En el cantón más pequeño del país destaca un barrio que se caracteriza por celebrar la Navidad en su máxima expresión. Se trata de San Joaquín de Flores, en Heredia, donde la comunidad de la Cruz del Norte se llena de luces y alegría al caer la noche.
Esta tradición convirtió a San Joaquín en un destino popular, atrayendo visitantes de todas partes del país que desean recorrer sus iluminadas calles y disfrutar de platillos típicos propios de la temporada festiva. Allí, es normal toparse con más de un Santa Claus o, por lo menos, algunos entusiastas con sombreros y abrigos navideños.
Eso sí, si usted planea visitar este lugar, tome en cuenta que la celebración toma lugar en solo cuatro cuadras, por lo que el recorrido es breve si se realiza en automóvil. Además, el ambiente alcanza su mayor esplendor los fines de semana, ya que entre semana algunas casas pueden permanecer apagadas.
En esta comunidad es usual encontrar miles de bombillos y figuras navideñas, tanto en los hogares de los vecinos como en las aceras y postes de luz. Más allá de este principal atractivo, sobresale la venta de productos caseros y manualidades.
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Las comidas tradicionales de la temporada, como tamales, tortillas, café, pan dulce o salado, picadillo de papa, galletas y churros, están disponibles en estas casas por precios accesibles. También se pueden disfrutar elotes con mantequilla y pinchos de carnes a la parrilla, usualmente a ¢1.000 o ¢2.000 por platillo.
Entre las opciones adicionales destacan vigorón, pupusas, arroz con pollo, gallos de salchichón, hamburguesas, perros calientes y postres como galletas suizas, helados de sorbetera o queques de zanahoria.
Además de su variada oferta gastronómica, el barrio de la Cruz del Norte se distingue como un lugar ideal para adquirir regalos navideños. Sus vecinos aprovechan la ocasión para vender manualidades, así como joyería, artículos decorativos para el hogar, indumentaria y más.
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Aunque la tradicional inauguración de las luces y el árbol de Navidad se realizó el pasado 25 de noviembre, exactamente un mes antes de la festividad, esta comunidad mantiene su iluminación diaria hasta el 25 de diciembre.
A partir de las 6 p. m., cuando el atardecer llega a su fin, se encienden las primeras luces en las calles, que permanecen iluminadas y coloridas hasta las 10 p. m. Este mismo horario se aplica para la venta de comida y manualidades.
La agenda de la comunidad incluye actividades como pasacalles, villancicos, presentaciones de cimarrona y mascaradas, así como espectáculos de juegos de pólvora, cuyos detalles se anuncian en el perfil de Facebook de La Cruz del Norte, San Joaquín de Flores. No obstante, cualquier día es perfecto para capturar videos y fotografías en la zona.
Para visitar este barrio, se puede tomar como referencia la Parroquia de San Joaquín de Flores. Desde allí, basta con caminar hasta el vecindario, que es inconfundible debido a la gran cantidad de luces que adornan el lugar.
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