
De una foto angelical con su guitarra, a un escenario iluminado por luces de neón; de cantos de adoración al Espíritu Santo, a letras de amor; de enseñar a niños, a recibir lecciones con un polémico rapero.
Sí, ella es Cristina Scuccia, monja de 25 años quien llegó a la final del programa The Voice, en Italia, interpretando el clásico Uno de cada mil de Gianni Morandi.
Este miércoles, su voz resonará entre los 12 finalistas del certamen producido por Radio-televisión Italiana (RAI, siglas en italiano).
Oriunda de Sicilia, Scuccia se convirtió en una de las favoritas del público desde su primera aparición, el 19 de marzo, cuando cantó No one de Alicia Keys.
De hecho, el video oficial se convirtió en viral logrando más visitas que Gangnam Style de Psy, tan solo tres días después subir a Internet (hasta ayer, martes, sumaba 49.377.598 reproducciones).
Ahí no acaba la historia. La religiosa no ha perdido ni uno solo de los cuatro duelos que la llevaron a la semifinal, de la mano de los jueces y votaciones del público.
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Ahora, en la final, su triunfo dependerá por completo de los votos de apoyo enviados por el público.
En estos dos meses en The Voice, Scuccia ha ganado simpatizantes interpretando clásicos del pop, como Girls Just Want to Have Fun, de Cyndi Lauper, y What a Feeling, de la banda sonora de la cinta Flashdance, momento cuando no tuvo reparo en brincar y bailar en una coreografía.
Esta religiosa es una estrella de Internet: la búsqueda de “Cristina The Voice” arroja unos 25.500 resultados relevantes de artículos en línea, videos y fotografías.
Además, en Facebook y Twitter ya existen varias cuentas con seguidores que felicitan su aparición, bajo la etiqueta #suorcristina.
Evangelizar. En su primera entrevista con el jurado, el 19 de marzo, la jueza Raffaella Carrà no pudo evitar preguntarle si realmente ella era una religiosa.
“Sí, soy realmente una hermana” y “he venido aquí porque tengo un don y quiero dar ese don. Estoy aquí para evangelizar”, dijo.
Hasta su coach, J-Ax, no evitó decirle al escogerla: “Si de niño hubieras estado cantando en la misa, de seguro que yo hubiera seguido yendo a la iglesia”.
Curiosas palabras de un polémico rapero de la década de los años 90, conocido en Italia por temas a favor de legalizar la marihuana.
"Es una persona excepcional. Lo elegí porque representa a la juventud de hoy en día y si quieres dar testimonio de los jóvenes, por los jóvenes tiene que ir”, ha respondido la religiosa ante preguntas sobre su tutor.
Es más, en una entrevista con la agencia italiana ANSA, la religiosa dejó muy clara su misión: “No quiero un euro (…) pero estudiamos un proyecto. Con el dinero del disco construiríamos un hospital”.
Un voto desde el Vaticano. Desde su primera aparición, la monja siciliana ya recibió la bendición del encargado del área de Cultura del Vaticano, el cardenal Gianfranco Ravasi: “Cada uno, ponga al servicio de los demás el don que haya recibido (1 Pedro 4:10) #suorcristina”, puso en Twitter.
Ciascuno, secondo il dono ricevuto, lo metta a servizio degli altri (1 Pietro 4,10) #suorcristina
— Gianfranco Ravasi (@CardRavasi) March 20, 2014
De la farándula también se escuchan aplausos para sor Cristina.
La cantante Alice Keys escribió el “tweet”: “Ahora, eso es hermoso, pura energía, luce así! Canta, hermana Christina! ;-)”.
— Alicia Keys (@aliciakeys) marzo 21, 2014
La actriz, Whoopi Goldberg, también “posteó”: “Para cuando quieres un probar un acto de hermanas!”, en alusión a su cinta Sister Act (1992), donde protagoniza a una cantante de casino que debe esconderse en un convento, luego de ser testigo de un crimen.
http://t.co/UZHYvtr3tjFor when you want a taste of sister act!
— Whoopi Goldberg (@WhoopiGoldberg) March 21, 2014
Sin embargo, sus más fieles seguidoras son las hermanas de su congregación: Scuccia aparece siempre acompañada por dos a tres religiosas de su orden, quienes aplauden sin parar durante sus presentaciones.
Buscando fama. Su historia es similar a la de la escocesa Susan Boyle, quien probó suerte en certámenes de su país antes de saltar a la fama con el concurso inglés, Britan´s Got Talento.
En el caso de Cristina Scuccia, ella cantó desde joven en bodas y cumpleaños de su ciudad natal, Comiso, en la isla de Sicilia (sur de Italia).
Sin éxito, la joven estuvo en certámenes hasta que, en el 2007, su madre conoció la historia de la italiana Claudia Koll: una actriz de cintas eróticas quien se convirtió al cristianismo, en el 2001, y llegó a dirigir la academia Star Rose Academy.
Con sede en Roma, esta academia pertenece a la congregación Santa Úrsula de la Sagrada Familia; allí, Koll monta musicales sobre la vida de santos católicos.
Aconsejada por su madre, Scuccia tocó esa puerta justo cuando Koll realizaba las audiciones para un musical sobre la religiosa Rosa Roccuzzo, fundadora de la orden de Santa Úrsula.
Fue en ese montaje, estrenado en el 2008, cuando Scuccia escuchó “el llamado” de Dios, mientras interpretaba el papel principal de sor Rosa.
En el 2012, se colocó el hábito azul oscuro y el crucifijo de la orden de Santa Úrsula, enfocando sus energías en dar clases a niños del centro educativo de su convento, ubicado en Milán.
A escena. Scuccia no dejó su pasión por el canto. De la mano de sus profesores de la Star Rose Academy, la monja midió su talento en el Good News Festival, certamen de canto religioso realizado en la capital romana, a mediados del 2013.
“Yo crecí en una familia de humildes condiciones, soy siciliana, de Ragusa; en Comiso, mis padres siempre me transmitieron los valores cristianos (...) Yo colaboraba en la parroquia, siempre tuve un gran sueño adentro, convertirme en cantante", dijo en una entrevista dada en ese festival.
Tras su paso por ese certámen, un grupo de fanáticos de la música cristina le abrió una página en Facebook, en enero de este año.
Ahora, como figura The Voice, la monja sigue muy vigente en la redes sociales, sin embargo, ha concedido pocas entrevistas.
Fue la periodista italiana, Paola Cannizzo, quien logró las primeras declaraciones de Scuccia, días después de su debut en The Voice, Italia.
"La pasión por el canto nació conmigo, desde niña he cantado siempre”, contó la monja a la reportera, el 23 de marzo, tras ser abordada mientras caminaba por los estudios de la RAI, en Roma.
“¿Cómo nace su idea de participar en un programa de talentos?”, le consultó Cannizzo, ante lo cual respondió la religiosa: “Nace, seguramente del envío del papa Francisco de salir, ir a los suburbios, para estar cerca de los jóvenes, yo tengo un don que pongo a disposición de todos”, respondió.
Apoyo y críticas. En los comentarios en redes sociales, hay decenas de opiniones sobre lo que busca esta monja siciliana.
“Maravilloso, esa es la energía que se necesita para evangelizar, humildemente, pero segura de lo que ha hecho Dios en ella, amén”, opinó Luz Estrella Marían, desde Colombia.
Otra comentarista, identificada como Hermana Cecilia García de Colombia, fue más allá: “Siempre he admirado la Comunidad de la Sagrada Familia, tengo una observación que hacer. También soy religiosa, solo le quiero decir a Sor Cristina, ¡cuidado!, porque el Señor nos ha dicho que estamos en el mundo, pero no somos del mundo”.
Al parecer, sus palabras fueron escuchadas porque la religiosa ha reiterado su deseo de evangelizar con su talento a los jóvenes.
Colaboró con la traducción de declaraciones en italiano, Francesca Jiménez, directora del Instituto Dante Alighieri de Costa Rica.