Reunir a un trío de bandas tan diferentes entre sí, pero que curiosamente guardan muchas similitudes, fue un acierto. El festival Rock the Nation se echó al público a la bolsa con un espectáculo en el cual tres grandes agrupaciones demostraron todo su poderío y su historia sobre el escenario del Centro de Eventos Pedregal, en Belén.
El metal sinfónico de los finlandeses de Apocalyptica, el rock latino de Molotov y el grunge de Stone Temple Pilots lograron que el público ataviado con camisetas negras y melenas largas, gozara al máximo del espectáculo.
El show que se presentó la noche de este domingo 23 de abril juntó a una masa de gente muy variada, tan ecléctica como lo que pasó durante más de seis horas sobre la tarima de Pedregal.
Eso sí, la gran mayoría de la audiencia ya peinaba canas, muchos, estamos seguros, comenzaron a escuchar a los mexicanos, a los estadounidenses y a los finlandeses cuando apenas eran unos chiquillos de colegio, allá por los buenos viejos años 90.
Pero a esos fans más grandes también los acompañaron otros más jóvenes que han aprendido en el camino sobre la leyenda musical de estas bandas icónicas del rock internacional.
El público fue agradecido durante todo el festival, no importó que fueran tantas horas de pie, porque la música inyecta; aunque algunos aprovecharon ciertos momentos del espectáculo para irse al área de comidas a descansar de la adrenalina en las mesas. Muchos, incluso, con un café o una cerveza.
La música da energía, pero el rock más. Eso quedó demostrado durante la larga jornada musical, porque la gran mayoría de los espectadores se mantuvieron fieles frente al escenario haciendo headbanging, saltando, silbando y gritando a más no poder.
El acto de apertura del festival estuvo a cargo de los experimentados de la banda costarricense El Parque, quienes con sus 30 años de carrera en la música nacional saben bien lo que el público quiere y por eso se dedicaron a complacer.
Con la voz de Luis Arenas, la guitarra de Inti Picado y el bajo de Fico Dörries; además acompañados en la batería por Danilo Ramírez y Emma Sotela en la guitarra; la querida agrupación tica interpretó éxitos como Juana Escobar, Cuántas noches, Hombre azul y también parte de lo más nuevo de su repertorio como Furia.
La presentación de los nacionales fue muy bien recibida por el público: coros y aplausos fueron constantes durante su show, porque esas tres décadas pesan.
Metal sinfónico
El line-up de invitados al Rock the Nation cumplió con los horarios dispuestos. Así que a eso de las 5:30 p. m. llegó el turno para que Apocalyptica subiera a escena a acelerar los corazones.
Desde que comenzaron, los finlandeses conquistaron. A punta de batería y tres chelos, la agrupación sonó intensa y sólida. Los arreglos espectaculares dejan fascinado a cualquiera, pero aún más por la potencia con la cual los músicos de la agrupación ejecutan los instrumentos.
El recorrido sonoro de la banda fue por Ashes of the Modern Word, Path y Graces para comenzar. Luego siguieron con I’m Not Jesus y Not Strong Enough, interpretadas por la voz del cubano estadounidense Frankie Pérez, quien también fue un punto alto en esta presentación.
La fortaleza estuvo presente durante todo el show, que se extendió por poco más de una hora con otras obras como Nothing Else Matters y Seek & Destroy (de Metallica) e Inquisition Symphony (de Sepultura).
El sabor del rock latino
La locura siguió su curso y cuando los mexicanos de Molotov arribaron a escena, el recinto entero se entregó a ellos, a su rock latino irreverente que hace décadas marcó un camino para la música en español.
Las letras con tintes sociales de Molotov aún calan en Latinoamérica y así lo saben sus músicos, quienes son leyendas del género en la región. El repertorio que trajeron para esta nueva visita a Costa Rica sonó a todo lo que sus fans quieren escuchar.
La rueda del moshpit se armó varias veces en las diferentes localidades del recinto a ritmo de clásicos como Amateur, Parásito, Frijolero, Voto Latino y, por su puesto Gimme tha Power.
Lamentablemente, en el sector donde nos encontrábamos, el sonido no llegaba bien, así que la voz de los cantantes de Molotov no se entendía bien. Era más bien el público el que nos ayudó a comprender las letras de las canciones que interpretaron.
Incluso, en algún momento del show de los aztecas, uno de los micrófonos no funcionó y solo se escuchaba la música. Ante esta situación, no se hicieron esperar los silbidos de la audiencia.
Molotov, eso sí, fue pura entrega en el escenario. Al cierre de su presentación interpretaron El señor del banco y la esperadísima Puto.
Llegó el grunge
En su primera visita a Costa Rica, los Stone Temple Pilots (STP) demostraron calidad y calidez. Con la voz del cantante Jeff Gutt, los norteamericanos se dedicaron a tocar clásicos del grunge y del rock alternativo, porque en su carrera, aunque han sido referentes del primer género, no se quedaron ahí y en el camino recogieron grandes canciones.
Los STP sufrieron hace años la muerte de su vocalista Scott Weiland, aunque ya no era parte de la banda; sin embargo, su voz aún es parte del legado de la agrupación y eso es parte del respeto y el cariño que el público tico profesa por ellos y su obra. Curiosamente también el intérprete Chester Bennington, quien ocupó el campo de Weiland en las vocales de la banda, falleció; de él también hay grandes recuerdos.
Así que con interpretaciones cargadas de calor y tenacidad, los estadounidenses dejaron un buen sabor de boca con el repaso de temas como Wicked Garden, Down (en la que Gutt bajó un momento de tarima, para estar más cerca de la audiencia), Meadow, Silvergun, Plush e Interstate Love Song.
Antes mencionamos la calidez de la agrupación y es que durante todo su concierto se mostraron muy cercanos al público, expresaron en varias ocasiones lo agradecidos que estaban de tocar en Costa Rica y alabaron muchas veces el cariño y el calor del público que los había esperado por tantos años.
El repertorio de los norteamericanos siguió con Sin, Crackerman, Roll me Under, Trippin, Piece of Pie y cerraron con Sex Type Thing.