El 20 de diciembre de 1872 atracó en Limón el barco Lizzie, proveniente de Jamaica. En la embarcación llegaron a nuestro país los primeros trabajadores para la construcción del ferrocarril que conectaría, años después, a Limón y a San José. Además de traer fuerza laboral, el barco venía cargado de cultura, tradición y un legado que forma parte de la identidad costarricense.
En el navío viajó música, gastronomía, sabor y una herencia histórica cedida a los ticos. Ahora, con el lanzamiento del disco Queen of the Sea, del compositor y etnomusicólogo Manuel Monestel e interpretado por la cantante limonense Stephie Davis, se conmemoran los 150 años del arribo del barco a Puerto Limón.

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“Es un homenaje. El disco responde a ese hecho con canciones que hablan de la historia de Limón”, explicó Monestel en entrevista con La Nación. Además de contar esa herencia por medio de las letras, las sonoridades del álbum también son parte de la exploración y la investigación que se usó en la construcción del álbum.
Las canciones hablan de los trabajadores del ferrocarril y de la historia de Limón en diferentes momentos históricos.
“En The Iron Serpent, se narra la imagen del ferrocarril metiéndose por los cerros, de cómo los trabajadores tuvieron que romper la montaña y sufrir muchos problemas de salud para sacar adelante la labor”, afirmó Monestel.
El disco cuenta con nueve canciones escritas por Monestel que son interpretadas por la flautista Abi Huertas, el violinista Erasmo Solerti, la cellista Marianela Cordero, el guitarrista Manuel Monestel, el trombonista Roberto Garrigues y los percusionistas Marco Naranjo y David Vargas.
También se menciona al jamaicano Marcus Garvey como un personaje de la reivindicación de la cultura afro no solo en Costa Rica, sino en el continente.
También se recuerdan otros personajes muy reconocidos de Limón como Cyrilo Silvan, el cantor de calipso; Lenky; los gemelos Sterling, que manejaban las comparsas, y Hortencia, la maestra de las danzas de cuadrilla. Incluye, además, un poema musicalizado de la escritora Eulalia Bernard.
Sonoridad y mensaje
Monestel explicó que el álbum suena a calipso, ska y reggae. “El disco trata de mostrar las sonoridades del Caribe inglés, que son las sonoridades de la población que vino y se quedó”, dijo el artista.
Estas expresiones musicales llegaron con los primeros trabajadores y con el tiempo en Limón se fusionaron y comenzaron a llamarse calipso. “Es totalmente natural y compatible que estos ritmos interactúen porque son parte de la misma raíz”, agregó el especialista.
Otro aspecto muy importante en la producción es la voz de la cantante Stephie Davis (ganadora del premio ACAM por su disco Kween), quien se sumó al álbum como parte de una ruptura de paradigmas, ya que tradicionalmente el calipso es interpretado por hombres.
“Ahí rompimos un esquema, de alguna manera provocábamos al patriarcalismo integrando a una mujer. Es una artista muy profesional y talentosa: cuando le expliqué el sentido de las canciones y vimos las tonalidades le gustaron mucho y empezamos a trabajar”, recordó Monestel.
Los arreglos del álbum son obra del brasileño Leandro Maia y de los costarricenses Andrés Cervilla, Daniel Solano y Manuel Monestel. La ingeniería de sonido fue realizada por Draxe Ramírez, Pipo Chaves, Daniel Solano y Andrés Cervilla. La ilustración de la portada del álbum estuvo a cargo de Elizabeth Argüello.
Davis comentó que se siente muy honrada de haber sido tomada en cuenta para el proyecto, aunque lo pensó mucho para aceptar porque nunca había grabado calipso.
“¡Qué rico romper estereotipos y demostrar que el calipso no es solo de hombres! La representación es muy importante porque es bonito que niñas que tengan acceso a este material sepan que también es nuestra música”, dijo la cantante.

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Otro aspecto destacable en el trabajo es que Davis se sintió identificada con las letras que compuso Monestel. Ese sentido de pertenencia hizo que el trabajo fluyera mejor y que las canciones tomaran un estilo que se siente fresco, gracias a la sonoridad de las piezas y la interpretación de la cantante.
“Para mí era importante sentirme cómoda y transmitir lo que las canciones estaban diciendo”, afirmó Davis.
Queen of the Sea se hizo posible gracias al apoyo financiero del programa Ibermúsicas promovido por el Ministerio de Cultura y Juventud. También cuenta con el respaldo del Fondo de Población de la Naciones Unidas (UNFPA).
El disco ya está disponible en plataformas digitales como Spotify y Bandcamp. Algunas copias físicas del álbum se pueden conseguir por medio de Stephie Davis y Manuel Monestel, en sus redes sociales.