Eddie Van Halen, cofundador y líder histórico de la legendaria banda de rock Van Halen, falleció este martes 6 de octubre, tras una larga lucha contra el cáncer de garganta. La noticia fue confirmada por su representante, desatando de inmediato homenajes en todo el mundo hacia una de las figuras más influyentes del hard rock y, en especial, de la guitarra eléctrica.
Nacido en Holanda en 1955 pero formado en California, Edward Lodewijk Van Halen fundó en 1972 la agrupación por la que su apellido se convirtió en marca universal, al lado de su hermano, el baterista Alex Van Halen. Junto con el bajista Michael Anthony y los vocalistas David Lee Roth y Sammy Hagar, los Van Halen alcanzaron las cimas de las listas de popularidad planetarias, llenaron los estadio más grandes, y construyeron una leyenda de rock and roll plagada de talento, excesos, temperamento y creatividad.
Su hijo Wolfgang, quien llegaría a acompañar a su padre dentro de las filas de Van Halen como bajista, dijo en Twitter que Eddie “había perdido su larga y ardua batalla contra el cáncer esta mañana”.
“Fue el mejor padre que pude pedir. Cada momento que compartí con él sobre y fuera del escenario fue un regalo.
Mi corazón está roto y no creo que me vaya a recuperar del todo de su pérdida. Te amo mucho, Pop”, escribió.
— Wolf Van Halen (@WolfVanHalen) October 6, 2020
En las últimas cuatro décadas, Eddie Van Halen escribió su nombre entre los más grandes guitarristas de todos los tiempos (la revista Rolling Stone de hecho lo ubicó en el octavo puesto en su lista del 2015), gracias a una técnica inaudita, casi sobrehumana, que le confirió un rol protagónico usualmente reservado para los cantantes: en Van Halen, él siempre fue la estrella principal.
Desde finales de la década de 1970, millones de jóvenes aspirantes a guitarristas tomaron a Eddie como referencia, como el máximo nivel de habilidad al que se podía aspirar. Encerrados en su habitación, una y otra vez arremetieron contra las cuerdas, procurando recrear algo de la magia que despide Eruption, la insolente clase magistral de guitarra que conforma el segundo track de Van Halen, el disco debut de la agrupación. En apenas 1:42 minutos, Eddie Van Halen le gritó al mundo que lo suyo era algo excepcional.
En los últimos 20 años, la salud del guitarrista fue un tema constante en los medios de comunicación. Años de intenso tabaquismo resultaron en un cáncer que incluso implicó la remoción, en el 2000, de parte de su lengua. Además, sus legendarias piruetas y carreras por el escenario le pasaron la factura física, con problemas de articulaciones e un reemplazo de cadera, en 1999.
También el músico sostuvo una pública lucha contra sus adicciones, tanto al alcohol como a otras drogas, que lo llevaron en varias ocasiones a rehabilitación, aunque al momento de su muerte tenía más de una década de mantenerse sobrio.
Como todos los genios, Eddie fue temperamental; impulsivo; volátil, y eso se reflejó tanto en su música como en sus relaciones con los otros integrantes de Van Halen, a excepción de su hermano, Alex, con quien formó una mancuerna indestructible.
Conocidos fueron sus choques con Roth y Hagar, durante las distintas etapas en que cada uno de ellos se encargó de ser la voz de la agrupación, e incluso con el bajista Michael Anthony, a quien Eddie separó del grupo después de casi 25 años de ser compañeros para darle su espacio a Wolfgang, cuando su hijo era aún un adolescente.
Al final es claro que Van Halen siempre se movió al ritmo de su guitarrista, quien también era el autor de buena parte de la música que conforma la amplia discografía del grupo y que incluye 12 álbumes de estudio, ocho grabados con Roth, cuatro con Hagar y uno con el cantante Gary Cherone, reclutado tras su éxito al frente de Extreme pero cuyo paso por la banda fue breve.
Incluido en el 2007 como parte del Salón de la Fama del Rock and Roll (ceremonia a la que Eddie no asistió), Van Halen ha vendido más de 80 millones de discos en todo el mundo, siendo una de las bandas de rock más exitosas de todos los tiempos.
Sus giras, si bien siempre estuvieron marcadas por tensiones internas, se contaron entre las más lucrativas y, fuese con Roth o Hagar como vocalista, Van Halen siempre logró agotar la capacidad de cualquier recinto donde se presentara.
Además de su trabajo con el grupo que lideró, el guitarrista también se dio la oportunidad de poner su habilidad al servicio de otros artistas, colaborando en grabaciones de estrellas como Frank Sinatra, Gene Simmons, Roger Waters, Black Sabbath, Steve Lukather, Bryan May y hasta el rapero LL Cool J.
Sin embargo, su trabajo com invitado más notable es el legendario solo de guitarra que le aportó a Beat It, el megaéxito de 1983 que consolidó al disco Thriller como el más vendido de la historia y a Michael Jackson como el Rey del Pop.
Enmarcado como uno de los solos más imitados de la historia, Eddie confirmó que su participación en el tema de Jackson fue poco premeditada, tras recibir una invitación del productor Quincy Jones que al inicio él se tomó como una broma. Jones le indicó a Van Halen que tocara lo que quisiera y el guitarrista se lo tomó a pecho, creando por su cuenta aquel explosivo testimonio de su talento y por el cual no cobró a Michael.
Y es que escoger el mejor solo de guitarra de Eddie Van Halen es tan complejo como votar si su grupo fue mejor durante la etapa con David Lee Roth o en los años de Sammy Hagar.
Todos los fanáticos tienen sus favoritos, pero sí pareciera haber consenso en que dentro de los trabajos esenciales del guitarrista están Runnin' with the Devil, Ain’t Talking About Love, Dance the Night Away, Hot for Teacher, Top of the World, Poundcake, Dreams, Right Now y Panama... apenas por mencionar un puñado.
Incluso Jump, el único sencillo de la banda que alcanzó el número 1 en el Top 100 de Billboard, tiene el sello de Eddie por todo lado, pues aunque es el teclado el instrumento predominante en esa canción por encima de la guitarra, igual es él quien se ocupa del sintetizador.
Los Van Halen se mudaron de Holanda a los Estados Unidos en 1962 y desde pequeños los dos hermanos llevaron clases de piano. Eddie, aunque nunca aprendió del todo a leer partituras, interpretó en público composiciones de Bach y Mozart e incluso ganó un concurso infantil de piano, previo a pasarse por aburrimiento a la batería, en tanto que Alex le tomó gusto a la guitarra.
Años más tarde, e influenciado por Eric Clapton y Jimmy Page, Eddie le pediría a su hermano que intercambiaran instrumentos y el resto es historia.
Hoy, Eddie Van Halen afina su guitarra al lado de otros genios eternos de la “lira” que le antecedieron en su partida, como Jimi Hendrix, Duane Allman, Chuck Berry, Prince, Randy Rhoads y B.B. King. Acá quedamos los que escucharemos, una y otra vez, los playlists en honor a su obra.
Hoy en este hogar se oye Van Halen... y mañana también.