¿Es acaso una especie de nube negra la que cae sobre Zoé cuando dicen que vienen a Costa Rica? De tres veces que se han anunciado su visita, solo una se ha cumplido: hace dos años en el Festival Imperial. Ayer, fue trasladado de fecha el Jarkor Fest en el que la mexicana tocaría.
La jornada ahora será en noviembre y cualquier buen seguidor podría pensar: “Pero, ¡qué mala suerte!”. Y aunque la banda de
Y como si fuera poco, Zoé también adelantó a
Haciendo una pausa del intenso trabajo en un estudio en México, Rodrigo Guardiola, baterista de Zoé, conversó con
Claro, fue esa la primera vez que estuvimos en Costa Rica. Y cada vez que podemos regresar a un país es una oportunidad nueva.
Porque cuesta mucho trabajo para un grupo ir a un país. Justo estamos en esa etapa de salir lo más posible y de expandirnos de México; obviamente, aquí ya se ha trabajado muchos años, pero ahora falta fortalecer la carrera de Zoé en otros países. Sabemos que en Costa Rica hay seguidores, pero también sabemos que hay mucho trabajo qué hacer. La mejor manera de ganarnos a la gente es tocando en vivo; enseñándoles lo que es Zoé en vivo.
Claro, es fácil creer eso. Pero el reto es tener claro en que suena fácil, pero toma muchos años y mucho esfuerzo y, por eso, es importante que a cada paso que se da tratar de sacarle mucho provecho. Siempre hay que tratar de hacer lo mejor que se pueda cuando se da el momento o la oportunidad.
Lo que dices es cierto: nunca es bueno aflojar. Y para nosotros esto significa hacer buenas canciones. Creo que de ahí viene todo o demás. Nada tiene sentido si no sigues renovándote, redescubriéndote y reinventándote. Hay que buscar nuevo sonidos. Cuando te quedas estancado en algo que ya funcionó, y te quieres colgar de esa fórmula, hacer todo igual y pensar que la gente lo va a aceptar, es cuando los grupos se van quedando atrás y van envejeciendo.
“La meta número uno para nosotros es reinventarnos. Si algo ya funcionó ¡ya fue! Lo peor es pensar en que va a volver a funcionar”.
No se puede saber, no se puede leer la mente de la gente. El parámetro de nosotros es que nos parezca interesante; como decimos en México: que nos prenda, que nos motive, que nos emocione.
No. El grupo lo hace de forma muy intuitiva. La gente cree que es algo premeditado, pero no. Realmente nosotros, a manera de trabajo, solo nos exigimos que no nos aburra y que nos motive otra vez, porque, de lo contrario, al hacer un disco nuevo te encasillas y no lo vas a disfrutar los siguientes dos años que lo tienes que trabajar en conciertos y en promoción o montando las versiones que tocas en vivo. Si no estás a gusto desde el principio, te estás encarcelando solo.
Es que en España solo se han editados dos discos de Zoé: el
Sí. Son amigos nuestros o grupos y artistas que admiramos mucho y que queríamos que aportaran algo a nuestra música.
A Bunbury lo conocemos de hace mucho, cuando hacía visitas a México como solista. Un día nos invitó a un concierto que tenía en la ciudad de México. De ahí salió la amistad y lo invitamos al disco sabiendo que le gusta la banda. Le dimos toda la discografía de Zoé para que escogiera un tema y escogió
Nos encantó salirnos de nuestra esfera y encontrar estas canciones con la voz o la interpretación de alguien más; cada artista lo llevó a su mundo, a su estilo. Por ejemplo, Vetusta Morla decidió no usar nada de lo que ya habíamos grabado y grabó de nuevo todos los instrumentos para el tema
Sí, claro; de hecho, desde enero estamos componiendo el nuevo disco y en agosto empezaremos la preproducción, con la idea de tenerlo listo a finales de año para lanzarlo en el 2011.
Es pronto. Pero vamos a tratar de reinventarnos y de no compararnos con el