Joven, talentosa y con una carrera arrasadora, la chilena Mon Laferte se presentará en Costa Rica el 13 de abril en el Club Pepper, para promocionar La trenza, su cuarto disco de estudio.
El espectáculo que será organizado por Grito Latino como parte de su plataforma de música latinoamericana, todavía no tiene información sobre los precios y la fecha de la venta de las entradas, pero se espera que en los próximos días se haga el anuncio.
Mientras tanto, desde México, Mon habló con Viva sobre el estreno del video del tema Antes de tí, además de su emoción por regresar a Costa Rica como una artista diferente a la que conocimos hace muchos años, así como también de su posición ante temas sociales y su rebeldía creativa.
Ya había estado en Costa Rica pero en otro momento de su carrera. ¿Cómo se siente de reencontrarse en esta etapa con el público tico?
-Estoy tan emocionada, me encanta Costa Rica. Hace muchos años fui, pero esta es la primera vez que llego con mi proyecto, con mis canciones y eso me parece increíble. ¡Qué rico poder regresar y poder tocar para los ticos!
¿Cómo será el desarrollo del concierto?
-Quiero tocar todo, ojalá pudiera hacer como Juan Gabriel en un concierto que duró cinco horas. Como nunca he tocado allá quiero consentir a mis fans, quiero preguntarles en redes sociales qué quieren que cante, voy a tocar lo que más pueda para hacer un recorrido por todos los discos.
¿Qué cambios hay entre la Mon Laferte que vino y la que vamos a escuchar ahora?
-Cuando fui a Costa Rica no tenía un disco publicado con mis canciones, era una artista en exploración, era más intérprete porque cantaba repertorio prestado de otros artistas; como fui gracias a un programa de televisión era un público más reducido. Hoy, por el contrario a esa vez, voy con custro discos publicados, esto va a ser como un primer encuentro porque es muy diferente llegar a un lugar con canciones de otros a llegar con algo que salió de tus entrañas, que le pusiste alma, corazón, huesos y sangre; es muy emocionante sentirse así.
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¿Cómo le ha afectado a su carrera y a su productividad como artista el hecho de haber tenido un crecimiento tan importante con estos discos y muchos premios y reconocimientos?
-El hecho de estar tanto de gira y trabajando de pronto se puede volver un poco monótono; sin embargo, subir a un escenario vale toda la pena ese cansancio. Como compositora trato de tomarme algunos tiempos de descanso para darme ese chance creativo. Esa energía de todo lo que viví, de los lugares que recorrí y de la gente que conocí estaba como guardada y ahora se está presentando, ando terriblemente inspirada escribiendo mucha música nueva. Tomarme un descanso me sirvió para ordenar esas ideas, hay que aprovechar los momentos.
En su reciente video Antes de tí le hace un homenaje a la cultura oriental, en sus dos últimos discos también se siente una variedad cultural muy rica. ¿Qué tanto importa esa multiculturalidad en su trabajo?, ¿cómo logra que se conjugue bien la variedad?
-No sé si hay un secreto, no sé si funciona o si suena bien o no, lo que sé es que todos somos una mezcla de todo. Venimos de África y así también es la música porque este mundo está globalizado y tenemos la oportunidad de conectarnos; me encanta esa variedad, me encanta no quedarme en una cosa. No quiero decir que toda la vida voy a cantar solo jazz o solo cumbia, admiro mucho a quienes lo hacen con tanta dedicación, pero a mí me da flojera una sola cosa porque me aburro muy rápido.
Es una mujer independiente y rebelde, eso se nota en su música, ¿qué libertades tiene Mon Laferte para hacer lo que quiera con su obra?
-Siempre he sido bien rebelde, desde pequeña hago lo contrario de lo que la gente espera, eso me encanta. Tengo mucha libertad artística y creativa, eso es algo que no estaría dispuesta a transgredir porque es lo único que tengo para crear. Imagínate que perdiera esa posibilidad y tuviera que preocuparme por el negocio de la industria, eso sería terrible, como si me quitaran las piernas.
Es chilena, pero hace muchos años se fue a vivir a México donde se le quiere como si fuera una mexicana más. ¿Cómo logró esa relación?
-México y yo nos parecemos mucho, muchísimo. Somos amables, intensos, apasionados, de muchos colores, soy un caos pero también soy tranquila. El pueblo mexicano es amable y acogedor, después de casi 11 años viviendo aquí es inevitable sentir que este país es mío. Esa identificación me pasa en muchos lugares porque todos tenemos un poco de todo, estamos conectados por todos lados.
Su discurso social es muy abierto: es vegana, cuida el medio ambiente, apoya a la comunidad LGBTI. ¿Por qué considera importante que una artista comparta su posición?
Como mujer y artista, ¿cómo quiere alzar la voz para llamar la atención de la sociedad?
-El ser feminista no es un hecho negativo aunque algunas personas han hecho parecer esa palabra como algo malo o en contra de los hombres. Significa que queremos una igualdad de derechos que también beneficie a los hombres porque no tienen que ser los más rudos, o el sustento de la casa o el que tiene el pene más grande; los hombres son también seres humanos y necesitamos que todos seamos iguales. Mi aporte, más allá de ser o no artista, es ser consciente de que, por ejemplo, yo llego a tocar a un festival donde el cartel presenta 20 bandas de hombres y solo yo de mujer. Lo que puedo hacer como ciudadana, como humana es provocar que la gente sea consciente de que vivimos en una sociedad machista pero que buscamos la igualdad.
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