Ciudad de Panamá . La noche estaba como para salir corriendo, o bien para que apareciera un vendedor de desodorantes ambientales. Pero, difícilmente, alguna de las dos opciones serían posibles, a las 3 a. m., en la aduana de Costa Rica, en Paso Canoas.
Lo único que quedaba por hacer, durante las próximas tres horas, era soportar el taladrante olor a orina que recibió al centenar de beliebers ticas y sus padres, que se dirigían rumbo a Panamá. El objetivo era asistir hoy jueves, al concierto que Justin Bieber ofrecerá, en el Estadio Rommel Fernández, en Ciudad de Panamá.
Las palabras estaban sobrando para expresar lo terrible de la situación; los rostros hablaban aún más fuerte que los estruendosos gritos que las jóvenes dieron, durante las primeras dos horas de periplo, cada vez que en las pantallas del autobús aparecía un video del artista canadiense.
El conductor les aseguró que llegar a esa hora las puso en una situación muy favorable, porque serían las primeras en realizar los trámites cuando los burócratas aparecieran.
Sin embargo, fue claro que todos preferirían estar en el autobús, con aire acondicionado, sus frazadas de Angry Birds y si se desvelaban, revisar en sus teléfonos inteligentes si Justin ( porque para ellas es así, solamente Justin) volvió a tuitear en su cuenta de más de 40 millones de beliebers .
Fiorella Montero le preguntó a su madre infinidad de veces: “¿qué hora es”?, pero por más que ella, y muchos otros revisarán el reloj, los minutos transcurrieron lentos. El suelo fue el mejor asiento.
Pese a todos los inconvenientes, a las caras de niñas que pedían a gritos dormir, el ánimo desapareció; aún en esas condiciones, había un único tema del que todas querían hablar: ¡Justin Bieber!
¿Cuantos años tiene Justin?, retó un joven a una compañera de viaje. Aquella interrogante fue el detonante para que una niña terminara de despertarse, a las 5:15 a. m., y como si de su respuesta dependiera el honor de muchas beliebers en el mundo, no solamente le respondió su edad (19 años) sino que le dijo qué día (1.° de marzo) y año (1994) fue su nacimiento. Triunfo para la fan.
En la aduana panameña la experiencia no fue distinta: olor a orina, largas filas, funcionarios aduaneros que no sabían por dónde comenzar a atender a los excursionistas.
Como disfrutaron los liguistas la victoria ante el América, en el Azteca, así se gozó el momento en que esos primeros viajeros ticos pusieron un pie en Panamá.
“Mami estamos en Panamá y Justin también”, decía María Lucía Carvajal. Ella y otras amigas y beliebers volvieron a soñar con ese gran encuentro de hoy.
El sueño pudo más que la pasión, y luego de desayunar en la zona fronteriza, las siguientes dos horas fueron de calma, de rostros cansados con sus ojos cerrados y de cabellos despeinados, algo imposible de vencer cuando no se pasa por una ducha en más de 15 horas.
Aún en medio del largo peregrinar, el viaje permitió ver cómo el entusiasmo se combina con la amistad. Ese es el caso de Abigail Rivera y Maybell Guevara. Ellas son amigas desde el kínder, y ahora, a sus 14 años, las une también la pasión por Bieber.
Sentadas juntas por largas horas tuvieron tiempo de hablar de los temas más importantes que pueden tener en este viaje. El principal en la agenda era ir la noche del miércoles al hotel donde se hospeda Justin, con el objetivo de ver si sale a su ventada a saludar, como acostumbra en otros países.
Esa misma complicidad es la que no se cansaron de compartir Estefania Aguilar, de 15 años y Yancy Jiménez, de 17 años. Jiménez convenció a sus padres que le dieran el viaje desde su querida Cartago, hasta Ciudad de Panamá.
“Pedí que fuera mi regalo de Navidad, de cumpleaños. Es mi sueño ver a Justin, no hay nada más. Hemos esperado por esto desde el 2010”, añadió Aguilar, sentada al lado de su amiga.
A las 5:58 p. m. (hora de Costa Rica), el autobús recorría las calles de Ciudad de Panamá, cuando los gritos elevó los decibeles dentro del autobús, a niveles ensordecedores. La razón: estaban pasando cerca del hotel donde se supone está hospedado Bieber.
Finalmente, a las 8 p. m., hora de Costa Rica, un grupo de niñas salió en búsqueda de Bieber por Panamá, esperanzadas y soñadoras.