La historia de cómo Marvin Araya se llegó a convertir en una institución para la música costarricense está llena de dulzura y de inocencia infantil.
El clarinetista de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), director de la Orquesta Sinfónica Juvenil, director y fundador de la Orquesta Filarmónica de Costa Rica y juez del programa Nace una estrella, se retira de ‘las sinfónicas’ después de toda una vida dedicada a estos ensambles; aunque dejó claro que la música seguirá siendo parte fundamental de su vida, así como la comida, su gran pasión.
En un repaso por su tiempo en el arte, don Marvin recordó con cariño la época en que hacía fila para inscribirse como alumno en el Instituto Nacional de la Música. Siendo apenas un chiquillo, Araya se decidió por estudiar clarinete solo porque que escuchó a un niño mencionar el nombre del instrumento.
Don Marvin no sabía qué era un clarinete, no tenía conocimientos académicos, lo único que entendía era que sentía una pasión muy especial por la música y quería aprender.
“Esa historia me recuerda que es importante saber que el instrumento solo es un medio, es una manera para realizarse. Si el chiquito hubiera dicho bombo, me hubiera decidido por el bombo. El instrumento es como un lápiz con el cual se puede escribir una poesía divina o las palabras más dolorosas, el instrumento está en tus manos para decidir qué hacer con él”, comentó Araya.
“Depende de lo que uno lleve adentro. Para mí es importante recalcar que el éxito es prepararse para recibir una oportunidad, no esperar una oportunidad para prepararme”, agregó el músico, quien en los próximos días comenzará con el trámite de su pensión como músico y director.
El artista tiene más de cinco décadas dedicado de lleno a la música, con ella sacó adelante a su familia y formó incluso su propia orquesta, empresa en la que sus hijos son sus socios. Seguirá de lleno enfocado en la Filarmónica, pero también aprovechará su cambio de vida y el tener un poquito más de tiempo para disfrutar de sus grandes amores: su familia, la cocina y también el cine.
Marvin Araya como músico y director de ‘las sinfónicas’
Su camino en la Orquesta Sinfónica Nacional, la cual ha tenido la oportunidad de dirigir en varias ocasiones, comenzó en 1980. Además, hace 33 años, Araya está al frente del ensamble juvenil, dedicando su vida a formar músicos.
“Creo que son etapas que uno va pasando, pero haciendo un repaso lo que más me hace feliz es el haber visto tantos jóvenes crecer, formar tantos jóvenes que ahora son colegas míos en la Sinfónica Nacional. Veo muchachos que estudiaron conmigo cuando tenían siete años y hoy son los que tienen a su cargo la orquesta. Siento que dejé formación y cariño por la música”, dijo sobre su labor como maestro.
El músico afirma que la Sinfónica Nacional es su casa, que agradece haber sido formado allí, que le debe absolutamente todo lo que ha logrado, incluso conocer el mundo.
“He disfrutado mucho el contacto con la gente, ir a las comunidades y sentir ese cariño y ese respeto. Tener esta conexión tan fuerte de familia en la orquesta también me llena demasiado, tengo más cosas positivas que negativas junto a mis compañeros”, aseveró.
Con respecto a la Orquesta Sinfónica Juvenil, Araya asegura que ha realizado su trabajo con mucha responsabilidad y que ha sido un honor ser el director durante todo este tiempo. Enseñar, para él, es una de las tareas que más ha disfrutado, aplicando siempre una sencilla regla: “Siempre me imagino que cuando estoy educando lo hago con mis hijos. Cuando doy una instrucción o inclusive una corrección, siempre pienso en cómo le hablaría a mi hijo, porque yo agradecería que fueran así con mi nieto y con mis hijos. Trato con la misma severidad, cariño, tolerancia, respeto e impongo los mismos límites como si fuera con mis hijos”, explicó.
El artista agregó que trabajar con jóvenes lo llena de energía, ya que los muchachos le inyectan vitalidad y ganas de vivir. “Me siento como un carajillo de 35 años, estoy lleno de energía, eso se nota cuando dirijo, quiero aprovecharlo”, comentó.
La nueva vida de Marvin Araya y lo que vendrá con la Filarmónica
Entre ensayos de lunes a viernes y conciertos los fines de semana, durante más de 40 años Marvin Araya ha trabajado sin cansancio. Ahora, al acogerse a su jubilación, el músico tendrá más tiempo libre, el cual aprovechará para invertirlo en sus amores: la familia, la cocina, el cine y, por supuesto, la música.
Los planes de Araya, en primera instancia, es irse de vacaciones con su familia y cocinarles mucho, pero también tiene grandes proyectos para su amada Filarmónica, e incluso está planeando dar charlas especializadas en música.
“Estoy tratando de organizar mi vida después de tantos años de estar haciendo lo mismo sin parar. Ahora tengo que canalizar mis energías”, expresó.
La idea de las charlas la desarrollará para hablar sobre música, compositores, obras de grandes artistas y generar así un público crítico que vaya a disfrutar más de un concierto.
Con la Filarmónica tiene la intención de llevar al ensamble por toda Centroamérica. “En el resto de los países de la región no saben lo que hacemos aquí. Llevo 20 años de hacerlo en Costa Rica con mucho suceso, porque a la gente le ha gustado, y quiero llevar eso al resto de países, sería una maravilla. Como ya tengo más tiempo, puedo buscar abrir más puertas”, finalizó.