El concierto de Thirty Seconds to Mars en Costa Rica –este domingo 5 de octubre– será singular, por decir lo menos: no es muy común que bandas anglosajonas de rock visiten países del Istmo en pleno apogeo de sus carreras, sino una vez que ya son leyendas o en la recta final de sus trayectorias.
No obstante, la productora internacional de conciertos Evenpro hizo la apuesta y se mantendrá con ella: el grupo estadounidense –uno de los más populares del rock alternativo contemporáneo– se presentará el domingo, a las 8 p. m., en el Palacio de los Deportes, en Heredia.
“El grupo está en alzada y cada vez se posiciona más en el mundo del rock. No es una banda que viene a tocar clásicos; es una oportunidad para Costa Rica de recibir a un grupo que pasa por su mejor momento”, dijo meses atrás Andrés Guanipa, productor general de Evenpro.
El debut del trío en suelo costarricense sucederá luego de un lapso de incertidumbre, pues el concierto fue anunciado a finales del 2013 para celebrarse en mayo del año en curso, pero la banda se vio obligada a cambiar la fecha a finales de abril, lo que atrasó la presentación hasta este fin de semana, cinco meses después de lo pactado originalmente.
El arribo de Thirty Seconds to Mars al país representará una de las 145 fechas que forman parte de su actual gira mundial Love, Lust, Faith and Dreams Tour, la cual comenzó a mediados del 2013 –en promoción de su cuarto disco, lanzado en mayo de ese año– y concluirá en Sudáfrica, a finales de noviembre.
Todavía quedan entradas a la venta para el concierto, y se venden en el sitio web eTicket.cr y mediante el número telefónico 2295-9400. Los boletos cuestan ¢39.000 (en graderías este y oeste), ¢50.000 (en gradería preferencial) y ¢56.000 (en gramilla vip).
Despojados. El ahora no es el mejor momento en la carrera de Thirty Seconds to Mars solamente por las buenas ventas y críticas que ha recibido el disco Love, Lust, Faith and Dreams, sino también por los aires de libertad que goza la banda actualmente.
En abril de este año, luego de más de un lustro de conflictos y batallas legales con el sello discográfico Virgin Records (lo que incluso generó una demanda de $30 millones), el grupo finalmente terminó su contrato con la disquera, e hizo un pacto con el futuro por un porvenir más lúcido.
“Estamos libres y claros y excitados acerca del futuro, y ese es un lugar maravilloso en el cual estar”, comentó el cantante y guitarrista Jared Leto en una entrevista con Billboard. La batalla del grupo con Virgin está registrada en el documental Artifact, descrito por Leto como un manifiesto antiavaricia, no antidisqueras.
“Estamos tratando de encontrar maneras para compartir nuestra música con el mundo, en nuevas y excitantes formas que no nos obliguen a firmar algún contrato discográfico complicado que esté diseñado para mantenernos en deuda terminal durante siglos”, argumentó Leto, quien este año también ganó su primer premio Óscar por mejor actor de reparto, por su papel en Dallas Buyers Club.
Al igual que la gran mayoría de músicos actuales, a Thirty Seconds to Mars le ha tocado explotar su música mediante giras, conciertos, festivales y demás, y su labor en ese sentido ha sido incansable, tanto así que en el 2011 la banda se ganó un Récord Guinness por la mayor cantidad de conciertos (300 en total) realizados en función del mismo álbum, gracias a la gira del disco This is War (2008).
Labor. Thirty Seconds to Mars se formó en 1998, en California, como el proyecto con el que Jared Leto y su hermano –el baterista Shannon Leto– incursionarían profesionalmente en la música, luego de tocar juntos durante la infancia y adolescencia.
El resto de la formación fue inestable durante los primeros años, pero la banda logró firmar un contrato con Immortal Records y empezó a grabar su primer disco justo al mismo tiempo en el que Virgin mostró interés.
30 Seconds to Mars salió a la venta en el 2002, con distribución y promoción de ambos sellos, y aunque no fue un éxito descomunal de ventas, resultó suficiente para poner a la banda en el mapa y para que el público y la crítica no la consideraran como otra banda mediocre de un actor de Hollywood.
Luego de sus primeras giras entró al conjunto el guitarrista Tomo Milicevic, quien sería el único otro integrante constante de la banda, además de los hermanos Leto. El músico tocó con el grupo en festivales como Lollapalooza y en varias giras, antes de que entraran a grabar su segundo álbum.
Fue con A Beautiful Lie (2005) que Thirty Seconds to Mars obtuvo gran popularidad, en gran parte gracias a los sencillos The Kill y From Yesterday, que se convirtieron en dos de los más grandes éxitos de la banda y en razones suficientes para que el disco vendiera más de un millón de copias tan solo en los Estados Unidos.
Con el disco platino en manos, el grupo realizó sus propias giras, empezó a llenar recintos en distintos continentes, y ganó premios de medios como MTV y la revista Kerrang!, antes de entrar a grabar su tercer álbum.
This is War se compuso en medio de la batalla legal de la agrupación con Virgin, y contiene muchas letras acerca de la supervivencia y la importancia de prevalecer ante las adversidades, al mismo tiempo que amplió su gama musical con tintes de rock progresivo y experimentaciones con sintetizadores y música electrónica.
Esa experimentación todavía está presente, pues Lust, Faith and Dreams tiene esos elementos pero más depurados y con una justa aplicación de minimalismo, lo que hizo que sencillos como Up in the Air se convirtieran en estampas del presente y el futuro de la música de Thirty Seconds to Mars.
Posible lista de canciones de Thirty Seconds to Mars en Costa Rica:
(basada en el promedio de canciones interpretadas por la banda en 128 conciertos de la gira, registrado por setlist.fm)
- Birth
- Night of the Hunter
- Search and Destroy
- This Is War
- Conquistador
- Do or Die
- City of Angels
- End of All Days
- Kings and Queens
- Hurricane
- From Yesterday
- The Kill
- Alibi
- Closer to the Edge
- Up in the Air