo en toda su gira. La primera parte del concierto estuvo dedicado por completo a la interpretación de las piezas del disco Ilussia .
Sin hablar, sin dar espacio a sobreponerse de la energía de la primera canción, siguió Melodian .
“Disculpas por no haber estado hace dos años. Fue algo fuera de nuestro control, pero aquí estamos”, ofreció Zeta, vocalista del grupo, como palabras de bienvenido a sus seguidores.
Para seguir con la ilusión del circo y la magia, Abracadabra fue la siguiente. Cuando la palabra mágica sonó en la voz de Patricia Tapia y de Zeta, el público enloqueció. La fiesta continuó con Vuela alto , Si supieras , Pasen y beban y Salvaje .
Segundo acto. Julie había entrado a la carpa Ilussia, y el macabro payaso protagonista le presentó el circo por dentro. Julie estaba encantada con los números de tragafuegos, payasos y música. Seguía perdida.
Habían pasado apenas 50 minutos desde la primera canción cuando el segundo corto en 3D dejó a más de uno “picado” con el desenlace del relato de Julie.
El repaso por Ilussia continuó: La viuda de O’Brian , Cadaveria , Constelación Alpha D.C.I. completaron la presentación del disco; pero, había más, mucho más.
Tercer acto y final. “¡Julie, Julie!”, la voz del hermano de la chica gritaba con fuerza en el bosque. Desesperado, la buscaba hasta que vio la gran carpa colorida. Adentro, enfrascada en ilusiones, estaba la niña. Trató de salvarla, pero no tuvo la suficiente valentía y vio a su hermanita consumirse en la desgracia. La culpa lo acompañó por el resto de su vida, hasta el día en que el terrorífico payaso llegó para llevarlo a la muerte.
Sonaron Ilussia y Moriré siendo de ti y, en una combinación de letras que hablan sobre la muerte, la penitencia y el arrepentimiento, terminaron de interpretar los cortes del disco.
El cierre del acto circense de Mägo de Oz no podía llegar sin que de los instrumentos se extrajeran otros éxitos de la banda: Satania , Astaroth , Desde mi cielo y Deja de llorar .
El adiós no pudo ser mejor. La conocida Fiesta pagana fue la despedida, acompañada al final por Molinos de viento.
Con Julie perdida aún, Mägo de Oz se fue del escenario con una épica salida. Al ritmo de Funkytown, de Lipps Inc., y moviendo una bandera tricolor, los artistas dejaron la tarima.