Antes de aparecer en escena, Roger Waters, exlíder de la banda Pink Floyd, hizo una advertencia este sábado 2 de diciembre en el Estadio Nacional, donde se presentó por segunda vez en Costa Rica.
“Si eres de los que dicen: ‘me encanta Pink Floyd, pero no soporto la política de Roger, harías bien en irte a la m..., e ir al bar en este momento’.
Las palabras no salieron de su boca, pero así se proyectaron a través de las bocinas y se pudieron leer en una amplia pantalla.
Luego el escenario se iluminó y en él se dejaron ver lo que parecía una sala de hospital. El doctor Roger Waters atendía a una persona en silla de ruedas mientras interpretaba la nueva versión del clásico Comfortably Numb, la canción que habla de la sanación interna y externa de los seres humanos. La escena y la voz del británico se acompañaron por la proyección de grabaciones que recreaban el videoclip de la canción.
Como se veía venir, Waters, quien inició su gira de despedida This is not a drill hace año y medio, acompañó sus canciones con la crítica social y política que acostumbra. Así lo hizo en el 2018, cuando tocó por primera vez en Costa Rica y lo reiteró en este retorno.
Las interpretaciones que prosiguieron fueron The happiest days of our lives y Another brick in the wall (partes 2 y 3). En su primer concierto en el país, Waters se hizo acompañar en los coros de un grupo de niños y niñas del Oratorio Don Bosco. Esta vez no hubo infantes; su presentación contó con el acompañamiento de pantallas en las que compartió mensajes que decían que las personas no necesitamos armas, ni drogas, ni tampoco muros. Por el contrario, si es necesario el amor, palabra que proyectó en los colores de la bandera LGTBIQ.
Tributo al líder indígena Jehry Rivera
En el tema The Powers That Be, Roger Waters denunció varios casos que ha causado polémica en el mundo, como el de la muerte del afroamericano George Floyd, en Estados Unidos, a manos de la policía local. Pero hubo uno en particular que llamó la atención del público: proyectó al líder indígena costarricense Jerhy Rivera, quien fue asesinado en el 2020 mientras luchaba por proteger las tierras de su comunidad.
Luego de este gesto, Waters continuó con The bravery of Being out of Range. En las pantallas del concierto, que fungieron como su otra voz, aparecieron imágenes de quienes Roger llama “criminales de guerra”, entre ellos destacaron expresidentes de los Estados Unidos como Bill Clinton, George Bush, Barack Obama y Donald Trump. También tuvo su espacio Joe Biden, el actual mandatario.
Un espacio para la nostalgia
Un enérgico Roger Waters, quien si no toca el piano toca entonces el bajo, se tomó un segmento del concierto para recordar su juventud y la de los inicios de Pink Floyd; destacó que la banda que nació como un sueño se convirtió de pronto en una intensa y famosa realidad.
El inglés interpretó Have a Cigar, para recordar la época de 1974, así como a Syd Barrett, líder de Pink Floyd. Luego, Waters le dio a sus más de 30.000 fans en el Estadio Nacional una de las canciones más queridas y coreadas: Wish you were here.
Después de esto, Roger, apoyado en su bajo, llevó al climax a su público. Empezó tocando solo y luego se le fueron uniendo instrumentos para interpretar Shine On You Crazy Diamond.
En las pantallas, escrito en español, Waters recordó aquellos días de grabaciones en los estudios Abbey Road. Segundos después manifestó que cuando se pierde a alguien que amas, te das cuenta de que la vida no es un simulacro.
La oveja y el cerdo
Antes de un intermedio de 20 minutos, Waters cantó Sheep y una enorme oveja sobrevoló el Estadio Nacional. Al final de su canción compartió el mensaje de “resistir el capitalismo”. Durante esa primera parte del show, el músico, de 80 años, vistió camisa y pantalones negros.
El cantante dedicó este espacio a George Orwell, escritor de La rebelión de la granja y al mensaje de su libro.
Cuando regresó a escena, Roger lo hizo siendo esta vez el paciente. Vistió camisa de fuerza y en el recinto de La Sabana voló un gran cerdo con un estampando en su cuerpo, haciendo alusión a la portada de The Wall. Sus ojos de láser rojo tenían escrita la leyenda: “Estás contra la pared ahora mismo”.
Con la llegada del animal volador empezó a sonar In the Flesh? e, inmediatamente, cantó la electrizante Run like hell.
Después de las piezas anteriores, el tono bajó y Waters repasó temas como Déjà vu, pieza en la que Seamus Blake se lucía en el saxofón.
Al cierre de este texto, Waters interpretaba Us and them, mientras a sus espaldas se proyectaban imágenes de la guerra, cuando misiles se estallaban contra edificios. Con su estilo de siempre, Roger Waters se despidió, en vivo, de su público costarricense.