Rosario Flores: ‘Cuando salgo al escenario, lo libero todo’

Pasión por lo que hace es lo que tiene Rosario Flores... y hasta para repartir. Para ella, la vida es cantar y bailar y justo por eso es que está, una vez más, en nuestro país.

Su nuevo disco, Raskatriski, es la excusa perfecta para volver a cantarle a los ticos, aunque no necesita justificaciones para regresar, porque tiene un ejército de fans que la esperan con anhelo.

La cantante conversó ayer con Viva de lo que tiene preparado para esta noche. También, abrió su corazón para dejar ver algunas preocupaciones que la persiguen y confesó que el amor sigue siendo su fuente de inspiración.

Sus visitas se están volviendo ya casi obligatorias, cada año. ¿Qué siente al saber que hay miles de personas esperándola por acá?

Para mí, el mayor premio que tenemos los artistas es cuando se va a países, que visitas de vez en cuando, y tienes a un público esperándote y que se sepan tus canciones. Esta es la cuarta o quinta vez que vengo a Costa Rica, he podido estar dos veces en La Sabana, que me ha dado la oportunidad de que mucha más gente me vea, porque yo sé que las entradas son caras y no todo mundo puede venir a verme, pero me dí cuenta de todo un público que yo tengo aquí que canta mis canciones, desde la primera hasta la última. Ese es el regalo más grande que a mí me pueden dar.

En La Sabana fueron conciertos gratuitos ante miles de personas, esta vez será en un teatro, ¿espera una experiencia más íntima?

Yo estoy acostumbrada a cantar en todos los sitios. Yo soy una artista de en directo y a mí me encanta cantar y bailar y si hay que cantar en La Sabana para un mogollón (gran cantidad) de gente se canta y si hay que cantar en un teatro chiquitito también. Creo que todos los sitios son bonitos y la música hay que cantarla en todas partes.

¿Significa un reto para usted tener que reinventarse para actuar frente a un público que va a verla todos los años?

La verdad es que yo he sido siempre muy verdadera conmigo misma, trato de serlo, y ahora con este disco Raskatriski, que todas las canciones han sido escritas por mí, son todas historias vividas por mí. Espero que le guste a la gente, que lo escuche y lo disfrute y esta es mi vida. Podría hacer otras cosas, pero lo que quiero es cantar y bailar y subirme a un escenario. Siempre le digo a la gente que aunque me vean cantando en la tele, no es lo mismo, porque me tienen que ver en directo, soy una artista con mucha energía y el que no me ha visto encima de un escenario, no sabe quién soy.

Hablemos de Raskatriski, una palabra tan llena de energía y fuerza, pero que también tiene una carga muy sentimental para usted.

Raskatriski es una rumba catalana, yo voy mirando para atrás y veo cuáles rumbas catalanas hay y ‘Raskatriski’ ha sido como mi son desde muy chiquitita y lo puedes mezclar con muchos ritmos y yo me identifico mucho y le pongo bajos y guitarras muy funkies y la hacemos al estilo de Rosario.

Reflejo. Su nuevo disco está muy lleno de amor, amor de pareja, amor por la vida, ¿cómo fue que le salió un disco tan amoroso?

Eso quisiera saberlo yo (ríe). Nunca sabes qué canciones te van a salir, siempre lo digo. Lo bonito de la música es que nunca sabes dónde va a estar el éxito y, canciones que tú sientes mucho, pues no le llegan a la gente y las que tú crees que no van a llegar, llegan más. Estoy muy contenta; es el primer disco que hago en autoría total. Siempre he hecho mis canciones como Cómo quieres que te quiera, Qué bonito y De mil colores que son mías, pero aún así, yo me identifico como una artista de energía, más que como una cantautora.

Después de dos discos con canciones ajenas, ¿cuán satisfactorio fue volver a cantar temas propios?

Bueno, sabes lo que pasa. Yo canto mías y las de otra gente y las hago mías. En la música sabes perfectamente cuando una canción te la puedes llevar a tu terreno y cuando no. Así que Parte de mí fue un disco exitoso y me dio muchos regalos y que a la gente le gustó muchísimo y ahí venía la gran canción de mi hermano, No dudaría, que fue todo un éxito.

En este disco viene una de las canciones más románticas que usted haya hecho, que es Nuestro amor ¿Cómo surgió esa canción?

Bueno, porque estoy enamorada y entonces se nota cuando estás enamorada. Tengo a mi marido a mi lado y hacemos un camino juntos, haciendo nuestro amor. De los sentimientos de tu vida, ya sea una pena, una alegría, un amor, de cualquier momento te puede salir una canción.

“Ahora, como yo diga, quiero componer y voy a hablar del amor, no me sale nada. Hay que dejarlo que fluya solo y meterle el pensamiento lo menos posible”.

Y cuando hay penas, para eso está el Aguita de río, para que se las lleve. ¿Cómo es esa filosofía?

Yo soy muy optimista, pienso que estar en este planeta y respirar ya es bastante. Amo al planeta Tierra y sufro muchísimo por lo crueles que somos los humanos, porque tenemos que aprender muchísimo y lucho por cambiar las consciencias un poco para que amemos las tierras y no seamos tan materiales, ni nos guste tanto el poder del dinero, porque esto no se sostiene. Nos vamos, es insostenible la sociedad que hemos creado los humanos.

“Quiero alentar a la gente porque en esta vida nadie se preocupa de las almas, el corazón y las penas de nadie. Somos muy egoístas y por los menos, los artistas que somos más sensibles, si podemos limpiar las penitas de la gente con la música, pues bienvenido sea.

Que también es poco de lo que canta en el tema que cierra el disco, Un solo corazón.

Sí, yo mañana pararía al mundo si pudiera para que empezaran a arreglar el calentamiento global, para miles de cosas de verdad necesarias, para que los niños no se mueran de hambre en África, que me parece una barbaridad que a todos nos dé igual y que veamos a miles de niños muriendo y a esta humanidad nos da igual todo. Una canción como Un solo corazón quiere decir que nos unamos todos porque en este planeta hay mucho amor, pero está muy olvidado.

Grabó una canción a dúo con Juan Luis Guerra, ¿cómo surgió?

He tenido los dos regalos más bonitos en mi vida. Uno que fue Antonio Vega que cantó En el mismo lugar, que jamás pensé que él fuera a cantar una canción escrita por mí y ahora, Juan Luis que canta en Mi son y está escrita por mí y él es un maestro. Creo que ha quedado preciosa la canción y para mí ha sido un honor, porque tengo a un grande de los grandes a mi lado.

Hay otro tema que es recurrente que es el hablar de sus padres, ¿cree que el ser artista era un destino del que usted no hubiera podido escapar aún si hubiera querido?

Bueno, en mi familia nunca se sabe (sonríe). Mis padres eran una bomba explosiva y lo que nos dijeron es que el arte era lo mejor de toda la vida y expresar y sentir la música. Es una filosofía muy libre, filosofía gitana, en que tenemos ambición, pero ambición sana. Yo trabajo para vivir, para darle de comer a mi familia, pero le tengo mucho amor al arte. Al cantar y bailar, llenas a la gente de amor y la gente te llena de amor y me enriquezco mucho con mi profesión, no quisiera otra y además, desde muy chiquitita elegí esta y mis padres eran un poco como yo.

Cuando habla, se oye muy serena, pero al verla en el escenario se convierte, ¿está consciente de esa transformación?

Sí, porque si fuera en el día a día como soy en el escenario no creo que tuviera energía. Así que me calmo, voy calladita para soltar mañana (hoy) toda la energía. El día que trabajo no hablo mucho y voy acumulando la energía y cuando salgo al escenario, lo libero todo.

¿Qué nos puede adelantar de la presentación de hoy?

Voy a presentar el disco Raskatriski, voy a cantar muchísimas canciones de este disco y voy a hacer un repaso por Cómo quieres que te quiera, Estoy aquí, Lucía y todas las canciones que yo sé que mi público quiere escuchar.

Llevo una banda maravillosa y hacemos un concierto muy enérgico y muy rock and roll, muy bluesero, muy funky. Hay una canción en mi disco que se llama Gypsy Funky, que es con la que abro el espectáculo y ahí lo digo todo, porque yo soy una gitana funky.