Un cáncer linfático acabó con la vida de Carlos Navarro, quien fue bajista y uno de los fundadores de Los Hicsos.
Navarro murió este miércoles a los 70 años, luego de batallar durante varios meses con esta enfermedad.
“Tenía un cáncer linfático, muy agresivo, mortal. Hace como cuatro meses él empezó a perder peso, no quería comer y poco a poco se fue deteriorando. Luego, hace como dos meses, le diagnosticaron la enfermedad”, explicó Gerardo Ramírez, la voz principal de Los Hicsos.
Según detalló Ramírez, Navarro fue operado de emergencia por la rotura de un intestino y luego recibió quimioterapia en el Hospital México, pero los procedimientos no tuvieron el efecto deseado.
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“Creo que eso más bien lo debilitó y desgraciadamente se nos fue”, lamentó Ramírez.
Para la voz principal de Los Hicsos, más que un compañero, Carlos Navarro fue un amigo, un hermano. Desde hace 51 años ambos llevaban las riendas del grupo y en todo ese tiempo compartieron buenos y malos momentos.
“Carlos era el que gerenciaba. Él llevaba las cuentas y firmaba los contratos. Ahora lo que me queda es su hijo, Carlos Navarro Junior, que actualmente es el baterista del grupo. No queda de otra, echar para adelante, ponerle el pecho a las balas y seguir luchando”, expresó Ramírez.
Como un gran padre de familia, chistoso y muy bromista, así recordarán los compañeros de Los Hicsos a Carlos Navarro.
Este jueves la agrupación costarricense, admiradores y familiares lo despedirán con una misa que se realizará a las 2 p. m., en la Iglesia Católica de San Rafael de Oreamuno.
La misa será presidida por Monseñor José Francisco Ulloa, pues tanto Navarro como Ramírez, tenían un coro religioso y animaban rezos.
“Por eso conocíamos a Monseñor. Siempre fuimos muy católicos, incluso, Carlos era quien hacía los rezos. Siempre fuimos así, a pesar de que siempre hemos tocado en lugares de baile y demás. Pero claro, siempre bien portados”, finalizó entre risas el músico.