La comunidad musical de Costa Rica cambia con cada vuelta al Sol y con ella, sus necesidades y oportunidades. El 2015, como cada año, trajo cambios: nacimientos, aperturas, decesos y despedidas; pero, sobre todo, se abrieron nuevas rutas para la mejora de la comunidad.
El sector dio señales claras de unión para enfrentar estos retos y afortunadamente, las mejoras y los cierres se presentaron desde distintos fuertes.
Por ejemplo, este año se conformaron las directivas de la Unión de Trabajadores de la Música y la Cámara Costarricense de la Industria de la Música.
La Unión de Trabajadores de la Música (UTM) es el primer sindicato de su clase.
La noche del 28 de julio se eligió la primer directiva y el presidente, el músico Bernal Villegas, comentó que su objetivo era incorporarse al mercado “de manera mucho más sólida como parte de un sector productivo”. Insistió en que la idea del sector era buscar y pedir espacios con negociaciones, sin confrontar.
Por su parte, la Cámara Costarricense de la Industria de la Música (CCIM) se conformó en noviembre tras semanas de reuniones entre distintos sectores productivos de la música y organizaciones interesadas.
La CCIM aún se encuentra en su proceso de conformación legal, confirmó su actual y primer presidente, Juan Pablo Calvo, conocido por ser parte de grupos como Time’s Forgotten y Will of the Mountain.
Tanto la CCIM como la UTM se unieron en noviembre de 2014 a otras organizaciones interesadas para conformar una mesa de trabajo del sector música apoyada por el Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) y su Unidad de Cultura y Economía.
La Asociación de Compositores y Autores Musicales (ACAM), la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes Musicales (ACAM), el Centro Nacional de la Música (CNC), Sistema Nacional de Educación Musical (Sinem), Artes de la Grabación y Asociados (AGA), así como empresarios interesados en el sector cultural y managers de bandas se unieron a esta mesa.
Su objetivo fue conformar un plan estratégico que promoviera “el crecimiento, la competitividad, difusión y exportación del producto musical del país” que presentaron a mediados de noviembre de 2015.
“Desde ese foro se podrá empezar a rectificar vicios, crear nuevos espacios y oportunidades y generar un ambiente más saludable para que las propuestas musicales de Costa Rica puedan ser más competitivos local e internacionalmente”, comentó Roberto Montero, dueño del sello Clap Clap Records y productor de los eventos de Epicentro, quien parte de las reuniones.
La mesa de trabajo planteó un plan de estratégico para el 2015 y el 2016; ya piensa en los pasos para el 2017, como lo comentó Anahí Moyano, jefa de la Unidad de Cultura y Economía del MCJ.
“Los proyectos prioritarios (para el 2016) tienen que ver con la ley de radio y televisión, la cuotas de música nacional que habrá en esas leyes y que se buscará de manera consensuada con la gente de radio y televisión. Además de un programa de estímulos e incentivos para el sector tal cual y su capacitación”, aseveró Moyano.
“No podemos atacarlo todo”, agrega, en referencia a las muchas dimensiones y soluciones que requiere el sector; mas se mantiene positiva de que el esfuerzo conjunto traerá buenos resultados.
Exposición. La Unidad de Cultura y Economía coordina también la Cuenta Satélite de Cultura, un organismo que pretende medir el impacto de la música en el país con indicadores económicos y no económicos.
Este año fue la primera vez que se revelaron datos acerca del sector música y se encontró que este generó en 2013 una producción de ¢36.000 millones. El pasado 9 de diciembre, durante la presentación de las mediciones, tanto Moyano como la ministra de Cultura Sylvie Durán concodaron que estos datos son un importante paso en la visibilización del sector como uno productivo.
Otro hecho importante para la música nacional fue el giro de Radio Nacional, una emisora del Sinart, a una estación que solo transmitiría música costarricense. Este proyecto inició en octubre pasado y vino acompañado de una parrilla de programas dedicados a géneros como el rock alternativo, la música tradicional campesina y metal.
Por su parte, en un convenio entre ACAM y la cadena de supermercados Megasuper se logró que esta última programara música nacional en todos sus establecimientos. Según Laura Arguedas, aisistente de comunicación de ACAM, se espera que este proyecto se extienda a otros sitios en 2016.
“Radio Nacional y Megasuper han dado un giro importante a a favor de la música costarricense. Esto es de los momentos más claves del desarrollo de la cultura local en años. Aunque es muy temprano para ver sus resultados, están desencadenando eventos que van a afectar la visibilidad que tiene el arte local en mediano plazo.”, comentó Rodolfo Fo León, quien dirige el proyecto de difusión PerraPop, que incluye un blog, un espacio semanal de conciertos y un programa en Radio Nacional.
Los conciertos continúan siendo parte de la fórmula que permite a los talentos nuevos darse a conocer y a los más establecidos, consolidarse como queridos del público.
Este año nacieron y se establecieron distintas propuestas que ofrecen una vitrina a talento. Entre ellos, como PerraPop, Folk Collective, Unión Acústica, las noches de Okupas en Amón Solar, el Festival Underground de Hip Hop y la serie de conciertos Kamikaze.
Del mismo modo el sector empresarial respondió con conciertos más grandes como el Festival de Música Nacional Suena CR, en el marco del Transitarte.
Sin embargo, las dificultades técnicas para llevar a cabo del Festival de las Artes (FIA) y el recorte presupuestario de Enamorate de tu Ciudad también afectaron la cantidad de espacios en que los músicos podían llegar a nuevos públicos.
“La cancelación del FIA, cortó de raíz la llegada de dinero a la escena musical costarricense en todos los géneros y estilos, lo cual redujo la cantidad de grabaciones y la posibilidad de inversión de muchos artistas”, comentó León.
“Este año hubo una gran pérdida en la escena nacional para los artistas de todos los estilos músicales, que no se puede dejar pasar desapercibida: el cierre de El Steinvorth, que dejará gran hueco.
“Además del cierre de canal 9, que tenían un espacio musical que permitía a muchos artistas presentar su material”, se lamentó Borbón, locutora de la estación 959.
En vivo. Los conciertos son tema de discusión por su oferta.
Distintas fuentes consultadas coincidieron en que hay más conciertos de los que la cantidad de público puede sostener.
“Una tendencia clara de este año son los conciertos de múltiples artistas. Esto es un reflejo de que tal vez en la escena independiente tengamos una sobre-oferta y debamos esforzarnos por salirnos de nuestra zona de confort y abordar públicos nuevos”, sostuvo Roberto Montero, quien es el representante de la banda 424.
Las mediciones de la Cuenta Satélite de Cultura del MCJ indican que en 2013, al menos 1.034.164 personas asistieron a conciertos. Esa cifra, sin embargo, mostró una disminuyó en unos 300.000 asistentes, con respecto al 2012 y el 2011.
¿Qué espacios faltan para conciertos?
“Más productoras tomando riesgos y planeando a largo plazo, más educación sobre como acceder a fondos estatales, más formación en logística y gestión cultural. Más espacios pequeños y sostenibles alrededor de la ciudad. La oferta musical es súper diversa y muy competitiva, y la fórmula ideal requiere de muchos espacios pequeños con ofertas distintas peleando el público con calidad e innovación”, apuntó León.
“Además de Transitarte y FIA, el Gobierno podría incursionar con más pequeñas iniciativas todo el año, donde los músicos puedan tener la oportunidad para seguir llevando su música a nuevas audiencias”, comentó René Montiel, quien es locutor de la emisora alternativa Radio Hit y músico del proyecto Bird & Fish.
Las bandas costarricenses también continuaron la tendencia de buscar escenarios extranjeros donde presentarse, siendo los países latinoamericanos los principales destinos.
Al menos 15 conjuntos musicales de rock, reggae, ska y pop visitaron México durante el último año.
Otros cuatro visitaron Colombia y naciones como Guatemala, Argentina y Brasil también recibieron a la música costarricense.
Digital. La calle es importante; pero en términos de lanzamientos, la distribución de música sigue buscando nuevos espacios y acoplándose a los tiempos.
Los lanzamientos digitales son más comunes que los físicos: el streaming en plataformas como Spotify y Apple Music ha tomado campo en el mercado local.
El espacio digital es el más importante para distribuir si se toma en cuenta que, según los datos de la Cuenta Satelite de cultura del MCJ, al 2013, más de la mitad de las personas adquiere música descargándola gratuitamente de Internet: Además, los dispositivos móviles son los preferidos para escuchar música.
Por ello, no extraña que los formatos cortos sean los más ofrecidos por los artistas.
“Se mantiene la tendencia hacia los EPs (discos cortos) y los sencillos en los lanzamientos, que tiene mucho más sentido en una era de exceso de oferta mediática. Esto probablemente se sostenga a futuro”, comentó Fo León.
Las plataformas digitales también fueron aprovechadas este año para recaudar fondos para editar material.
Fue el caso de al menos cuatro bandas de distintos géneros musicales, donde la única campaña exitosa fue la de Gandhi. El grupo no quiso revelar la cifra exacta que recaudó por su contrato con la plataforma de recaudación, pero el guitarrista Federico Miranda comentó que se trataba de al menos ¢5 millones.
Cada año los medios de distribución y difusión cambian, pero el sector música recibirá el 2016en otros términos: reunidos y con más herramientas para analizar sus retos. Los miembros del sector consultados, comparten una actitud positiva y llena de esperanzas sobre lo que depare el futuro. Creen que hay espacio para crecer y mejorar: ante viejos hábitos quieren nuevas soluciones.
La comunidad de la música local cerró un año que puede ser determinante en la forma en que se afronten los retos de ahora en adelante.