El Salón de la Fama del Rock and Roll siempre da de qué hablar, usualmente para mal. Su anuncio de la nueva generación que se incorporará a su nómina de reconocimientos en el 2024 no podía fallar con la polémica, pues parece una colección de deudas injustificadas que finalmente van a saldarse, algunas muy tarde.
La organización del Salón informó la noche del 21 de abril de que los nuevos integrantes son, en la categoría de intérpretes, los veteranos Mary J. Blige, Cher, Dave Matthews Band, Foreigner, Peter Frampton, Kool and the Gang, Ozzy Osbourne y A Tribe Called Quest.
En el apartado de Influencia Musical se admitió a Alexis Korner, John Mayall y Big Mama Thornton. En tanto, por medio del premio a la Excelencia Musical ingresarán Jimmy Buffett, MC5, Dionne Warwick y Norman Whitfield.
Finalmente, el Premio Ahmet Ertegun significará la entrada al Salón de la ejecutiva discográfica Suzanne de Passe.
La Generación 2024 es reflejo de la corriente iniciada hace un par de años dentro del Salón, luego de décadas de ser objeto de críticas por la falta de diversidad, con el grueso de sus homenajeados siendo hombres blancos. Sin embargo, el rasgo más común entre los nuevos integrantes es que son artistas que hace rato lucen la camiseta de “leyendas” y a los que este honor les llega con un tremendo atraso.
Parece risible pero no lo es: a pesar de tener carreras que se extienden por décadas, buena parte de los “nuevos” alumnos recibió apenas su primera nominación este año. Y, bueno, los votantes se volcaron en apoyo a sus causas tan pronto los tuvieron en las papeletas de elección, lo cual refleja la miopía y/o obstinación del comité que maneja las postulaciones.
Un artista es elegible para ingresar al Salón de la Fama del Rock and Roll 25 años después del lanzamiento de su primer disco, requisito que cumplían de sobra todos los nuevos integrantes. En tanto, los nominados que no lograron el corte y deberán esperar para una próxima oportunidad son Mariah Carey, Oasis, Lenny Kravitz, Jane’s Addiction, Sade, Eric B. & Rakim, y Sinéad O’Connor.
Repasemos a continuación algunos casos notables y detalles curiosos de la Generación del 2024, cuya ceremonia de inducción se realizará el 19 de octubre en la ciudad de Cleveland, sede del Salón, y será transmitida en vivo por medio del servicio Disney+.
Cher
Elegible desde 1991, Cher empezó su carrera musical hace 60 años y, sin embargo, hasta el 2024 recibió su primera nominación al Salón de la Fama del Rock and Roll. La inagotable diva fue admitida, finalmente, por su faceta como solista, aunque bien pudo haber sido reconocida también como parte del dúo Sonny & Cher.
Sobre su inexplicable ausencia en el Salón, Cher había dicho que le parecía una “grosería” y aseguró que no quería nada que ver con la institución. Sin embargo, es predecible que intérprete de 77 años sí se apersonará a la ceremonia, siendo la gran celebrada de la noche, de la misma manera que Dolly Parton lo fue en el 2023.
Peter Frampton
Elegible desde 1998, el británico es otro “debutante”, que logró ingresar al Salón en su primera nominación.
Considerado un referente de las power ballads que llenaba estadios en la década de 1970, los méritos de Frampton, de 74 años, son incuestionables, sea como cantautor o guitarrista. Su caso es el mismo de muchos otros ídolos del rock clásico a los que la organización relegó en años anteriores para darle espacio a estrellas de los años 90 que aún se mantienen vigentes. Sin embargo, en el 2023, el virtuoso participó de la ceremonia para acompañar a su amiga Sheryl Crow, quien recibió el honor ese año. La respuesta a la aparición del intérprete de Show Me the Way en la gala fue tan positiva que resultó obvia su postulación para esta nueva tanda.
La venidera ceremonia será una rara ocasión para verlo tocar en vivo, pues el veterano anunció en el 2019 que, por motivos de salud, emprendía su gira de despedida de los escenarios. Tras completar ese tour se ha mantenido alejado de los reflectores.
Ozzy Osbourne
El Príncipe de la Oscuridad se une al selecto grupo de artistas con múltiples inducciones, pues ya había ingresado al Salón en el 2006, como vocalista de Black Sabbath. Sin embargo, Ozzy, el solista, era elegible también desde ese mismo momento, pero su primera candidatura, y única necesaria para lograr el honor, le tomó casi 20 años de espera.
Ozzy, de 75 años, es el abuelito de la escena heavy metal mundial, y el género pesado le debe mucho. A la luz de sus recientes quebrantos de salud, la ocasión parece propicia para que la escena musical le rinda esa noche un sentido tributo, en medio de los suyos.
Solo como una nota al margen, si bien la inducción de Ozzy es solo para él, en honor a la verdad debería también incluir a los integrantes de su banda, dado que muchos de ellos han sido fundamentales para el sonido y éxito del roquero. La historia de Ozzy no se entiende sin nombrar a Bob Daisley, Zakk Wylde, Rudy Sarzo, Mike Inez o Randy Castillo (excepciones son el genial guitarrista Randy Rhoads, quien curiosamente ingresó en el 2021 de manera póstuma antes de que Ozzy ingresara solista, y músicos que tocaron con él como Robert Trujillo y Geezer Butler, quienes entraron al Salón con otras agrupaciones).
Foreigner
Dos cosas sobre Foreigner: primero, cuesta acordarse pero la poderosa banda se presentó en vivo, en Costa Rica, frente a un escaso público en el Teatro Popular Melico Salazar, en marzo del 2006, por intermediación del productor Enrique Salgado, un entusiasta del rock clásico. De aquellos músicos que tocaron en San José, solo el guitarrista Mick Jones formó parte de la alineación clásica de los intérpretes de Waiting for a Girl Like You.
Segunda curiosidad: el hijastro de Jones es un tal Mark Ronson, a quien quizás usted ubique como uno de los productores más exitosos de la música pop de la última década. Y Ronson es, en buena parte, el arquitecto de la inducción del grupo de su padrastro al Salón de la Fama del Rock, luego de montar una activa campaña que involucró a monstruos como Paul McCartney, Dave Grohl y Slash, quienes dijeron públicamente lo que ya todo el mundo sabe: ¡Foreigner es un grupazo!
Elegible desde el 2003, esta fue la primera candidatura para la agrupación, de la cual ingresarán al Salón los siguientes músicos: Dennis Elliott, Ed Gagliardi (póstumo), Lou Gramm, Al Greenwood, Mick Jones, Ian McDonald (póstumo) y Rick Wills.
Kool and the Gang
Demasiado tarde. Así se siente la agridulce noticia de la llegada de esta tremenda agrupación de funk, disco, R&B y soul al Salón de la Fama del Rock and Roll, dado que la mayoría de sus integrantes emblemáticos murieron sin haber recibido el honor.
Es de jalarse los pelos, pues Kool and the Gang comenzó su andar por la música bailable en 1964 y era elegible para ingresar al Salón desde 1995, pero su nombre ni siquiera había sido considerado para una nominación. Así, mientras artistas más jóvenes como Green Day y Eminem gozaron primero de la oportunidad, la legendaria agrupación veía la fiesta de lejos mientras iba perdiendo uno a uno a sus integrantes.
Este 2024, finalmente la Gang fue nominada y ganó el favor de los votantes de inmediato. De los músicos que serán admitidos solo sobreviven su fundador, el bajista Robert Kool Bell, y el cantante James J.T. Taylor. A ellos se unen de manera póstuma Ronald Bell, George Brown (fallecido en el 2023), Robert Spike Mickens, Claydes Charles Smith, Dennis Dee Tee Thomas y Ricky Westfield.
A Tribe Called Quest
No es el grupo más grande o popular del hip-hop, pero sin duda se cuenta entre uno de los más respetados e influyentes. La agrupación fundada en 1985 en Queens, Nueva York, es uno de esos nombres que se pronuncian con respeto entre el gremio de raperos y se le cuenta como indispensable en el movimiento alternativo del género urbano.
Sinónimo de experimentación y virtuosismo, A Tribe Called Quest (ATCQ) era quizá el último de los colectivos clásicos de hip-hop que hacía falta en el Salón de la Fama del Rock and Roll (el rap es rock también, no insistan), luego de ver cómo le antecedieron Run-DMC, Public Enemy, Bestie Boys y N.W.A., entre otros.
Sus cuatro integrantes fueron admitidos en la tercera nominación para ATCQ, que era elegible desde el 2015: Q-Tip, Phife Dawg (póstumo), Ali Shaheed Muhammad y Jarobi White. Su causa, si bien justa también era necesaria, pues hubiera sido horrible no darle el honor al cuarteto pero sí hacerlo con otras agrupaciones de hip-hop posteriores y comercialmente más exitosas, como Outkast o Wu-Tang Clan.
Dave Matthews Band
Era cuestión de tiempo, pues era difícil negarle el espacio a una de las bandas más exitosas del rock de los años 90, respaldada por hitos como haber amarrado una racha de siete álbumes consecutivos que alcanzaron el número 1, entre 1998 y el 2018.
Elegible desde el 2019, la agrupación ingresó relativamente rápido y apenas en su segunda postulación. Los músicos homenajeados serán Carter Beauford, Jeff Coffin, Stefan Lessard, Dave Matthews, Leroi Moore (póstumo), Tim Reynolds, Rashawn Ross y Boyd Tinsley.
Curiosamente y en clara señal de cómo un grupo sí puede mantenerse estable, casi todos los reconocidos se encuentran activos aún dentro de la alineación. La excepción, y a la vez la incomodidad, la genera el emblemático violinista Tinsley, quien se separó de DMB en el 2018, después de ser acusado de acoso sexual por un músico que participó de uno de sus proyectos artísticos. El caso se resolvió fuera de los tribunales, pero aún no está claro si la agrupación invitará a su exintegrante a la ceremonia.
Mary J. Blige
Con “apenas” 53 años, Mary J. Blige será la sangre joven de una generación 2024 conformada, en su mayoría, por adultos mayores. Activa desde 1988 y elegible desde el 2018, la diva de la música, el cine y la televisión ingresó en su segunda candidatura.
A Blige casi que solo le faltaba este honor, después de ganarlo prácticamente todo: reina por igual del R&B y el hip-hop, no se ha cansado de poner discos y canciones en los primeros lugares, coleccionar estatuillas del Grammy e inspirar a nuevas generaciones de intérpretes. Bueno, también le falta un Óscar pero igual le ha andado cerca, incluso con una nominación en actuación. Ya llegará.
Apuntes finales
El proceso de nominaciones y admisión del Salón de la Fama del Rock and Roll suele ser cruel e injusto, como evidencia el desgastante sometimiento de artistas fundamentales pero no necesariamente populares ante los votantes, lo que ha dejado episodios penosos de nombres que se repiten, sin éxito, año con año en las boletas.
LEA MÁS: Un vistazo a la generación 2017 del Salón de la Fama del Rock and Roll: aciertos y omisiones
Así fue con la influyente banda punk MC5, la cual fue postulada seis veces, cuatro de ellas consecutivas, sin éxito. Finalmente, la organización optó este año por abrirle espacio bajo la modalidad de Excelencia Musical, que no responde al voto de los expertos. En el fondo, no deja de sentirse como un premio de consolación para actos que evidentemente nunca obtendrán los votos requeridos cuando compiten contra Metallica, Madonna o Jay-Z.
Fue esa misma figura la que se usó antes para admitir a otros eternos nominados, como Judas Priest, Nile Rodgers y LL Cool J.
Además, para arrojar más sal a la herida, de MC5 casi todos los músicos que serán homenajeados ya fallecieron, con la excepción del baterista Dennis Thompson. En una broma casi cruel del destino, el guitarrista Wayne Kramer murió en febrero de este año, posiblemente resignado a que su banda nunca sería parte del salón de las leyendas del rock.
Bajo esta misma modalidad también entrará al Salón, de manera póstuma, el carismático Jimmy Buffet, fallecido en setiembre del 2023. Jimmy era un tipazo pero en vida nunca se le consideró para las nominaciones, por lo que la tardía inclusión del intérprete de Margaritaville se siente más como un reflejo a la noticia de su partida.
Lo mismo aplica para la irlandesa Sinéad O’Connor, quien pese a ser elegible para la postulación desde el 2013, no fue determinada por el comité sino hasta después de su muerte, ocurrida en julio del 2023. Darle la candidatura en estas circunstancias se sintió como una movida efectista de los organizadores, quienes saben bien que la atormentada artista difícilmente volverá a ser parte de la nómina.