Palmares
Sean Paul es la cara más visible del dancehall en el mundo. Este jueves 19 de enero estuvo en el campo ferial de Palmares por segunda vez, pero en abril estará por todo Europa.
Su presentación en el país fue una explicación concisa de por qué es considerado uno de los cantantes más importantes del género, uno que seduce con cada tema. Es un Don Juan, un player talentoso que cuando canta, no cautiva a una, sino a mil.
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En su presentación de 90 minutos en la barra Imperial, logró convocar a unas 7.000 personas, según informó la organización. A las 11 p. m. llegó al escenario y bastaron unas líneas para saber que Sean Paul es un seductor de otro mundo.
Inicio. La espera fue larga. La barra Imperial ya estaba bastante llena a las 9 p. m. y Los DJs de Fyah Red se encargaron de animar al público con temas de dancehall de otros artistas.
Canciones animadas de Charly Black, Beenie Man o Konshens sonaron y la gente respondió cantando y bailando, pero guardaban sus energías para la atracción principal.
A las 11 p. m. en punto entró una banda al escenario. Un baterista, un bajista, un tecladista, un DJ y un MC se encargaron de hacer una introducción instrumental que dio paso al tema Come on to me.
Sean Paul entró al escenario con una chaqueta brillante e inmediatamente inició con la canción, un tema en colaboración con Major Lazer.
Cientos de celulares se alzaron para capturar el momento en el que Sean Paul bajó unas gradas instaladas en el centro de la tarima, donde le esperaban dos bailarinas ya en movimiento.
Esa entrada triunfal fue a penas el inicio de una noche memorable. El concierto continúo con Get Busy, el movido sencillo que lo dio a conocer.
En ese momento quedó claro que la fiesta iba en serio: vasos de plástico volaban por el aire, chicas bailaban sobre los hombros de alguien más y Sean Paul –al igual que casi toda los asistentes– no paraba de bailar.
Seducción. Siguieron los temas Give it up to me y Got to love you y posteriormente sonó Cheap Thrills, tema lanzado junto con Sia. Como buen seductor, Sean Paul siempre ha tenido a la mano la posibilidad de acercarse a artistas fuera del dancehall o el reggae.
En su carrera ha colaborado con Beyoncé, Enrique Iglesias, Major Lazer y recientemente con Sia y la británica Dua Lipa. Con todos estos nombres cosechó éxitos que sonaron en su show en vivo.
Los siguientes temas de su presentación fueron Baby Boy (junto a Beyoncé) y No Lie (junto a Dua Lipa) y Bailando (de Gente de Zona y Enrique Iglesias). Todas las voces invitadas sonaban en los parlantes y las imágenes de los videos de cada canción se proyectaron en las pantallas gigantes que tenía el escenario.
Era claro que el público presente había seguido la carrera del jamaiquino con atención. Tanto Baby Boy –una de sus primeras colaboraciones de alto perfil– como No Lie y Bailando –canciones más recientes– fueron coreadas con mucha energía.
"Tengo más de esto", dijo cuando terminó No Lie. "Llevo más de 20 años aquí y aún falta mucha fiesta", agregó.
La banda inició las primeras notas de Like Glue, otro de sus temas clásicos y ahí quedó claro que el juego de seducción estaba completo. En media canción Sean Paul pidió a la gente que gritara después de él (desde un "hey" hasta un "na na na") y fue difícil que alguien se le resistiera.
Luego vino un tema nuevo cuyo nombre no se dijo, una canción de dancehall lento y seguidamente, sonó Let me Love You de DJ Snake, un tema que le devolvió la energía al público. La siguiente pieza fue Close to You de Maxi Priest, "un tributo a los que abrieron el paso".
La lluvia de éxitos continuó con I'm Still in Love. En este tema Sean Paul optó por no cantar y dejar que una grabación de su voz sonara para dedicarse a bailar sensualmente con una de sus bailarinas.
El "descuido" fue enmendado en la canción Punkie, en la que cantó en español, improvisó algunas rimas sobre las "sensuales mujeres de Costa Rica" y terminó cantando algunos versos de No Woman No Cry de Bob Marley, el único músico jamaiquino más famoso que Sean da P.
Adiós. Con una hora de concierto a cuestas, Sean Paul dijo que venía más música e interpretó un tema "dedicado a todas las madres solteras en el mundo": Rockabye.
El concierto continúo con las intensas Gimme the Lights, We Be Burning, One Wine y Trumpets, estas tres últimas seguidas sin pausa. La secuencia dejó a Sean Paul visiblemente cansado, quien pidió una toalla para secarse el sudor de la cabeza, la cual luego lanzó al público. Este ritual lo repitió varias veces durante todo el concierto.
Pero el descanso duró poco y el jamaiquino remató el momento con She Doesn't Mind. "Costa Rica, te encanta la fiesta" gritó Sean Paul, mientras detrás suyo las bailarinas y el rapero que lo acompañaba corrían con las banderas de Costa Rica y Jamaica.
Sin dejar tiempo al descanso sonó la afamada Temperature, la última canción de la noche. Sean Paul aprovechó para mover el público a su antojo una vez más: los hizo cantar, los hizo saltar y gritar de emoción una última vez.
Su salida del escenario fue en medio de este jolgorio y por ello se sintió abrupta para algunos, pero nadie se lo resintió. Así operan los verdaderos seductores: solo dan lo suficiente para que siempre haga falta un poco más.