El locutor deportivo Manuel Antonio Pilo Obando lucha por superar una infección respiratoria que lo mantiene hospitalizado y en cuidados intensivos desde el domingo por la noche.
Justo cuando había conseguido un candidato dispuesto a donarle un riñón, las complicaciones llegaron y ahora su ansiado trasplante deberá esperar.
El domingo, entre las 2 y las 4 p. m., Pilo narró en Deportes Repretel el partido que le dio la victoria 2-0 a San Carlos sobre la escuadra limonense. Aunque la mayoría de los televidentes quizá no lo notaron, la tos que aquejaba a Pilo desde hacía ya muchos días se tornó aún más incómoda.
El narrador no quería faltar a la cita frente al televisor para ver elclásico entre Liga Deportiva Alajuelense y el Deportivo Saprissa. Sin embargo, los repentinos ahogos pudieron más que su “fiebre” por conocer el marcador final.
“Cuando llegó (a la casa), ya venía enfermito. Luego le dio mucha fiebre y se le subió la presión”, dijo su esposa, Vyria Montes.
Ahí fue cuando el comentarista supo que lo mejor era apagar la televisión en medio partido para buscar atención médica urgente.
Montes lo subió a su carro y lo llevó a la Cruz Roja de Santo Domingo. De ahí lo trasladaron en ambulancia y con oxígeno al hospital San Vicente de Paúl, en Heredia.
Cerca de las 2:30 a. m. de ayer, los médicos tomaron la decisión de enviarlo al San Juan de Dios, donde cada lunes y jueves se somete a un proceso de hemodiálisis para purificar la sangre, pues padece de una insuficiencia renal crónica.
Todo apuntaba a que la próxima vez que Pilo ocupara una cama de hospital, sería para recibir un riñón nuevo.
Desde que supo que requería un trasplante –dos años atrás– no fue sino hasta ahora que los especialistas hallaron a un candidato compatible, con buena salud y, sobre todo, que no dio marcha atrás en sus intenciones.
“Don Manuel tiene ya a su donante estudiado. Ya casi le tocaba el trasplante y ahora nos surge esta complicación”, explicó Herrera.
La cirugía ahora depende de su recuperación. Incluso, si el cuadro se agrava, no podrían colocarle el nuevo riñón para salvarle la vida, pues requiere superar la crisis para recibir un tratamiento que evitará que rechace el órgano.
Sigue delicado. “En condición crítica, pero estable”, es el parte médico del jefe del Servicio de Nefrología del San Juan de Dios, Álvaro Herrera.
Hasta ayer por la tarde, el narrador se mantenía sedado e intubado, con 100% de respiración asistida. Además, los médicos le administran antibióticos para combatir la infección pulmonar que lo aqueja y así sacarlo de la crisis.
Herrera presume que Pilo Obando pudo haber consumido alimentos con exceso de sal o muchos líquidos en los últimos días.
La ausencia de función en los riñones, aunado a la diabetes que padece, así como a sus 71 años de edad, son los factores que le ocasionaron una mala jugada.
Ayer, como de costumbre, Pilo fue sometido a hemodiálisis. Los médicos lograron extraerle cinco litros de líquidos de su cuerpo para ayudarle a respirar un poco mejor.
“Se han logrado disminuir los requerimientos de oxígeno y han mejorado algunos parámetros pulmonares. En este corto tiempo, son buenas noticias”, explicó ayer por la tarde Juan Ignacio Silesky, médico asistente de Nefrología.
Pese a los buenos pronósticos, los especialistas admiten que la salud de Obando puede desestabilizarse en cualquier momento.