El tiempo no borra los recuerdos ni las penas, sino que se lo pregunten a Samantha Geimer, la adolescente que entabló un juicio por abuso sexual contra el cineasta Roman Polanski en 1977. También, puede dar fe de esto el propio director, quien vive en el exilio en Francia desde 1978 para evadir los cargos por los cuales fue declarado culpable.
La llegada de este setiembre demostró que el capítulo no está cerrado: Polanski concedió una “extraña entrevista” a la revista Vanity Fair para la edición del próximo mes, en la cual niega ser un fugitivo de la justicia de Estados Unidos.
“Absolutamente no”, aseveró el cineasta cuando el periodista James Fox le cuestionó si vivía como un fugitivo . “Me trasladé con libertad durante 32 años”, añadió, en referencia al período que transcurrió entre su huida a Europa y su arresto del 2009 en Suiza, donde se encontraba para recibir el Premio de Honor, por el conjunto de su obra cinematográfica, en el Festival de Cine de Zurich.
Polanski fue acusado de drogar y violar a una menor en la casa del actor Jack Nicholson, mientras este se encontraba de viaje. El cineasta hizo dos sesiones de fotos a Geimer en vísperas de sus 14 años, para un artículo que supuestamente iba a ser publicado en la edición francesa de la revista Vogue . En la segunda cita, hubo champaña y una droga llamada metacualona, que entre sus efectos produce aumento de la excitación sexual.
“Lo que voy a decir es: fue violación. No solo porque era menor de edad, sino también porque yo no di mi consentimiento. Mi reticencia a usar la palabra ‘violación’ se debió a que en mi mente esta palabra implica un nivel de violencia que no ocurrió en mi caso”, explicó Geimer a Vanity Fair .
Además, la revista adelantó que en el artículo participó también Nicholson, quien expresó que sabía que este caso no derrotaría al cineasta ni arruinaría su carrera.
En la tormenta. Las declaraciones de Polanski coinciden con el estreno del documental Roman Polanski: Odd Man Out ( Roman Polanski: En discordia) en la televisión estadounidense, programado para el viernes 27 de setiembre.
Esta producción, que llegó al Festival Internacional de Cine de Toronto el año pasado, constituye la continuación que decidió dar la directora Marina Zenovich al documental del 2008 Roman Polanski: Wanted and Desired ( Roman Polanski: Buscado y deseado ), y que explora si el primer filme sirvió a los abogados para reabrir el caso más de tres décadas después, al tiempo que revela el impacto que tuvo la batalla legal en las vidas de Polanski y de Geimer.
Setiembre dio también trajo otra noticia del lado de la víctima, ahora de 50 años, pues su libro The Girl: A Life In The Shadow Of Roman Polanski ( La chica: una vida en la sombra de Roman Polanski ) por fin llegará a los anaqueles de las librerías estadounidenses.
“Soy más que la niña víctima de un ataque sexual, la etiqueta que me adjudicaron los medios. También me encasillaron mis compañeros de instituto, empujados por sus padres a mantenerse alejados de esa chica. Ahora, cuento mi historia sin ira, pero con un propósito; compartir una realidad que relatada en detalle me permitirá reclamar mi identidad”, comentó el año pasado Geimer ,a través de un comunicado difundido por la editorial Atria.