Nace una estrella dio el banderazo de salida a las cámaras y reflectores para una nueva temporada en el escenario del estudio Marco Picado de Teletica, este domingo 6 de abril. Los nervios, las luces y la banda dieron paso a los 17 nuevos participantes que buscaron llegar a los hogares de los costarricenses, pues ellos eligen su permanencia en el programa.
Durante los minutos previos al estreno se vieron carteles, hubo aplausos y muchísimos nervios. Édgar Silva, como tiene por costumbre, acompañó al público con indicaciones durante el show, pero sobre todo aliviaba la tensión en el lugar antes de que saliera el primer artista.
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También, como parte de las sorpresas, el conductor dejó al público en shock cuando dijo que había una cuarta jueza invitada, fue así como leyó una serie de reconocimientos previo a presentar a Myriam Hernández, quien se unió a la sétima temporada del reality show de canto.
A las 7:14 p. m. salió al escenario Andrés Zamora, con la canción Provócame, acompañado con una bailarina durante su presentación. La primera canción del grupo de niños estuvo a cargo de la liberiana Vivianne Juárez quien cantó No me queda más, interpretación que se llevó los aplausos.
La guarqueña Rosmery Navarro, de 19 años, es la más joven del grupo de adultos y desde los cuatro años canta; durante la gala entonó El sol no regresa. El siguiente debutante fue Alejandro Galarza con Dígale, un éxito de David Bisbal.
El siguiente en arribar al famoso escenario fue Santiago Abarca, quien lo hizo con un traje entero que llenó de ternura al estudio. Con su carisma cantó Quién será, con guiño a las juezas incluido y una ovación del público.
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Luego, Karen Box enamoró con Costumbres, mientras la observaban su madre, su abuela y sus dos hijos, entre lágrimas. La emoción continuó cuando Myriam Hernández se puso de pie para abrazarla y darle sus comentarios.
El rock llegó al escenario con Albin Fernández y Cautiva del mar, original del costarricense Pato Barraza. Durante el espectáculo recordó sus problemas con el alcoholismo y su deseo por llevar el estandarte de ese género musical en el programa.
Posteriormente, el jovencito de 11 años, Maximiliano Cruz, cantó Si no te hubieras ido, mientras sus padres gritaban y levantaban los carteles que le llevaron y que fueron hechos por sus compañeros del colegio.
Maribeth Rivas, también hizo su debut en Nace una estrella, evidentemente emocionada por conocer a Hernández. Ella entonó Derroche.
El ida y vuelta de los artistas continuaba. Con Yo te seguiré, una de las canciones más emotivas, subió al escenario José Martín Rodríguez, quien expresó su deseo de ser conocido como Martinsón. Previo a cantar le hizo señas al público para animarlos e incluso envió un mensaje de apoyo a su papá, quien está hospitalizado.
Lo siguiente fue “digno de una final del programa”, en palabras del jurado Marvin Araya. Esto luego de la aparición de la paraiseña Franciny Castillo quien cantó Quimbara con tanto sabor que hasta puso a bailar a los jueces.
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En los intermedios, que se ven como comerciales en televisión, los asistentes en el Marco Picado se ríen y ven a Édgar Silva bailar mientras esperan la siguiente presentación.
La participante número 12 en salir al escenario fue Sofía Castro con Corre, de Jesse y Joy. Sobre la niña, su padre contó que ella misma fue quien se inscribió a la competencia.
A falta de solo cinco estrellas por brillar en el escenario, la energía continuaba a tope.
Yeris, de 20 años, protagonizó un momento muy emocional luego de contar su historia familiar, en la cual dio a conocer que su madre es alcohólica y que cuando él era pequeño sufrió maltrato infantil. El también creador de contenido entonó la romántica La incondicional de Luis Miguel.
Como es costumbre durante el formato, la escenografía es parte importante de algunos shows, como sucedió cuando Verónica Quirós, cantó Mi buen amor postrada sobre una alfombra blanca, mismo color de su vestido.
Juan David Montero le sacó las risas al público al hablar de su complicidad con una de sus hermanas. El muchacho salió vestido de negro e interpretó Ya lo sé que tú te vas. Durante su actuación, el público se mantuvo en absoluto silencio hasta que llegó el coro de la pieza que logró los aplausos y gritos de los presentes.
La penúltima presentación estuvo a cargo de Alberto Murillo, de 56 años, quien cantó el clásico de la Sonora Santanera, Perfume de Gardenia, con un traje blanco con negro. El artista despertó sentimientos entre el público y provocó bailes detrás de cámaras. “Que se cuide la Sonora Santanera”, dijo el juez Joaquín Yglesias.
El cierre de la gala estuvo a cargo de Jessica López, de 34 años, ella subió al escenario con un vestido rojo y ante los ojos de sus compañeros de competencia quienes le gritaron y aplaudieron con todas las fuerzas. López cantó Amigos no por favor y recibió comentarios muy positivos del jurado.