A las 9:14 p. m. de una velada que tuvo lluvia cayendo de forma intermitente, aparecieron los Red Hot Chili Peppers (RHCP) en el Estadio Nacional, en La Sabana.
Anoche, la gente ahí reunida recibió con gritos y aplausos a la banda californiana, que abrió con
Anthony Kiedis, cantante de los RHCP, dijo “buenas noches” en español y eso desencadenó una mar de gritos. Siguió
“Gracias, San José”, dijo Flea, el bajista, y el grupo entregó su tercer tema de la noche que fue
Un estadio que lo mismo tuvo a ticos que a extranjeros, ya que había gente de El Salvador, de Estados Unidos y también de Panamá. Hubo quienes se trasladaron desde lejos, como playa Negra, en Guanacaste, solo para ver a los Chili Peppers; así lo hicieron Jerónimo de Almacea y Estefanía Pihen.
Lo mismo hubo adultos que niños, como Daniel Mora (13 años), Alejandro Herrera (12) y Luciano Beeche (12), todos amigos que ya habían visto antes de Green Day y a Maná. Sin embargo, para el pequeño Vibert Lennox Griffith, de nueve años de edad, aquel fue su primer concierto internacional.
Los RHCP fueron entregando, hasta el cierre de esta edición, temas como
Y hubo un momento en que la lluvia iba y venía. Antes de los RHCP, el Estadio se fue llenando de a pocos. A las 6:30 p. m., la gramilla, donde estaba dispuesta la zona vip, estaba apenas a una cuarta parte de su capacidad. Las graderías tenían muy poca gente repartida a todo lo largo. Dos horas después, el lugar mostraba una notoria diferencia y estaba casi lleno.
La gente con capas plásticas, de esas que los vendedores ofrecían a dos por ¢1.000, pintaron a la gramilla como una zona multitono: gente forrada de verde, amarillo, rojo; incluso, algunos iban de transparente.
La lluvia iba y venía a su antojo, pero justo cuando el grupo tico Keep the Gap salió al escenario, en punto a las 8 p. m., se detuvo.
Era su primera vez como teloneros de un concierto de esas dimensiones y tenían que cumplir con un público que siente empatía por la sonoridad específica de Red Hot Chili Peppers o bandas similares.
Debían lidiar, además, con el hecho de ser una banda joven y aún desconocida para las masas.
El grupo tico apostó por entrar fuerte con el tema
A este tema siguieron
El gentío, para ese momento ya bastante generoso porque ocupaba más de la mitad de la gramilla y casi todo el espacio de graderías, escuchó en general atentamente a Keep the Gap. Y los aplausos fueron bastante comedidos.
Para terminar la presentación, la cantante Michelle Pauly se despidió y agradeció los aplausos. “Somos Keep the Gap. Es muy importante para nosotros poder estar aquí esta noche. Gracias por ponernos atención y que disfruten a los Red Hot Chili Peppers”, dijo.
Rebeca Werkstteller nunca había escuchado a Keep the Gap y anoche fue su primer acercamiento a la propuesta de los nacionales. “No los conocía, pero me parece que estuvo bien”, dijo a
Manuel Montero, productor y locutor de la radio 104.7 Hit, fue generoso en su evaluación con respecto al desempeño de Keep the Gap. “Me gustó la actitud con la que salieron a tomarse el escenario. Sonaron bastante bien, a pesar de uno primeros fallos en el sonido, pero lo sortearon bien”.
A las 8:45 p. m., mientras preparaban el escenario para la llegada de los Red Hot Chili Peppers, la gente continuaba entrando al lugar para cumplir con la cita.