Atsub es solo uno de los tantos apodos de Ronald Bustamante, un doctor en matemática que compone y mantiene cinco proyectos musicales.
El 6 de junio publicó su segundo EP con el alias Atsub, una producción de Intelligent Dance Music (IDM) muy informada por el frenético drum ‘n’ bass. Este disco corto se puede escuchar en Spotify.
Las cinco canciones de Silk Road se conectan una con otra, con transiciones a veces poco perceptibles y a veces abruptas.
“La mayoría de las canciones nacieron de improvisaciones y luego empecé a editarlas, a cortar y pegar. La idea era lograr un sonido más agresivo y abrasivo, por eso hay una capa de ruido constate en todas las piezas”, comentó el productor a La Nación.
A través de la textura áspera del ruido y dos pistas de percusión inquietas, Bustamante logra cinco canciones con melodía y mucho ritmo.
En otras ocasiones, ha apostado por utilizar su postdoctorado en matemática para crear fórmulas que generen patrones de ritmo irregulares.
Silk Road es otro ejemplo de cómo, en su carrera musical ha tratado de ordenar el caos.
Facetas. Ronald Bustamante tiene activos cinco proyectos musicales en este momento. Después de cerrar el ciclo con la banda Televisor en el 2008, se ha enfocado en la composición como artista sonoro.
Visión Armónica del Caos es su proyecto de post-rock y algo de trip-hop ; Antisentido es su proyecto de ruido e improvisación; con su nombre de pila, firma composiciones académicas y en Saturno Devorando mezcla todas esas influencias junto a Fiamma Aleotti.
En cada uno hay estructuras complicadas y ruidos que le complican el trabajo a los que prefieren escuchar cosas ‘más normales’. Pero Ronald defiende esa diversidad.
“A veces tengo dudas sobre si las mentes realmente se están abriendo. Uno lee comentario en Internet y se pregunta, ‘¿qué es este mundo?’”, comenta. “Pero por dicha sí se siente como que al menos aquí hay más posibilidades estéticas o artísticas”.
Saturno Devorando es el proyecto con el que se presenta más a menudo en vivo.
Debido a la naturaleza de la música, el dúo ha apostado por preferir las presentaciones en centros culturales, donde la gente se reúna a apreciar la música y a entender lo que está escuchando (a diferencia de los bares, que son espacios para socializar).
A Bustamante es fácil reconocerlo por su bigote encerado –como el de Dalí– y por sus prendas formales extravagantes.
Es la única persona que que usa sombrero de copa para sentarse a leer en un café y usualmente viste trajes enteros de colores fuertes o vestidos.
Nada de esto viene de rebeldía o ganas de hacer polémica, aunque él comprende cómo esto puede causar disrupción; algo normal en la vida de un compositor de música “incómoda”.
Hace cinco años, en una entrevista en el programa radial El Chivo, Bustamante comparó el gusto por la música “incómoda” con el gusto por el picante. Y quizá de eso se compone su obra: música desafiante que tiene una capa extra –en este caso, de seso– que la hace más apetitosa.