Todo se cumplió como si fuera una coreografía muy bien ensayada: las manos arriba, cervezas al aire, que griten las solteras, abrace a su amigo más fiestero; el animador ordena y el público obedece. Así fue el concierto de cierre de las fiestas de Palmares este domingo 21 de enero, con la participación musical del puertorriqueño Wisin y los nacionales de Los Ajenos.
Condones inflados como si fueran globos volaban de allá para acá sobre las miles de cabezas que se reunieron en el área de conciertos del cantón alajuelense para despedir las tradicionales fiestas de Palmares. Sí, leyó bien, miles de personas, una marea de gente fue lo que se reunió en el último día de los festejos.
Tal vez fue el reguetón o el hecho de que el de Wisin fue el único concierto masivo y gratis que se realizó en esta edición, lo cierto es que fue un llenazo, que calentó tarde, pero calentó bien.
Perreo, “arrimadas”, uno que otro que la pasó mal a causa del exceso con el licor, muchos ombligos al aire y torsos descubiertos fueron la tónica de la tarde durante el espectáculo. La animación se encargó de encender los motores de un público que era fácil de complacer: póngale piezas de reggae clásico o una canción nueva de Sebastián Yatra, que al unísono las manos se levantan y las caderas se mueven hacia la derecha, a la izquierda, "pa' lante y pa' tras".
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El clima fue inconstante durante la primera parte del día. En la mañana hubo frío, llovizna y el sol no salió. A eso del mediodía había poca afluencia de público y llovió, pero con el pasar de las horas el llenazo fue inevitable y así, como si el sol supera que ya iba a salir Wisin a escena, se puso más que caliente la cosa.
El artista salió al escenario a las 3:10 p. m. vestido de pies a cabeza de color café claro. Su arribo fue una inyección de adrenalina, precisamente el título de la pieza con la que comenzó su presentación.
Acompañado por seis bailarines, un DJ, dos coristas y un baterista, el reguetonero encendió más el ánimo que había en el lugar. “Quiero ver cuánta energía tiene Costa Rica”, dijo al comenzar su espectáculo y sus seguidores le contestaron con gritos, los brazos al aire y con mucha emoción. La verdad es que la puesta en escena del boricua sirvió de mucho para derrochar emociones: los juegos de explosivos y fuego al ritmo de la música provocaron furor.
Para seguir con el guion tácito de este tipo de espectáculos, Wisin pidió que las mujeres gritaran y demostraran que son “las que mandan en Costa Rica”, la respuesta fue ensordecedora.
La selección de las canciones fue acertada, por supuesto, porque el repertorio de Wisin es muy amplio, son más de 20 años de grabar y de cantar. En su versión en solitario (sin Yandel), el conocido como El Sobreviviente demostró que tiene talento y fuerza de sobra para poner a miles a bailar a su antojo con temas nuevos como Vacaciones o Adrenalina, o de los más viejitos como Ahora es, Rakata, Noche de sexo y Mírala bien.
Wisin cantó aproximadamente durante una hora con una carga de potencia inigualable.
¡Qué intenso!
Como es costumbre en sus presentaciones, los ticos de Los Ajenos fueron pura energía y adrenalina sobre la tarima.
Ellos saben muy bien qué hacer, cada vez innovan más sus espectáculos, incluyen utilería, disfraces, e interactúan constantemente con el público. Con éxitos como Mireya o Pamela Chu se podría decir que es fácil echarse a la audiencia a la bolsa, pero estos artistas se desviven y desgalillan en escena para no dejar que nadie se quede quedito durante su recital.
Vale la pena destacar también el cariño que les tiene el público. No hay persona que no cante el estribillo de alguna de sus piezas más conocidas. Encantan, emocionan y transmiten una vibra muy contagiosa. Eso es bueno, para la fiesta y los fiesteros, es muy bueno.
Palmares este año reflejó menos asistencia que la que gozó durante muchos años pasados en los espectáculos gratuitos. Sin embargo, el cierre fue por todo lo alto, tal vez fue el reguetón… tal vez fue la oportunidad de enfiestarse sin pagar de más...