Este sábado, el amor y algo de voz social se disfrutará en pleno en el primer concierto que ofrecerá el español Melendi en suelo costarricense.
La cita es en el Anfiteatro Coca-Cola del Parque Viva, a partir de las 8 p. m. Si aún no tiene su entrada le contamos que quedan espacios en gramilla, el precio es de ¢14.000 y están a la venta en www.boleteria.cr. El artista invitado para calentar la noche será el chileno-tico Rodrigo Lagunas.
Melendi, de 40 años, padre de cuatro hijos y cantautor desde muy joven, llega al país en medio de su gira internacional Cubo de Rubik donde presentará temas de sus nueve álbumes de estudio con los cuales ha experimentado diferentes géneros, sonidos y estilos musicales que lo han llevado del flamenco al rock.
Desde España, Melendi habló vía telefónica con Viva antes de su espectáculo. A continuación un extracto de la entrevista.
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–Esta es su primera vez en el país, ¿qué sentimiento le provoca conocer al público costarricense?
–Tenemos muchas ganas de estar ya por allá. El año pasado casi casi estamos a punto de ir, pero al final se truncó la fecha. Este año vamos con mucha ilusión, ya hemos estudiado un poquito todo lo que ha sonado por ahí para que a las personas que vayan al concierto no les falte nada.
–Las entradas para su concierto se vendieron casi en su totalidad desde hace semanas. ¿Qué significa esto para usted en un mercado nuevo?
–Es un síntoma de buena salud y de comunión entre los costarricenses y yo pues vamos a conocernos un poquito mejor y a ver qué conclusiones sacamos.
–¿Qué le podemos adelantar al público sobre el espectáculo?
–Vamos juntos a disfrutar porque la música es tratar de evadirse un poquito, al menos dos horas, de la vida cotidiana y disfrutar del momento presente. Somos 11 músicos encima del escenario, es un espectáculo muy dinámico donde la gente interviene mucho, hablo mucho con las personas, me gusta que se sientan partícipes.
–Desde el comienzo de su carrera ha pasado por muchas etapas musicales. ¿Cuáles ha disfrutado más y como se siente ahora?
–Todas las etapas de la vida las he disfrutado y sí es verdad que se han notado en mi música. Empecé con 18 años, ahora tengo 40 y cuatro hijos, cada etapa se ha marcado en los discos; ahora estoy en una época mucho más tranquila, disfruto más de cada cosa que hago como toda persona de 40 años que está un poquito más relajada y vive más el momento.
–Al principio de su carrera se destacó por una rebeldía musical, pero actualmente se enfoca mucho en el romance. ¿Cómo ha sido el proceso de evolución en temas de composición?
–Ha sido muy parejo con la vida y con los pensamientos, creo que no puede ser de otra manera. El que no es rebelde con 20 años no tiene sangre en las venas, esa rebeldía se marcó en los primeros discos pero, poco a poco, uno va cogiendo experiencia y se va dando cuenta de qué va la vida y va cambiando un poquito su discurso sobre todo por lo que cree que es más coherente con la responsabilidad que tienes de cantarles a varias personas. El mensaje va mutando, pero no es que no creamos en cambiar las cosas, solo que ahora sabemos que se cambian de manera diferente a como pensábamos a los 18 años.
–Pero no ha dejado de pensar igual en muchos aspectos, hay canciones que hablan de la desigualdad en la salud infantil o problemáticas sociales tan importantes como la prostitución...
–Sigo manteniendo esa idea pero ahora estoy convencido de que la única manera de combatirlo es aceptarlo todo, dejar de criticar. Es una labor que tenemos que hacer a nivel personal, es un tema que se debe de abordar con mayor profundidad.
–En cuanto a sonidos ha explorado muchas cosas, es algo que le gusta al público porque pasa del rock a la balada pop. En su experiencia, ¿en qué le ha ayudado esa versatilidad?
–Siempre hago más o menos un disco homogéneo con canciones de autor, de autocrítica o de temas sociales y siempre me permito dos o tres canciones donde voy investigando ritmos nuevos o sonidos diferentes. No dejaré de ser un cantautor, al fin y al cabo da igual cómo vistamos las canciones porque siempre se hacen de la misma manera con una guitarra y un piano y luego les ponemos el traje que creemos que les puede ir mejor.
–¿Qué lo inspira y cómo es ese proceso personal de la composición?
–¡Uy si yo supiera cómo es ese proceso! Madre mía, la cantidad de dolores de cabeza que me evitaría. Me parece que lo que me inspira es vivir porque cuando estoy sin demasiadas cosas que hacer estoy más apagado y más vacío. Sin embargo, cuando tengo cosas que hacer y mucha vida, en cualquier ratito parece que salen cosas; lo fundamental es no aislarte, no alejarte de la vida, de lo que sucede, esa es una de las conclusiones que he sacado durante estos años.
–¿Entonces qué le gusta expresar en sus canciones?
–Me gusta hablar de cosas tangentes, creo que las personas necesitan palpar y sentir que alguien ha vivido lo que ellos viven. Trato de identificar a las personas.
–Para usted, ¿qué es lo que tiene la música de cantautores españoles que encanta tanto al público latino?
Los latinoamericanos y los españoles compartimos muchas cosas, tenemos una idiosincrasia muy parecida, nos preocupan las misas cosas, tenemos un entorno familiar muy parecido, tenemos un concepto de la vida muy parecido, compartimos el lenguaje. Lo raro es que nosotros (españoles) estemos aquí pegados en Europa y no estemos ahí con vosotros. No tenemos absolutamente nada que ver con ellos (los europeos) y mucho que ver con ustedes (latinos) es lógica esa identificación.