Una cuenta regresiva proyectada en pantallas ubicadas a ambos extremos del escenario descontaba minutos y segundos hasta llegar a cero. Pronto; pirotecnia, humo y llamas de fuego llamaron la atención de una audiencia deseosa de fiesta.
Cuatro modelos y un animador salieron de los costados de la megatarima: la Barra Imperial de Palmares 2018 había encendido su tercera noche de fiesta. Eran las 8 p. m.
Este sábado, incluso desde antes de que la luna se asomara, cientos de personas esperaban ingresar a ese recinto, que se ha convertido en uno de los más cotizados por los jóvenes visitantes a los festejos cívicos del cantón alajuelense.
La masa de asistencia sería la encargada de propiciar un calor que pronto disipó el frío que acompañaba la velada o de ignorar la garúa que se dejaba ver por las decenas de reflectores multicolores que bailaban al son de la música, y que unas horas después se convertiría en una momentánea e intensa lluvia.
En la Barra Imperial se respiraba una fiesta que llegaría a su clímax cuando, sobre aquel imponente escenario de 29 metros de ancho y 16 metros de alto, saltara el puertorriqueño Yandel, el invitado de esa noche.
Para ello faltaban horas, tiempo que “quemaron” los dj’s nacionales Kevin Barboza y Jürgen Dörsam, dos recurrentes mezcladores en eventos potencialmente masivos del país. Aunque en momentos distintos, los costarricenses programaron los hits de la música urbana actual y otras piezas que han trascendido generaciones y que surten el mismo efecto que en sus años de lanzamiento.
Entre cervezas y tragos, los cuerpos de los asistentes se tambaleaban de un lado a otro: algunos en respuesta a la pegajosa música, otros involuntariamente, matizados por las cervezas o los tragos de la noche.
En ese ir y venir de temas musicales, a las 11:17 p. m. salió el puertorriqueño Yandel. El otrora integrante del dúo reguetonero Wisin y Yandel surgió del fondo de aquel escenario cubierto por luces blancas y rojas. “Pura vida”, resonó por los altoparlantes. El artista internacional estaba en escena.
Como era de suponer, el repertorio de Yandel incluyó los éxitos que popularizó al lado de Wisin y unos cuantas más, incluidos covers de otros artistas que solo le dieron mecha para una hora de concierto.
Mírala bien marcó el inicio de la presentación del puertorriqueño. Acompañado de seis sexis bailarinas, el reguetonero cubrió la Barra Imperial de un ambiente que no había sido igual en ningún otro instante de la noche.
Con Dile que tú me quieres, una colaboración entre Yandel y Ozuna (otro reguetonero en boga) continuó la presentación del internacional. La pieza fue coreada por la concurrida audiencia.
La misma energía desbordante del público hacia el artista y viceversa acompañaron toda la presentación de Yandel, quien constantemente invitaba a los asistencias a “perrear” con temas como Permítame, una de sus piezas emblemáticas.
El concierto ya estaba en su apogeo, muestra de ello eran los gritos ensordecedores de los presentes y las cientos de manos que sostenían celulares mientras documentaban en video la noche.
Precisamente Yandel aprovechó mucho del tiempo que estuvo en tarima para tomarse selfies o hacer snapchats con sus fans más cercanos al escenario, a quienes el artista recurrentemente les arrebataba el celular y los complacía con una fotografía.
“¿A quién le gusta la música trap?”, fue la primera frase clara que se escuchó del artista. Fijo pocos sabían que es un género musical que mezcla el hip-hop con la electrónica, pero como en esa noche todo se valía, la respuesta fue unísona.
Con esa euforia sonaron los acordes de Explícale. Si la Barra Imperial estaba explotada desde antes, lo que vendría la desbordó aún más: Hey dj.
La pieza el puertorriqueño la grabó en colaboración con el quintento de pop latino CNCO.
“Vamos a dedicarle esta canción a las mujeres mayores que están aquí”, dijo previo a interpretar Mayor que yo, otro tema conocido y de créditos compartidos entre otros grandes del reguetón como Daddy Yankee.
La canción la interpretó con bailarines, pirotecnia y llamas de fuego que salían de los bordes del escenario. Un vistoso espectáculo que también acompañó a Noche de entierro.
En esa etapa del concierto pasó lo inesperado: el hermano de Yandel, Gadiel, apareció para acompañar al artista en escena e incluso interpretó en solitario el tema Cadera.
Yandel aprovechó ese instante para salir del escenario por segundos. Retornó con Ahora es, Ay mi Dios y Encantadora y algunos covers de J Balvin como Ginza y Bonita.
El desenlace de su presentación comenzó con Báilame; tras la pieza, fue sorprendido con un video de asistentes a la Barra Imperial donde lo felicitaban por su cumpleaños 40, que celebra precisamente este domingo 14 de enero.
Un queque y el canto conjunto del feliz cumpleaños marcaron el final de la noche. “Gracias. De verdad qué bonita sorpresa. Gracias por el apoyo. Ustedes son un público que hace muchos años siguen mi carrera y es un placer celebrar mi cumpleaños aquí”, dijo.
Como muestra de su agradecimiento se despidió como los grandes: con una pieza, pero no cualquiera, sino con uno de los temas que lo agigantaron entre su público: Algo me gusta de ti.