En la memoria de más de 20.000 personas quedará grabado cómo el artista Marc Anthony complació a los ticos como pocas veces y derrochó un sentido del humor que sorprendió gratamente a la fanaticada.
Para algunos salsómanos de corazón y testigos de otras presentaciones del artista, el concierto que ofreció la noche del jueves, en el Estadio Saprissa en Tibás , es el mejor que ha dado en el país de los cinco que se registran desde el 2004.
Para empezar a marcar diferencia, el salsero duró hora y 40 minutos en acción, muy distante a la hora exacta, y la hora con 20 minutos que ofreció en otras oportunidades. Se toma en cuenta su primer recital el 17 de diciembre del 2004 en el Saprissa (con la recordada fugaz aparición de Jennifer López); el segundo el 18 de junio del 2011, en el Estado Nacional, junto a Alejandro Fernández; el tercero, el 15 de febrero del 2012, vino solo al Saprissa; y el cuarto, en el Nacional, el 29 de setiembre del 2012, con Chayanne.
Aplaudido. Alfredo Chino Moreno, crítico de música y productor de 94.7 FM, detalló que el artista aprovechó su momento actual.
“El artista cantó 14 temas, un repertorio que se encuentra en un disco. La estrategia fue no dejar a la gente con ganas. Escuché que complació y la gente solo dice cosas positivas. Ayudó también que tiene un superéxito en radios ( Vivir mi vida ). Sin ninguna duda es su mejor concierto, y creo que el mejor de los que llevamos en este año”, explicó Moreno.
Por su parte, Cristina Castro, locutora de 9.11 FM y reconocida salsera ex-VM Latino, dijo que ha visto las cinco presentaciones de Anthony en el país, y la del jueves le dejó el mejor sabor.
“En lo personal, me pareció muy bueno. Me sorprendió cuando abrió con Valió la pena , cuando nos tenía acostumbrados a comenzar con Aguanile . Hizo una buena selección de temas entre lo nuevo y las salsas viejitas con las que lo conocimos. Vivir lo nuestro casi no la canta y lo hizo. He visto los cinco conciertos, y me quedó con este”, comentó Castro.
Otra salsómana que quedó satisfecha fue la comunicadora Glenda Medina. “En cuanto a sonido, fue impecable, tanto que lo grabamos por teléfono y al ponerlo en el carro parecía un disco. Los precios me parecieron accesibles. El artista, aunque se notaba en la cara que estaba cansado por la gira, siempre sacó energías, jugueteó y bromeó mucho con el público, de muy buen humor, eso se notó”.
“Creo que disfruta mucho venir acá. Me gustó también la compenetración con la orquesta; conserva el mismo pianista desde hace 12 años. Y cantó A quién quiero mentirle, creo que por petición de la producción”, contó Medina.