El poder transformador de la música tocó a 35 pacientes del Hospital Nacional de Niños y los unió en la primera orquesta de ese centro.
La agrupación está integrada por niños y jóvenes que aprenden a tocar instrumentos de cuerdas y percusión, y debutó ayer en un concierto en los jardines del centro médico. La presentación se da luego de cuatro semanas de clases de música, con su maestro David Beltrán.
En su participación, el nuevo ensamble ofreció una corta pero emotiva interpretación, en la que mostraron sus habilidades musicales ante los ministros de Salud y Cultura, personal del centro médico, padres de familia y algunos pacientes que se asomaban por las ventanas del hospital capitalino.
“La idea de hacer una orquesta integrada por niños con enfermedades crónicas (pacientes que por su condición deben pasar una gran cantidad de tiempo en el hospital) es para acompañarlos y que la música sea una fortaleza para ellos en la difícil circunstancia que están”, comentó Manuel Obregón, ministro de Cultura.
La creación de esta orquesta se da gracias a la unión de esfuerzos entre el centro de salud y el Sistema Nacional de Educación Musical (Sinem).
Como parte de este proyecto, el hospital ofrece el espacio y el tiempo para que los pequeños puedan tomar clases. Por su parte, el Sinem aportó la compra de instrumentos y la asignación de un maestro.
La inversión en esta iniciativa supera a ¢6,6 millones. Este dinero proviene del presupuesto del Ministerio de Cultura.
“Esta es una experiencia muy bonita porque he conocido personas con enfermedades parecidas a la mía y hemos compartido nuestras experiencias. Formar parte de un grupo es muy gratificante”, comentó Nicole Badilla, de 12 años, paciente de fibrosis quística y violinista en formación.
Para Yamileth Aguilar, vecina de Cartago, desde que su hija María Dilana forma parte de la agrupación, ha visto cambios muy positivos en ella.
“Mi hija es una niña muy callada y, desde que se unió a la orquesta, conversa más. Estoy agradecida porque esta oportunidad hace que los niños puedan sentirse como cualquier otro de su edad”, aseguró esta madre con gran orgullo.
Por su parte, el doctor Orlando Urroz, uno de los impulsores de la iniciativa en el hospital, dijo: “Esto es extraordinario para chiquitos que nunca tuvieron idea de tener acceso a un instrumento musical y hoy tocan ante el público”.