S iendo una de las figuras más renombradas de la música local, es impresionante que Pato Barraza no tenga representante (o mánager) más que sí mismo y que, 25 años después de comenzada su carrera artística, todavía sea él quien se encargue del teje y maneje de su apretada agenda.
No obstante, el dato de no debería de sorprender, puesto que el músico es y siempre ha sido el único común denominador de su éxito. Tras compartir el nombre del grupo Inconsciente Colectivo con más de 10 colegas que circularon en sus filas durante sus 15 años de existencia, es a él a quien la gente recuerda.
Lo recuerda, en efecto, porque fue el cantante y principal compositor de la banda, pero también por ser el líder ideológico de la misma, y porque esa ideología se ha visto calcada en cada uno de sus siguientes proyectos musicales. Le guste o no su música, usted no puede poner en tela de duda la autenticidad característica de Barraza. Es él, y ya.
Este año, Pato lanzará la compilación 25 años de carreras , en la que repasará su legado musical desde 1989 e incluirá temas nuevos y nuevas versiones de algunos clásicos.
“Hace cinco años saqué el disco 20 años de carreras , el cual compilaba baladas y algunas piezas nuevas. Esta vez voy a recoger todas las canciones, en las tres facetas que he tenido durante estos años: baladas, movidas y roqueras”, comentó.
Si bien el compilado no tiene fecha fija de lanzamiento, la conmemoración del aniversario de su carrera es uno de sus mayores impulsos –aunque no el único– para el 2014. Con ese norte próximo, el músico conversó con La Nación y recordó su historia, acompañado por una taza de café, sentado en su casa de habitación, en Desamparados.
Destino. Cuando estaba en sus veintes, Pato Barraza entró a la Universidad de Costa Rica con la intención de estudiar computación y terminó cursando lo mismo, pero en el Tecnológico. “Ese es otro cuento”, dice, porque nunca concluyó la carrera, gracias a que la música se puso en su camino, o él en el de la música. No sabemos.
Lo cierto es que, cuando merodeaba el pretil de la UCR, siempre andaba con su guitarra y, en una de esas, conoció a los integrantes del dúo (luego grupo) Café con Leche: José Capmany y Enrique Ramírez.
Cuando Capmany y Ramírez tomaron rumbos distintos, Barraza fue contactado por Ramírez para que le ayudara a armar una agrupación con músicos de Tres Ríos.
Patricio los reclutó, pero algo sucedió en la mezcla que no permitió la química entre los integrantes y Ramírez, por lo que la banda le dijo a Pato que mejor se quedara él con ellos. Así nació Inconsciente Colectivo, en algún mes de 1989.
“Jamás me imaginaba que se iba a convertir en mi carrera”, dice el artista. La primera pieza que lanzaron fue Avenida central , inspirada en la vía principal de San José y en todos los males que en ella ahondaban, sobre los cuales pocos sacaban pecho para comentar en público, mucho menos en una canción.
“ Avenida central fue programada primero en Guatemala que aquí, y fue un éxito allá. La gente pensaba que era sobre la avenida central de Guatemala, que es la avenida sexta, donde luego fuimos a tocar, en un llenazo”, recuerda.
Desde entonces, Pato ha tenido amargos encuentros con la radio costarricense: “Acá, los programadores prefieren ir a la segura; no quieren apostar nada, como si una canción les fuera a bajar la radio. ‘Si esto es un éxito a nivel mundial, yo lo pongo’, dicen”. Avenida central luego fue un éxito radial en Costa Rica, colocándose durante varias semanas consecutivas en los primeros puestos de popularidad.
Alzada. En 1990, la banda registró en el estudio su sencillo Frágil , quizá el tema más emblemático de Barraza hasta la fecha. “Las radios a las que habíamos llevado la pieza nos dijeron lo mismo de siempre: que era muy larga, que no tenía coro, que la letra era complicada...
“Fue rechazada por unas 10 o 15 radios. Fuimos a Radio Uno, donde nos debían un canje. No les gustaba, pero la pusieron por una semana. ‘Si nadie llama, va para fuera’, dijo el programador. Cuando iba de número 9 en Radio Uno, otra radio nos llamó para decirnos que le iban a dar la oportunidad. Al rato fue número uno en ambas y todo mundo empezó a programarla”, recuerda.
Esta vez, la ecuación fue a la inversa: Frágil pegó primero en Costa Rica y luego en otros países. Con el tema, la banda ganó un concurso de Yamaha a nivel costarricense y latinoamericano, lo que le permitió presentarse en la final mundial, en Japón, en 1992.
Después de intentar pegar más sencillos en la radio, Inconsciente Colectivo viajó a Guatemala a grabar su primer álbum homónimo, que salió a la venta en 1994. 2.000 discos salieron a la venta; 2.000 se vendieron. Durante esa década, la banda ofreció varios conciertos, no solo en Costa Rica, sino también en Guatemala, Nicaragua y Panamá.
Varios cambios de alineación vinieron en el futuro, hasta dar con la definitiva: Barraza en voz y guitarra, Eduardo Carmona en el bajo y Rafa Ugarte en la batería, una formación que se dio a conocer en 1998, cuando salió Pastillas antidepresivas, religiones y demás para el alma , el segundo disco de la banda.
Con el álbum, el grupo colocó más sencillos icónicos en la radio: Cautiva de mar , Condición y Reencarnación , además de colaborar con artistas como Capmany, Bernardo Quesada, Luis Montalbert-Smith y Ricardo Ramírez. Graban también Inconscierto , un disco en vivo en el que se incluyen sus mejores temas y terminan su carrera en el 2004, tras lanzar un año antes su trabajo final, Data .
A solas. Desde antes de la desintegración de Inconsciente Colectivo, Barraza había empezado a ofrecer conciertos acústicos para poder subsistir, junto a su buen amigo Capmany.
Patricio también se ha dedicado a hacer jingles publicitarios y animación digital, pero ahora se mantiene en un 90% por la música. Tiene un estudio de grabación en casa, en el que registra sus canciones y trabaja con otros músicos.
En el 2008, las oportunidades de tocar en algunos conciertos grandes lo obligaron a tener una banda, y creó Trespuntocero, con la que todavía se presenta en directo.
Con Trespuntocero se ha apuntado varios éxitos, como Vas a perder la cabeza y Rescátame , los cuales promovió principalmente en televisión, dado que a la radio le perdió la fe desde hace mucho.
Este año, estrenó Sobrenatural, grupo en el cual explora otros géneros como el reggae roots , con canciones viejas y nuevas composiciones. A la vez, tiene el proyecto a futuro de grabar versiones de sus temas en salsa, por la cercanía que tiene con el género y con orquestas como Timbaleo y Son de Tikizia.
Hace unos años también dio forma a Gallo Pinto All Stars, colectivo de músicos de la vieja guardia que interpreta varios de los temas más populares del rock criollo.
25 años han pasado, y Pato sigue tan prolífico como nunca; más que eso, tiene el mismo ímpetu que demostró cuando empezó a tocar. Verlo hoy, jugando con su guitarra, es como si esos años no hubieran transcurrido jamás, y escucharlo cantar sigue provocando exactamente lo mismo en la gente.
Opiniones. Barraza siempre ha sido muy vocal con respecto a sus gustos. No pocas veces la ha arremetido en contra del reggaetón , por los valores que promueve y por considerarlo la consecuencia directa de un modelo de las disqueras para enfrentar la piratería.
Sobre el estado actual de la música costarricense, tiene un par de quejas. La primera es que muchos artistas están favoreciendo la comercialidad por encima de todo.
“Si usted pone un pie en una tarima ya es comercial, pero cuando vende el trasero para ser comercial es otra cosa. Madonna, Britney y todas las otras ya lo enseñan bastante. Esto depende de la consciencia de cada uno, pero sí siento que hay artistas que se dedican a romper con valores para vender, y eso no es necesario”, manifiesta Barraza.
Por otro lado, no le sienta bien el uso del inglés en la música costarricense. “Si vivo en un país en el que se habla español y me crío en español, no entiendo por qué muchas bandas hacen música en inglés.
“Sí, hay bandas que saben pronunciarlo bien, pero hay muchas que no. Entiendo cuando piensan en el mercado internacional y lo logran, pero muchos no. Es hacerlo porque es lo más fácil; rimar en inglés es fácil: fly , high , sky , my , fry ... En cambio, el español es difícil, hay más consonantes, las palabras son más largas. Sí considero que ese es uno de los bemoles que he visto en esta época”, concluye un músico que habla de lo aprendido a lo largo de 25 años.