La noche estaba prevista para que fuera de mucho perreo y salsa. Iba a ser una intensa y caliente velada con Manuel Turizo y Marc Anthony en el escenario del Estadio Nacional y ni los fuertes aguaceros, el frío o la rayería iban a estropearla.
De todas formas, al público parecía no importarle: las capas rosadas, amarillas, celestes y verdes llenaron poco a poco el recinto de La Sabana.
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A Manuel Turizo tampoco parecía importarle. Él fue el primero en salir al escenario este sábado 10 de setiembre y dar la bienvenida a los miles de fanáticos que a pesar del clima llegaron al recinto en el que una hora más tarde también se presentaría el puertorriqueño. Sus seguidores comenzaron a gritar con solo verlo subir a la tarima.
Sus primeras palabras fueron un tipo de motivación para quienes estaban incómodos con la incesante lluvia.
“Si viniste aquí fue porque querías pasar una noche bonita y gozarla. No dejes que nada te lo quite”, dijo tras lanzar una sonrisa pícara al público ya ambientado.
Quizá a él no le sorprendía la lluvia, pues esta era la segunda vez que se presentaba en Costa Rica este 2022. La primera fue el 23 de abril, en el festival Picnic, cuando también subió a escena en medio de un aguacero para deleitar a su público con su reguetón romántico.
El colombiano de 24 años subió al escenario en medio de fuegos artificiales y pequeñas llamaradas saliendo del escenario para interpretar Quiéreme mientras se pueda, y continuó con Cómo decirle que no.
Sus bailes sensuales y sus besos al público calentaron la fría noche josefina, al tiempo que desató los gritos de las miles de fanáticas, mientras interpretaba el popular tema Desconocidos que originalmente canta con Mau y Ricky.
La lluvia se había ido para el momento de cantar Los cachos, su más reciente éxito con Piso 21 y de seguido interpretó su otro gran éxito con la misma agrupación colombiana: Déjala que vuelva.
Con las capas ya fuera de vista, Turizo interpretó La bachata, canción del mismo género que lo ha posicionado en la cima de Spotify en las últimas semanas. El colombiano no había terminado de cantar cuando vio entre sus fans un rótulo que decía “bailemos bachata”, entonces detuvo el concierto y llamó a la joven para cumplirle su deseo y juntos en el escenario bailaron esa canción.
Luego de una hora de show, a eso de las 7:45 p. m. el cantante se despidió de su fiel y variado público tico, agradeciendo una vez más por corear cada uno de sus temas.
“Costa Rica pura vida. No joda. Gracias por recibirme con los brazos abiertos”, gritó el colombiano.
Y con el “otra, otra” salió de nuevo al escenario para despedirse con La nota.
Un regreso esperado
Si hay algo a lo que estaban acostumbrados los ticos antes de la pandemia, era a la visita anual que hacía Marc Anthony a Costa Rica.
El puertorriqueño visitaba el país con frecuencia y el éxito en sus conciertos siempre estaba garantizado y este 2022 no fue la excepción. Incluso la expectativa era aún mayor.
La última vez que se presentó ante los ticos fue en el 2019, en el mismo escenario en el que este 10 de setiembre lucía imponente, mientras recibía la ovación del público. Marc Anthony sabe que los ticos lo adoran.
El show arrancó a las 8:25 p. m. con una mezcla de algunos de sus mayores éxitos, pero sin él en el escenario. La gozadera y Felices los cuatro formaron parte de esa introducción.
Escasos segundos después y como por arte de magia estaba en el centro del escenario con sus típicas gafas negras con un sobrio saco azul y por debajo una camisa negra de cuello de tortuga interpretando Pa’lla voy.
La tradicional salsa del cantante estaba sonando en vivo de nuevo en Costa Rica, durante una noche en la que la humedad persistía tras horas de lluvia que enfriaron la capital.
“Sé que no llovió más. Yo estaba un poquito nervioso, pero por dicha se aclaró y ahora estamos para bailar”, aseguró el boricua.
Valió la pena solamente fue la primera de una lista de éxitos que el puertorriqueño trajo a Costa Rica como parte de su gira Viviendo Tour. Y hubo alguien y Hasta ayer continuaron en el repertorio.
Bailaba, dirigía a su banda, sonreía al público y ellos solamente lo ovacionaban: brincaban y aplaudían (aunque hubo quienes no se podían contener y a todo pulmón gritaban “te amo”).
Marc Anthony estaba derrochando tanta energía sobre el escenario que parecía que era una descarga de dos años de ausencia en territorio costarricense. Flor pálida comenzó a sonar y el Estadio Nacional en pleno cantaba en coro.
El boricua no había terminado de cantar Contra la corriente cuando ya estaba tocando la batería, demostrando su versatilidad artística. Tomó un trago de agua y comenzó a dirigir su banda, integrada por más de 13 músicos, mientras bailaba y bromeaba con ellos.
De pronto el estadio se rindió ante una mezcla de baladas de otros artistas como ¿Y cómo es él?, de José Luis Perales y Abrázame muy fuerte, de Juan Gabriel.
“Ya se terminaron las baladas y los lloriqueos, ahora lo que viene es pura salsa. Shake it up (muévete)”, aseguró.
Esta fue como una invitación para comenzar con una segunda parte llena de sabor latino y Qué precio tiene el cielo fue el primero de los temas, que siguió con Mala, uno de sus más recientes éxitos.
Te conozco bien y Parecen viernes siguieron en repertorio que ya tenía prendido el Estadio Nacional y al artista, quien no se cansaba de bailar. Su carisma era tal que se apoderaba del escenario con tan sólo un movimiento.
Allí el puertorriqueño se despidió del público, anunciando que el concierto estaba por llegar a su fin y así desapareció del escenario. Sin embargo, las luces de los celulares en todo el estadio se encendieron para llamar al cantante de nuevo al escenario y en cuestión de segundos regresó para complacer al público con Tu amor me hace bien.
Para el final de la velada el cantante dejó el que se ha convertido en su himno: Vivir mi vida, y que, por supuesto, fue el tema más coreado de la noche.
“¡Que viva Costa Rica!”, gritó un eufórico Marc Anthony quien se fue prometiendo regresar muy pronto.