Yuridia es romántica, sí. Es conocida por cantarle al amor y al desamor a punta de baladas, pero en el concierto que brindó en Costa Rica la noche de este domingo 9 de junio, demostró que es una buena mexicana, con raíces muy profundas en lo ranchero. No dejó ni una sola duda de la pasión que profesa por esa música que tanto identifica su país.
Con mariachi incluido y con la compañía de su hijo Phoenix tocando el bajo, la azteca encantó a la fanaticada que se reunió desde muy temprano por la tarde en el recinto herediano para escucharla cantar. Afuera llovía, pero dentro del Palacio todo era puro calor y pasión por la música de esta intérprete y autora de 37 años.
Previo al concierto, Yuridia atendió una entrevista con La Nación en la cual afirmó que minutos antes de subir al escenario todo es una fiesta para ella en el camerino. Que disfruta al máximo de esos momentos de adrenalina junto a sus personas más cercanas, entre ellas su hermana y sus hijos Phoenix (de 17 años) y su bebé Benicio (de apenas 11 meses), quienes viajaron con ella a nuestro país.
Pero ya entrando en lo musical, la artista, que en su última producción Pa’ luego es tarde se aventuró a cantar el género regional mexicano, demostró con poderío por qué es una favorita de los enamorados y también de los despechados. Desde que puso un pie en el escenario, Yuridia fue puro fuego, fue regia, hermosa, imponente. Su voz, impecable, complació al público que coreó de principio a fin todas las canciones.
Luciendo un vestido largo de color negro, estuvo acompañada por tres coristas, cinco bailarines y músicos en guitarras, teclado, batería, bajo y dos trompetas. El show de la mexicana tuvo un gran montaje escénico con un juego de luces impecable que hacía par con las proyecciones en pantallas y paneles sobre la tarima.
Yuridia en concierto y las canciones que fueron golpes directos al corazón
La mexicana no dio tiempo de reponerse del mal de amores con sus temas. El show fue una descarga de pieza tras pieza que se convirtieron en golpes directos al corazón. Pero ¿qué mejor que sacar la espinita en el pecho cantando a todo pulmón? Eso fue lo que pasó en la velada de este domingo con el repertorio que interpretó la azteca y que su público convirtió en himnos.
El espectáculo se inició potente con Ahora entendí y Él lo tiene todo. En medio de las canciones, la artista aprovechó para saludar a sus fans ticos y decirles que los había extrañado. “Esta noche es una fiesta. No se diga más. La vida se disfruta hoy porque luego es tarde”, dijo y sus seguidores gritaron a más no poder.
La lista de canciones siguió con Irremediable, Como yo nadie te ha amado y Señora. Inmediatamente después de esta descarga de emociones, Yuridia invitó a un fan a subirse al escenario para dedicarle una canción. El elegido subió dando brincos de felicidad a la tarima mientras ella le dedicaba parte de su tema Ya es muy tarde.
La intérprete dejó un momento el escenario para cambiar de vestuario. Regresó imponente con un sensual vestido corto y una capa que la cubría hasta los pies. El atuendo fue perfecto para la poderosa canción que siguió: Lo que son las cosas (de Ednita Nazario). Ella, sin bajar la energía y el público mucho menos, cantaron juntos Cobarde, Te equivocaste y la queridísima Ángel, una de las canciones con las cuales se dio a conocer y en la cual protagonizó el momento más tierno de la jornada cuando presentó en escena a su bebé a quien le dedicó el tema. Pero después de la ternura, siguió el despecho la poderosa Ya te olvidé.
Yuridia no le dio ni un breve descanso al público en su concierto
¡Y llegó la Yuridia más mexicana! Con el sonido y la presencia de la tuba y con la delicadeza que da el acordeón, así se presentó la parte más regional del concierto. Hay que decirlo: ¡qué sabroso suenan estos dos instrumentos juntos y qué señorío le dan al género! Y todavía fue más impresionante cuando la voz de Yuridia se juntó a ellos en Te dejo, esta vez con un vestido elegante de color morado.
Antes del show, Yuridia confesó que estaba preocupada porque el público tico recibiera bien su versión más regional, donde afirma sentirse “en su mero mole”, como dicen los mexicanos. “Espero que les guste lo ranchero porque tengo mucho que darles”, afirmó. Y pues sí, según la respuesta del público, no hubo duda de que la Yuridia bien ranchera gusta y mucho. En esta parte de la presentación sonaron Llévate, Se va a terminar y No la beses y a más de uno le hizo falta un traguito de tequila.
La intensidad de un concierto que jugó con las emociones del público
De rojo intenso, como lo sería el cierre de su show, así vistió Yuridia en la parte final del espectáculo. Sus bailarines le hicieron la segunda y danzaron al ritmo de Sin llorar, tema que al escucharlo en vivo eriza la piel desde las primeras notas de la guitarra. Pero en pleno show, algo inusual sucedió; el audio del concierto se fue, ni ella ni sus músicos sonaron en los parlantes, pero el público se encargó de terminar de interpretar la canción. Momento épico de la noche, fue inexplicable cómo los fans llenaron el Palacio de los Deportes con sus voces.
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En el epílogo llegaron más piezas de despecho y amor. Con un mariachi dulce y apasionante, la mexicana cantó Si no piensas cambiar, que tuvo también otro momento protagónico de una noche ya de por sí intensa. Un joven del público sufrió un desmayo mientras la artista cantaba. Pero para dicha del fan, todo salió bien y hasta la cantante lo invitó a ver el espectáculo arriba en la tarima.
El show siguió con ¿Con qué se pega un corazón?, Brujería y Amigos no por favor.
Pero Yuridia no se iba a ir tan fácilmente de Costa Rica, al menos su público no lo iba a permitir y después de decir adiós regresó a escena para cantar Felicítalo y Qué agonía.
Y así, en una extraña pero emocionante combinación de sentimientos como el amor, el despecho, la tristeza y la alegría, la mexicana Yuridia entregó en Costa Rica un concierto excepcional.