“Para algunos soy genial y un artista destacado, para otros solo soy un marihuano tatuado”. Eso canta Crypy 626 en uno de sus versos más recientes. Directo, a la cara, pesado: así es el personaje que se inventó Gerson Rodríguez, originario de Turrialba y actual josefino.
“Es como mi lado irreverente, rebelde, pero a la vez es un personaje inteligente”, comenta Rodríguez, acerca de su álter ego. Él conoció el hip hop a los 13 años –gracias a artistas como Notorious B.I.G.– y las rimas empezaron a fluir de su boca a partir de 1999. Recuerda que gente de otras generaciones empezó a rimar en su colegio. “Me gustó y ahora soy como el único que lo siguió haciendo de todos los que lo hacían allá” dice.
Crypy 626 actualmente trabaja con Producciones Sangre Tica y Ruff & Tuff. Su productor es DJP (quien también trabaja a Toledo) y con él es que ha producido sus únicos dos discos (o mixtapes, como les llama) y todos los videos suyos que rondan en Internet, para canciones como Weed Lover, Típico cerdo y My Queen.
Ve su música como un espejo de su realidad, de lo que lo rodea. “Yo no puedo fingir sentimientos a la hora de crear música. Lo hago dependiendo de mi estado de ánimo. Mis líneas son para pensar; mis canciones están llenas de metáforas, doble sentido e ironía”.
Sobre sus letras, dice: “Yo critico a las personas que se aprovechan de la religión y la utilizan como un negocio. Critico el poco apoyo del tico hacia los artistas y critico la doble moral de nuestro país”. Sin embargo, corre con suerte: asegura que la música le ha dado para vivir, ya que se volvió su trabajo a tiempo completo.
Sus canciones rotan en Radio Urbano (105.9 FM) y en Internet su música se comparte gratuitamente. Por medio de www.djpcr.com, los seguidores pueden bajar Cryptonita y Típico cerdo, sus dos mixtapes. A la vez, se considera uno de los mejores del país en el estilo freestyle, yendo a varias competencias internacionales.
“He tenido que esperar muchos años para alcanzar el nivel profesional en el que estoy ahora. Yo trato de hacer algo que nadie hace ni ha hecho”, concluye.