“¿Dónde están las mujeres?”, gritó Wisin anoche tras cantar su exitazo Que viva la vida .
Como era de esperar, la euforia de las chicas por el cantante puertorriqueño ardió.
Wisin abrió el cartel de conciertos internacionales que tuvo el Festival Picnic anoche, en su tercera edición.
Desde una de las dos tarimas que se levantaron en la Hacienda San Rafael (Alajuela), el boricua llevó al clímax al gran público que acudió al llamado de la productora Jogo.
El reguetonero salió vestido todo de negro y con un cuerpo de bailarines que acompañaron su enérgica presentación que inició a las 7:20 p. m. y se alargó por una hora.
Wisin supo armar la fiesta y conquistar al público con temas como Tú tienes el control , Anoche soñé contigo y Vacaciones , además de ya clásicos como Adrenalina , Rakata y Noche de sexo, entre otras.
Tras Wisin, en una tarima alterna, minutos después salió el colombiano Fonseca, quien a pesar de no tener la tarea fácil debido a lo extasiado que dejó el puertorriqueño a los presentes, rápidamente logró sintonizar con el público.
Fonseca salió al escenario con el tema Quererse cuando nadie habla de amor, le siguieron Enrédame y Entre mi vida y la tuya , canciones con las que logró convertir las voces de la masiva audiencia en una sola.
Una grata sorpresa fue la invitación de Fonseca a José Cañas, el cantautor costarricense, quien compartió su música con él en el escenario. Cantaron la pieza Paraíso.
La jornada. Las presentaciones de los foráneos solo cerraron una fiesta que inició desde el mediodía.
Quienes asistieron al festival tuvieron que armarse de paciencia para llegar a la sede del evento, pues las presas de la ruta 27 complicaron el arribo, y posteriormente, el acceso a la gran propiedad. Pese a ello, fueron más las razones de satisfacción que mostraron los presentes en sus rostros y cuerpos, que a conforme avanzaba el día y la noche fluían al ritmo de la música.
La Hacienda San Rafael se convirtió ayer en punto de convergencia de la música, el arte, la moda y la gastronomía, una fusión de la que se disfrutó entre amigos, en pareja e incluso, con la familia.
El Festival Picnic tuvo dos tarimas, una zona donde se instalaron los populares, y ahora tradicionales, food trucks que ofrecieron comida desde peruana, hasta mexicana e italiana; stands de entretenimiento de marcas comerciales y barras improvisadas de venta de bebidas.
La herediana Carolina Rodríguez llegó al Festival cerca de las 2 p. m. Ella estuvo acompañada por sus dos hermanas y una amiga. Sentadas sobre una tela en el césped, Rodríguez y sus acompañantes aguardaban que Carlos Vives, uno de los platos fuertes del Festival, saliera al escenario. Aún le faltaban varias horas, pero mientras transcurría el tiempo disfrutaba de la música de 424, banda con la que se puso el sol y con la que el paisaje se tiñó de color naranja.
424 fue parte del cartel de bandas costarricenses que alinearon en el Picnic 2017, donde también estuvieron Fede Fernández, Ojo de Buey, Magpie Jay, Patterns. Asimismo, se presentaron Jürgen Dorsam vs. Tocuma, y Jack Novak, que puso la nota electrónica a la noche de un sábado poco usual.
Conforme avanzaban las horas y los artistas desfilaban por la tarima del sector norte, más público se aglomeraba en los diferentes puntos de entretenimiento que ofreció el festival, y más llenas lucían tres espacios que se levantaron en el terreno y que con un acceso privilegiado le permitían al público una vista panorámica del show producido por Jogo.
El Festival Picnic demostró nuevamente su capacidad de convocatoria de un público variopinto pero con un gusto en común: la música alternativa y la latina.