“En Costa Rica me conocen desde hace mucho. Recuerdo que hace mucho, cuando tenía como 14 años, me llenó de curiosidad viajar a un país y que supieran quién era yo. Hasta salió una noticia que decía que la villana de Luz Clarita había estado en Costa Rica. Es muy lindo que la gente te ubique y más desde hace tanto tiempo. Eso habla de una carrera larga y diversa, que sigue estando de alguna forma en el ojo público”, así fue como la cantautora mexicana Ximena Sariñana recordó su larga relación con nuestro país.
La artista fue uno de los puntos clave de la segunda jornada del Festival Picnic, que se realizó el sábado 30 de abril en el Centro de Eventos Pedregal, en Belén. Justo después del concierto que ofreció la azteca, la cantautora de 36 años disfrutó al máximo su reencuentro con su público costarricense y agradeció el apoyo que tuvo durante su espectáculo.
“El público, a pesar de la lluvia, se mostró muy cálido conmigo. Me encantó verlos a todos con sus impermeables de colores, que es como la paleta de colores de mi nuevo disco. Fue muy bonito estar en un festival, tocar el nuevo material y ver cómo la gente va reaccionando”, dijo Sariñana en el camerino del festival, donde cerca andaba su pequeño hijo.
Tras el éxito de su show, Ximena quiere “probar suerte” en un espectáculo ella sola. Pero asegura que ser parte de festivales de música es una gran experiencia.
“Me encanta que este festival sea variado, que haya todo tipo de géneros. Al final, así es también dentro de la industria (de la música). Me encanta ser colega de Guaynaa, de Mau y Rick, y saludar igual de eufórica a los Zoé. Todos hacemos música, nos admiramos y respetamos mucho, eso es lo importante que se refleja también hacia el público”, afirmó.
En su concierto del Picnic, Ximena aprovechó para tocar canciones de su último disco de estudio, titulado Amor adolescente, que publicó a finales del 2021. Esta producción viaja por historias de amores de juventud que fueron escritas por ella, inspirada en sus propias experiencias. Además, el álbum presenta fusiones de géneros y sonidos que han encantado a un público mucho más joven.
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Sobre el disco, la autora dijo: “Para mí era importante que el disco reflejara el playlist de un adolescente que escucha un poco de todo, ya que está descubriendo su mundo interno, pero al que además le gusta lo que escucha en la fiesta con amigos o lo que escuchan sus papás.
”Están en esa transición de niño y adulto, quería que eso se viera reflejado al probar con diferentes estilos de música e invitar a los adolescentes de hoy en día a hablar de sus propias experiencias. Eso creo que le da una profundidad al análisis, a la propuesta de lo que es el amor en la adolescencia”, explicó.
El disco, de hecho, ha tenido muy buena aceptación por parte de ese público joven. Tanto es así, que la Ximena ha escuchado testimonios relacionados con las historias de amor que canta en el álbum.
“Al final (las canciones) están escritas desde mi punto de vista, desde lo que yo recuerdo, desde un punto de vista muy nostálgico. Pero al escuchar los testimonios de los adolescentes me di cuenta de que compartimos mucho y aunque ellos manejan términos más avanzados y muy de esta generación; como el amor libre, el amor propio o el amor en contexto del feminismo; también te das cuenta de que esa intensidad, del aquí y ahora, de sentir que nunca nada va a ser igual a la primera vez que te enamoras, sigue muy latente”.