María PretizCompositora
De hacer un disco propio como En Braille a hacer un disco ajeno que es Espacio de luz , ¿cómo fue ese proceso?
Creo que es más difícil porque cuando hago una canción, estoy pensando de una vez en el arreglo. Pero cuando es una canción de alguien más, tengo que meterme en su cabeza.
Entonces, ¿fue un reto asumir los arreglos y la dirección musical del disco de los Ureña?
¡Claro! Eso no quiere decir que fue fácil porque no son las canciones de una. Ya había hecho arreglos para otros músicos como Rubén (Pagura), un cuarteto de cuerdas para Esteban Monge, arreglos para las piezas que canta Miriam (Jarquín), pero nunca había estado a cargo de todo el proyecto. Y eso me gustó, siento que al ser un mismo arreglista le da una unidad al disco.
También está su voz en los coros. ¿Es difícil sortear la tentación de cantar y tocar?
(Se ríe). Cuando estás grabando, lo que cuesta es acordarte de que sos la productora. Cuando estábamos haciendo la mezcla con Wálter (Flores) para mejorar algo o buscar un efecto en alguna canción, siempre recordábamos que era el trabajo de dos cantautores. Lo que buscamos fue todo aquello que hiciera resaltar la canción. Para mí, como productora, la canción se tiene que entender, el arreglo no puede tapar la voz o la letra. Hay quienes tienen otro criterio; a mí me gusta este que te expliqué.
¿Alguna de las canciones del disco Espacio de luz fue una prueba difícil de superar?
Yo no lo llamaría así. A algunas lo que sí hicimos fue cambiarle muchas cosas de armonía. Le cambié a Juan Carlos su forma de tocar. Yo agarraba la guitarra, que no soy muy buena con la guitarra, por cierto (se ríe), y tocaba el ritmo que quería que hiciera.
¿Con cuál canción pasó eso?
Con Llévame ; le cambiamos mucho la armonía.
Este trabajo en Espacio de luz, ¿qué le aportó a la María Pretiz compositora e intérprete?
Como productora me aportó bastante. Creo que, a nivel de arreglos, entiendo mejor lo que me está gustando ahora. Llévame es un buen ejemplo de eso. Es como extraña: una canción con espacios y me di cuenta de que yo no les tengo miedo a los espacios.