Ya lo había advertido: a Costa Rica venía a darle todo lo que quisiera. Dos años sin pisar territorio nacional era demasiado tiempo para Pablo Alborán.
Los fanáticos, en su gran mayoría mujeres, habían estado conteniéndose los suspiros y gritos para cuando el anhelado reencuentro llegara. Y así fue.
El Estadio Nacional fue este jueves el testigo de toda esa euforia que habían estado reteniendo desde el 2018. Fue un desahogo tan grande, que era capaz de aturdir. Pero no se pueden juzgar, de hecho estaban más que aceptados los constantes “te amo” que las seguidoras le gritaban cada vez que tenían oportunidad.
A las 7:51 p. m. de entre la oscuridad del escenario apareció vestido completamente de negro el cantante español, quien comenzó la calurosa velada con el tema No vaya a ser.
Desde ese momento, Pablo Alborán llevó al público por un sinfín de emociones; y en realidad eso era todo lo que los fanáticos, que no dejaron espacios vacíos en el recinto en su versión anfiteatro, necesitaban.
Pasos de cero comenzó a sonar y el Nacional se unió en una sola voz, acompañando al cantante que solo podía mirar al público y sonreír. La magia estaba hecha.
Luego vino La Escalera y Dónde está el amor, temas que fueron coreados de principio a fin con un sentimiento que era capaz de contagiar a cualquiera. Pero la noche apenas estaba arrancando.
El artista estuvo acompañado en todo momento por su banda, integrada por siete músicos y quienes se complementaron con un juego de luces espectaculares que se encargaron de hacer un verdadero show mientras sonaba Recuérdame, uno de los más grandes éxitos de Pablo Alborán.
Era el momento de Quién, canción que el público acompañó a todo pulmón, como si fuera una dedicatoria con mucho sentimiento.
Y así continuó la fría pero despejada noche en la Sabana, donde no faltaron temas como Cuerda al corazón, Lo nuestro y Quimera.
Lo que sí quedó claro es que Pablo Alborán es un hombre de pocas palabras. Él no se tomó muchos minutos para interactuar con el público.
“Gracias por el cariño, los mensajes, por estar siempre pendientes. Por ustedes, estoy aquí, son la única razón por la que subo al escenario y juro que les entregaré todo mientas ustedes lo quieran”, dijo en su única intervención el cantante, quien ya se había echado el público a la bolsa.
Posteriormente solo hizo pequeñas intervenciones, fueron frases que llegaron al alma de quienes estaban en el Nacional y que arrancaron cientos de suspiros. Además, en cada una de ellas dejó claro que se sentía feliz de haber regresado a territorio nacional, mientras interpretaba temas como Tanto, Perdóname o Te he echado de menos.
“A Costa Rica le perdono todo” o “A Costa Rica la sigo hasta la muerte”, fueron algunas de las palabras del artista malagueño de 30 años. Y eso era justo lo que los fans necesitaban escuchar para subir la adrenalina al tope.
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Justo en ese momento las luces se apagaron y comenzó a sonar Saturno y mientras el español cantaba, el publico movía sus manos de un lado a otro en una misma sincronía.
Y más allá de la música, Pablo Alborán es un seductor y lo suficientemente atractivo para enamorar a sus miles de seguidoras en territorio nacional con un solo parpadeo.
Sus sensuales movimientos desataron la locura en el estadio. El artista sabe lo que tiene y lo aprovechó al máximo: cantaba, tiraba besos, se subía la camisa, bailaba y seguía cantando. Más aún con temas como La llave y Tabú, dos de sus más recientes éxitos.
Pero de pronto volvieron las baladas, tan pronto como el despecho que se sentía en el Nacional. Por fin, Tu refugio, Curo tus labios y Miedo eran parte del repertorio.
El tiempo pasaba pero la energía no se agotaba y por el contrario, parecía que el concierto apenas estaba iniciando. Idiota y Vivir prosiguieron en el repertorio del cantante, mientras los gritos y la euforia no cesaban.
Por un momento las luces se apagaron y tan pronto como se encendieron, dejaron ver al artista tocando el piano mientras interpretaba Solamente tú, uno de los temas con los que se dio a conocer. Ese era el anuncio de que el concierto estaba entrando en la recta final.
Tras un insistente “otra, otra”, el artista volvio a salir al escenario para despedirse de su fiel público con los temas Extasis y Vivela.
“Vivan, que la vida es una”, fue el anuncio de que las dos horas que duró la velada estaba por terminar. El artista agradeció una y otra vez al público que no podía parar de aplaudir por aquel espectáculo.
Pablo Alborán continuará con su gira Prometo por países como Chile, Perú y Uruguay, para comenzar a prepararse para el lanzamiento de su nueva producción discográfica, que saldrá a finales de este año.
La telonera para este show fue la cantante costarricense Avi, quien mostró su talento sobre el escenario. La tica estuvo acompañada del venezolano Lino quien puso a bailar al Estadio Nacional.
El cantante español fue el primero en presentarse como parte del Costa Rica Music Festival, que continuará este sábado con la presentación de Christine D’Clario; mientras que el domingo quien se presentará será la banda Caifanes. El festival culminará con el concierto del pianista griego Yanni, que se llevará a cabo el próximo 21 de marzo.