Rodolfo Emilio Morales Sáenz, cantautor y compositor de aclamadas piezas nacionales como María y No deseo ni pensar del grupo Gaviota, falleció el jueves 19 de setiembre, a sus 75 años.
En el 2006, Morales fue distinguido con el premio Ricardo Reca Mora de la Asociación de Compositores y Autores Musicales de Costa Rica (ACAM), un galardón que reconoce la trayectoria artística más destacada en el ámbito musical del país.
“Siempre creyó que su última canción era la mejor”, fue una de las anécdotas con las que Carlos Guzmán, líder de Gaviota, recordó a su amigo y colega del compositor. Durante décadas, ambos forjaron una amistad que se nutría de su amor por la música: Rodolfo Emilio componía una canción con su guitarra, grababa las melodías en un casete y se lo cedía a Guzmán, para que les realizara los arreglos.
Además de su talento musical, Rodolfo Emilio se distinguía por su carácter alegre, amable, humilde y servicial. Guzmán evocó cómo siempre se preocupaba por el bienestar de quienes lo rodeaban. Incluso, como se consideraba un excelente masajista, se ofrecía a darle masajes a sus amigos para que se sintieran mejor.
En palabras de Carlos Guzmán, Rodolfo Emilio Morales fue quizás el compositor de música popular más relevante en la historia de Costa Rica, no solo por las canciones que escribió para Gaviota, sino también por aquellas que creó para otros grupos y solistas nacionales.
Su repertorio abarca una vasta diversidad de temas, caracterizados por una notable riqueza musical y letras profundas y emotivas. Desde el momento de sus lanzamientos, estas canciones tuvieron un éxito rotundo, al punto de que Gaviota las sigue interpretando y aún resuenan en el público.
Entre sus composiciones más destacadas se encuentran Ayúdame a olvidar, Otra vez solo, Dama y Caballero y Yo tengo el pan. Además, Rodolfo Emilio adaptó canciones al español, como la alegre Julieta Tata, para el grupo Manantial.
Junto con Guzmán, también versionaron Puerto Solitario, una pieza original en portugués.
Para honrar la memoria de su entrañable colega, con quien tuvo la oportunidad de viajar a festivales internacionales de música en Chile y España, Guzmán enfatizó en que el público tiene la tarea de buscar las composiciones de Rodolfo Emilio, con el fin de “rescatar mucha música que está por ahí, un poco escondida, para que nos demos cuenta de la calidad de compositor que tuvimos”.
La velación de Rodolfo Emilio se lleva a cabo en la Funeraria del Magisterio de Heredia, este viernes 20 de setiembre, desde las 2 hasta las 6 p. m.