“Soy una gran perfeccionista”. Esa es la mejor forma que encuentra la cantante Ximena Sariñana para describirse.
Esa obsesión de ver todo perfecto es la que la lleva a inmiscuirse en todo el proceso que conlleva hacer un disco o una gira.
Sin embargo, había algo que nunca se había atrevido a hacer en sus pocos menos de 10 años de carrera musical: producir.
Si bien ella seguía muy de cerca el trabajo que hacían en producción, nunca había tomado la batuta en ese sentido, hasta que trabajó en su tercer disco de estudio No todo lo puedes dar , que lanzó en noviembre.
En un principio, John Congleton, Jim Eno y Alejando Rosso eran los únicos productores. No necesitaban gran apoyo; todos son reconocidos en la materia. Pero Ximena sintió que era el momento para “meter las manos en la masa” y aventarse.
Al final, No todo lo puedes dar resultó ser un experimento de su dueña, que terminó gustando tanto o más que sus anteriores producciones: Mediocre (2008) y Ximena Sariñana (2011).
La tercera producción –que tiene 13 temas compuestos por la mexicana– es la más experimental que ha sacado. De hecho, incorporó hasta elementos electrónicos.
Acá un extracto de la conversación que mantuvo la mexicana, de 29 años, con Viva .
¿Qué la llevó a producir este disco?
Este fue un disco extraño, porque cuando lo empecé no sabía que iba a llegar a donde llegué. Estaba experimentando y trabajando con un productor, cuando de repente me di cuenta de que estaba lista para intentar producir.
”Me dio mucha emoción y fue un choque con la realidad. Me aventé a hacerlo; fue una cosa muy divertida y me llevé una grata sorpresa al haberlo logrado y haber encontrado mi propio sonido. Fue una cosa que me marcó y que me dio mucha energía.
”Me fui a un rancho durante cinco días; en mi maleta llevaba dos temas a los que les haría la producción. Me di el tiempo suficiente, me equivoqué, pero cuando salí de ese rancho estaba satisfecha al escuchar cómo habían quedado esas canciones y ahí me animé a seguir con las demás”.
¿Eso la ayudó a escucharse más directa, más oscura, más experimental?
Sí, definitivamente. Es un disco muchísimo más directo, mucho más yo. Pero, para lograrlo, era muy importante encontrar mi propio estilo y sonido musical, y creo que no hay otra manera de hacerlo que metiéndote en la producción.
”Quedé muy contenta con los resultados. Quería un sonido más oscuro, que tuviera muchos elementos y muchas cosas sucediendo al mismo tiempo. Pero también me ayudó mucho el dejar espacio para la improvisación y creación en ese específico momento”.
El disco es de amor, pero más de desamor. ¿Fue compuesto en un momento de introspección?
Definitivamente, nació en un momento de reencontrarme con México y con quien soy. Creo que el poder enfocarme y estar tan abierta a lo que me estaba sucediendo a nivel personal, también me hizo ser muchísimo más susceptible a lo que sucedía en el estudio y con la música.
”El disco me permitió romper mis propias barreras y opiniones sobre mi misma; me permitió empujarme más allá y hacer cosas que normalmente no haría. Eso se refleja completamente”.
Desde siempre, usted ha dicho que el tercer disco de todo artista es el definitivo. ¿Lo sigue considerando después de lanzar No todo lo puedes dar ?
Creo que mi primer disco fue demasiado intenso, al punto de que podría no entenderse muy bien y eso pasa muchas veces.
”El segundo disco fue complicado, porque depende de cómo te fue con el primero y tienes dos opciones: hacer un proyecto similar al anterior para tener el éxito asegurado o romper totalmente con eso. En mi caso rompí totalmente con mi disco pasado y eso está bien porque te lleva a aprender otras cosas.
”Pero, para el tercer disco, ya te la sabes y ya puedes agarrar lo aprendido. Hay más experiencia y más capacidad de hacer un disco interesante. Es más, con esto, más que un disco, se hace una propuesta”.
¿Se puede decir, entonces, que No todo lo puedes dar fue una forma de darle más sentido a su carrera?
Sí, espero que sí. Por lo menos siento que afiancé mi relación con la música. Me volví más dueña de mi propia música y creo que es algo muy positivo. En el lugar en el que estoy en este momento, es un buen lugar para estar.
En los tres discos que ha hecho ha tenido productores diferentes. ¿Por qué así?
De los productores aprendes distintas maneras de hacer las cosas y creo que es increíble trabajar con mucha gente. A todo el mundo le he aprendido y he destacado cositas de distintos productores. Ha sido superdivertido e increíble trabajar con tanta gente y es una forma de inyectarle algo nuevo y fresco a cada álbum.
No todo lo puedes dar es una prueba más de que no quiere encasillarse en un género. ¿Cuan difícil es eso?
Es lo más complicado, es muy duro ser así porque de repente tienes que estar justificando todo el tiempo tus acciones frente a los demás. Si fuera una artista 100% alternativa o 100% pop, sería más sencillo. Cuando estoy en medio y hago lo que quiero, la gente critica y juzga mucho; te arriesgas a que la gente no entienda el porqué haces algo.
”Pero, al mismo tiempo, es el camino más enriquecedor, porque si me hubiera cerrado a ser un tipo de artista, me hubiera perdido de muchísimas cosas, como haber trabajado con Miguel Bosé o haber tocado cumbia con Los Ángeles Azules. Me hubiera perdido de esas grandes colaboraciones que son, además, muy divertidas. Me doy cuenta de que voy por el camino correcto”.
Su colaboración con Miguel Bosé le abrió las puertas a nivel internacional, ¿qué es lo que más rescata de ese dueto?
Me marcó la vida, completamente. Pero lo que más me sorprendió fue darme cuenta de que Bosé es más funk que muchos artistas que se jactan de serlo. Es superinteresante y divertido. Al verlo a él es donde digo que prefiero ser la artista controversial que la típica que pertenece a algo cerrado.
Esa versatilidad es la que le permitió presentarse por segunda vez en el Festival Vive Latino. De lo que más hicieron eco los medios fue de la colaboración con Jorge Drexler...
Fue increíble, tenía muchas ganas de volver a colaborar con él. Drexler ha sido uno de las grandes influencias musicales de mi vida y estaba muy nerviosa de invitarlo a colaborar conmigo. Fue un divino.
De esa actividad masiva pasa a hacer una colaboración para el nuevo disco de Ana Torroja, una de sus ídolos de la infancia.
Sí, fui superfan de Mecano. Me parece una gran influencia en el pop, eran transgresores en sus letras. Eran impresionantes y fueron muy importantes para mí cuando empecé a componer.
”A Ana la conocí en un evento de los Grammy y me pareció que es una persona divina, superatenta. Es un sueño hecho realidad y estoy tremendamente agradecida”.
Además, la canción en la que participó es Un año más , clásico de Mecano...
Es más hermoso aún. Mecano nunca me va a invitar a cantar, pero Ana sí lo hizo y con uno de las piezas más memorables.
Participará en la gira de Juanes. ¿Hará alguna colaboración con él?
Yo espero que sí. Es superbuena persona y tiene un amor por la música genuino. Este es un tour muy importante para él y los lugares en los que vamos a estar tocando son legendarios. Yo me siento superagradecida con él por darme la oportunidad de visitar estos sitios.
¿Qué dueto le gustaría hacer?
Me encantaría hacer algo con dos bandas que son una eminencia en México: con Café Tacvba o con Caifanes. También me encantaría colaborar con Julieta Venegas; a ella le he abierto un par de conciertos, pero nunca hemos hecho nada juntas.
Hablando de futuros proyectos, ¿cómo va la serie web que trabaja con su hermano Sebastián?
Fue un experimento, de esas pocas cosas de la vida que uno hace por el gusto de hacer. Queríamos jugar un poco y contar historias en siete minutos. Estuvimos trabajando, nos aventamos a hacerla y ahora estamos pagando las consecuencias de hacerlo así, ¿no? Uno hace cosas sin pensar, sin saber cómo lo va a sacar, si es apropiado para el mercado, y ¿ahora qué hago?
”Estamos en la preproducción, la vamos a lanzar en Internet. Va un poco sobre lo que es ser una chica de mi edad y estar soltera en una ciudad como lo es el DF (México), en donde hay muchos locos. Es muy divertida, me emociona mucho y muero porque vea la luz”.
¿Es autobiográfico?
Un poco y algunas son historias con las que todo el mundo se puede identificar (risas).
En estos días estará promocionando este disco en Costa Rica, ¿qué le gusta de este país?
Los recuerdos que tengo de este país son increíbles. La gente es divina y me recibió superlindo. La banda 424 es muy padre, está muy presente en la escena mexicana. Me llama mucho la atención el trabajo que hacen y por eso quiero empaparme de la música que hacen en Costa Rica.