Se dice que del dicho al hecho hay mucho trecho, pero en el caso de Patterns (y su actual reencuentro con su alineación original) todo lo que se necesitaba era un mensaje.
Las ganas estaban, las memorias existían recubiertas de una luminosa nostalgia y el grupo de WhatsApp en que se encontraban los cuatro miembros originales de la agrupación parecía pedir a gritos la palabra sagrada: “véamonos”.
Una década después de su gran irrupción en la escena costarricense, este grupo de pop-dance anunció que este 2024 será el año de su reencuentro. Patterns, con su energía y carisma en escena, vuelve a las andanzas con dos conciertos en firme y muchas ideas y planes en mente.
“Es algo que simplemente tenía que pasar; es volverse a dar la mano con los amigos que hicieron un sueño posible”, cuenta Allan Rojas, guitarrista que salió del grupo justo hace 10 años, al igual que la vocalista Michelle González.
“La energía está intacta y las ganas están servidas. Es lindo sentir que el tiempo no ha pasado entre nosotros y que tenemos muchas ganas de muchas cosas”, agrega la cantante.
La banda Patterns, en contexto
Fue en el 2013 cuando Patterns tuvo su estallido. A la melomanía tica le sorprendió una banda que se distinguía por su fusión única de música de los 80, cargada de groove y dance disco.
La formación original, que hoy retoman con fuerza, se compone a Allan Rojas en la guitarra, Michelle González (Mishcatt) como vocalista, Mario Miranda en la batería y Luigi Jiménez en el bajo.
“Nosotros lo que queríamos era curiosear con otros sonidos. Sentíamos que teníamos una chispa especial y fuimos probando melodías con beats, con mucha electrónica y no solo nos sentíamos orgullosos de lo que estábamos componiendo, sino que la estábamos pasando increíble”, recuerda el baterista.
El concierto que dimos en República Dominicana en el 2014 fue increíble. La gente saltaba, nos aclamaban y nos trataban como una banda de primera. Fue el concierto más lindo porque también era mi último. Fue una despedida soñada, pero ahora el regreso se siente igual de bien y emocionante”.
— Allan Rojas, guitarrista de Patterns
Jiménez, su amigo desde el colegio, recuerda que lo que más le gustaba del proyecto era el convencimiento de que valía la pena esforzarse por sacar un proyecto adelante. “El primer disco que hicimos tenía algo especial. Yo lo sigo oyendo y lo disfruto y estoy absolutamente seguro que sigue sonando vigente y fresco. Eso es algo lindísimo”, agrega.
Ambos compinches de adolescencia encontraron una alianza especial con la cantante y el guitarrista. Juntos escribieron a ocho manos el Dangerous Intentions, su álbum debut.
¿Qué decir de este disco? Pues no sería exagerar que aquel álbum representó una revolución sonora que refrescó significativamente la música de Costa Rica. En un momento en el que predominaban las guitarras y los sonidos más rockeros, Patterns introdujo una propuesta electrónica y bailable; rápidamente se coló en una de las mejores producciones nacidas en suelo tico al fusionar sintetizadores vintage, grooves irresistibles y ritmos de baile contagiosos con piezas como Burning Man, Sunny Days y Give us the Love que sonaron en radios y fiestas no solo del país, sino de distintos sitios del planeta.
Me siento muy feliz de poder defender una producción como Dangerous Intentions al día de hoy. Es un disco que sabe fresco, que mueve a la gente. En los conciertos uno ve a la gente explotada, dando todo de sí. Eso me infla el pecho”.
— Luigi Jiménez, bajista de Patterns.
“Fue muy emocionante porque nos empezaron a escribir fans tanto ticos como gente de Polonia, Grecia, Rusia... Era algo increíble. Nos decían que nuestra música no faltaban en nuestras fiestas y nos preguntaban que cuándo hacíamos gira por allá. Fue un sentimiento lindísimo”, rememora Michelle.
En paralelo, Patterns también dio un golpe en la mesa cuando lanzó el videoclip de Sunny Days, un cinemático audiovisual (bastante subversivo para la época) que mostraba el road trip de una pareja de personas musculosas con pelucas y un abultado maquillaje.
“A mí me encanta ese videoclip porque en aquella época tal vez la gente hubiera esperado un video de Michelle en traje de baño en la playa, pero los sorprendimos a todos. Queríamos hacer las cosas diferentes y ese video era una declaración de las intenciones de la banda de hacer cosas distintas y sorpresivas”, reflexiona Luigi, el bajista.
No olvido llegar a la habitación después de un concierto y ver que tenía una llamada. Cuando atiendo, era nada menos que Mauricio Clavería, baterista de La Ley, diciéndome que amaba el proyecto que teníamos. Cosas así me hicieron extrañar muchísimo volver a juntarnos y hacer música”.
— Mario Miranda, baterista de Patterns
Patterns, en el presente
El 2014 marcó un giro inesperado para la banda cuando Allan Rojas, guitarrista original y componente fundamental del grupo, decidió apartarse para embarcarse en una nueva aventura en el mundo de la aviación. A su vez, la vocalista Michelle González, optó por seguir su propio camino como solista bajo el nombre de Mishcatt.
Ambos se fueron con la bendición de sus compañeros y cosecharon éxitos individuales y exploraron nuevas fronteras en sus respectivas carreras.
Mientras Allan surcaba los cielos y Michelle emprendía su camino en solitario, Luigi Jiménez y Mario Miranda continuaron llevando las riendas de la banda, a pesar de cambios en la alineación que incluyeron la participación de la cantante Estefani Brolo, quien, aunque por compromisos propios se apartó de la banda en buenos términos, dejó su huella en la evolución sonora del grupo. Durante este período, Patterns lanzó dos álbumes abrazados por sus seguidores, eso sí.
Los fans de Patterns son brutalmente fieles. Nos escriben, nos apoyan de maneras ienxplicables. Ahora que anunciamos el regreso no hemos parado de recibir mensajes hermosos y nos hace sentir orgullosos de lo que hemos sembrado”.
— Michelle González, vocalista de Patterns
Ahora, Patterns se prepara para volver a sentir su especial energía en dos conciertos. El primero de ellos, programado para el sábado 27 de enero, forma parte del Festival Safe and Sound. La segunda presentación será como parte de un festival que se realizará en Costa Rica y que en las próximas semanas se anunciará.
¿Qué pasará con Patterns? ¿Cuáles son sus ambiciones hoy? “La mayor intención de este reencuentro es divertirnos, pasarla bien como compas. ¿Quién sabe? Tenemos muchas ideas, hemos aprendido mucho en todos estos años acumulando experiencia y nos encantaría preparar nuevo material. Vamos a ver qué sucede, pero lo que venga, sin dudas será positivo”, finaliza Michelle.