La sétima temporada de Nace una estrella inició este domingo cargada con una mezcla de sorpresas, emociones y nervios entre familiares, amigos y los 17 participantes del concurso de canto de Teletica.
Más de 1.300 personas hicieron audición para llegar a uno de los escenarios más cotizados de Costa Rica, pero, solo 12 adultos y cinco niños llegaron a la primera gala, buscando el trofeo y el premio en efectivo del programa. Durante los primeros minutos del show se respiraba nervios y ya empezaban las sorpresas de la noche.
Que la cantante Myriam Hernández fuera anunciada como parte del jurado, provocó la ovación del público, aumentó los nervios de las estrellas y dio un condimento especial a los comentarios del panel de jueces que lo completaron Debi Nova, Juaquín Yglesias y Marvin Araya.
En las graderías se volvió común escuchar “estoy más nerviosa yo”, por parte de las madres de grandes y pequeños que debutaron en el espectáculo. Las familias se hicieron presentes, pero no llegaron solos, sino que se acompañaron de detalles para apoyar a su participante favorito; resaltaron camisas con los nombres, carteles muy coloridos y porras muy curiosas.
Por ejemplo, Sofía Castro de 13 años, tuvo el apoyo de su familia que se unió con una camisa que tenía la forma de un corazón, pues la adolescente siempre se toma fotografías haciendo la figura, eso motivó a sus seres queridos a ponerse de acuerdo para el detalle.
En el caso de Maximiliano Cruz, también participante de la categoría de niños, recibió mensajes muy especiales, pues sus compañeros del colegio le hicieron carteles de apoyo que sus papás decidieron llevar al programa para que los amigos del niño también estuvieran de alguna manera presentes en el estudio.
Y el más pequeño de la temporada, Santiago Abarca, de 10 años, era esperado con camisas con su rostro, pines, carteles muy coloridos y una porra muy especial: “guapetón, guapetón, guapetón”, gritaron sus seguidores en el estudio; entre los que destacaron su mamá Raquel Abarca y su abuela. Incluso, cuando llegó el momento de su presentación recibió una fuerte ovación del público.
Los más grandes no se quedaron atrás con el apoyo de su familia. Olga Blanco, la madre de Maribeth Rivas confesó a La Nación que se encontraba bastante nerviosa por ver a su hija cantar, pero con una combinación de emociones donde sobresalía el orgullo de saber que la joven estaría cumpliendo un sueño.
Durante esta gala también debutaba la Miss Costa Rica, Lisbeth Valverde, como parte de los presentadores, a ella se le vio sonriente durante todo el show; lo que confirmó sus palabras previas a su estreno como presentadora de Canal 7: “Muy tranquila, el ensayo general ayer (sábado) me dio paz. Tengo muchas ganas de disfrutarme el proceso”, dijo.
Esta primera gala estuvo marcada por grandes momentos que incluyeron un abrazo de Myriam Hernández con la concursante Karen Box, quien se emocionó hasta las lágrimas.
Los debutantes brillaron en una primera gala cargada de muchas emociones y sobre todo de historias cargadas de sueños que ya se construyen.