A las 8 p. m., las filas disminuyeron en los toldos de bebidas que se levantaron en el Tajo del Parque Diversiones.
Los clientes se comenzaron a desplazar hacia un megaescenario en el que pronto aparecería Ozuna, el cantante por el que miles de almas esperaban en el festival Grito Latino.
La expectativa crecía. La música de DJ alentaba a la muchachada que llevaba horas congregada en ese sitio, que en los últimos años ha sido imán para los productores de conciertos.
Con los minutos crecían las ansias y la energía; un ambiente caluroso que increíblemente se mantenía nueve horas después de iniciada la fiesta.
Todos estaban conscientes de que la estrella pronto llegaría con su derroche de éxitos. En principio saldría a las 8 p. m., pero el tiempo corría y nada.
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Ozuna se dejó ver por el extasiado público costarricense a las 8:20 p. m. El llamado negrito de los ojos claros salió en medio de un bullicio indescriptible, una euforia inédita de un público que vibra con la música urbana, la misma que descargaría el puertorriqueño durante su primera presentación en el país.
Que será de mí marcó el inicio del encuentro con los ticos y, en medio de la letra, se colaron los saludos. “¡Buenas noches, Costa Rica! ¡Pura vida!”, dijo.
Así llegaría el primer hit: Tu foto, que cantó de principio a fin junto con aquella fanaticada que fielmente lo esperó por horas y que fielmente lo coreó.
Los cuerpos de hombres y mujeres comenzaron a moverse sensualmente apenas iniciada la presentación, seguramente la más esperada por los seguidores allí reunidos.
Ozuna mantendría al tope aquel ambiente durante la más de una hora que se mantendría sobre el escenario. Quiero repetir y La modelo fueron las siguientes piezas en el repertorio del cantante de 26 años.
“¿Dónde están las mujeres? ¿Cuántas de ustedes quisieran pasar una noche de aventura?” Preguntó el cantante.
Como si estuviera ensayada, la respuesta, a gritos, de todas las chicas presentes en el lugar fue ensordecedora.
Precisamente, Noches de aventura hizo vibrar aún más el Tajo. El coqueteo entre el músico y sus fans continuó. “No sabía que querían tanto al negrito de ojos claros aquí (en Costa Rica)”, afirmó la estrella antes de que comenzara a cantar Síguelo bailando, tema con el cual invitó a las mujeres a bailar solas o acompañadas.
En aquel festín urbano y cadencioso, Ozuna le dio espacio a sus inicios. “Esto sonó hace dos o tres años”, aseguró.
Corazón de seda permanecía fresca en el gusto del gentío. Como todas sus antecesoras, el público la coreó a viva voz.
Así en el show se asomaron algunas sorpresas: fuego, pirotecnia y humo que, sin duda, incidieron en el la alta temperatura del espectáculo.
“Mi primera vez aquí y me hacen sentir como si fuera mi casa. ¡Gracias, Costa Rica!”, dijo en medio de una pausa que se tomó, un descanso que Ozuna aprovechó para llamar al escenario a su hija Sofía, a quien le pidió que saludara.
“Diga: hola, Costa Rica”, le pidió a la niña al oído. La pequeña saludó. Junto con ella, el cantante lanzó las primeras líneas de Única, solo un fragmento y a capela, y, nuevamente, Tu foto. El público respondió con euforia, como cada vez anterior.
Sofía salió del escenario como una estrella más. El concierto continuó con Única, esta vez con música. En medio camino, ordenó detener la música para cantar a capela. “Para que en Puerto Rico sepan que en Costa Rica se saben esta pieza”.
Posteriormente, comenzó otra seguidilla de éxitos, las que el público esperaba. En medio de la algarabía bailaron y cantaron Una flor, Se preparó, No quiere enamorarse, La rompecorazones y Que va.
Al epílogo de la noche interpretó Dile que tú me quieres y, la más esperada de todas, Criminal, que fueron fiesta total.
Ozuna sabe bien cómo complacer a su gente y mandarla satisfecha para su casa.
Horas de música
Ozuna cerró una edición más de Grito Latino, un festival que incluye en su cartel a artistas locales con el fin de permitirles generar vínculos con el público nacional, así como con mánagers y productores internacionales.
De ahí que el puertorriqueño fue el cierre de una serie de presentaciones con DJs y bandas costarricenses, que empezó desde el mediodía de este sábado.
Sobre el mismo escenario desde el que Ozuna llevó al clímax al público también estuvieron Los Ajenos y Entrelíneas; así como los DJs Luis Hernández, Kevin Barboza, Jürgen Dörsan, Jess y Tony y Fercho.
Ellos se presentaron a lo largo de la tarde frente a un público que fue creciendo con el paso de las horas, hasta abarrotar el Tajo del Parque Diversiones.
El acceso a ese recinto de La Uruca se habilitó desde antes del mediodía cuando ya cientos de personas esperaban ansiosas para ingresar e instalarse en los puntos con vista privilegiada de las locaciones adquiridas.
Posiblemente esos cientos de personas que “madrugaron” llegaron al lugar sin mayor problema. Después de la media tarde, el transitar en vehículo por las distintas rutas de La Uruca hacia el Parque Diversiones puso a prueba la paciencia y perseverancia de cualquiera.
La llegada se complicó más debido a los necesarios retenes policiales que la Fuerza Pública realizó en la misma ruta.
Mientras ese era el panorama en carretera, adentro el mundo era otro: euforia, baile y ensordecedor reguetón.
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Aunque la lluvia también hizo una amenaza durante la tarde, solo sirvió para refrescar un ambiente que ya de por sí ardía.
Así el festival Grito Latino nuevamente se echó al público en la bolsa, una audiencia que no tuvo reparos en disfrutar la extenuante jornada musical.
Puertorriqueño fue el plato fuerte del festival Grito Latino, que incluyó en su cartel, como es costumbre, a bandas y DJs nacionales.