Cuando Gary Centeno fue expulsado del reality show Survivor México, el pasado 25 de julio, nunca imaginó lo que le sucedería el día en que salió del aislamiento total, encendió su teléfono e ingresó a sus redes sociales.
Cientos de comentarios y mensajes de odio de personas que ni siquiera conoce invadían sus cuentas: personas le deseaban ( y le siguen deseando) el mal a él y a su familia y lo atacaban (y lo continúan atacando) por el papel que jugó dentro del programa, uno de los de mayor rating de TV Azteca.
Dentro del concurso de supervivencia, Gary fue uno de los mejores competidores: ganaba las pruebas, obtenía recompensas y daba puntos valiosos a su equipo. Sin embargo, su competitividad no fue bien vista por todos, ni tampoco su explosiva personalidad. Además, por sus alianzas con los “villanos” del reality se ganó más de un enemigo.
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Y a pesar de que para los sobrevivientes este era un juego, los seguidores del programa se lo tomaron muy en serio y ahora el tico enfrenta una avalancha de comentarios ofensivos en sus redes sociales.
“La verdad que ha sido muy fuerte. La gente no entiende que esto es un juego y yo jugué de esa manera (como villano) porque yo lo decidí. Y sí, tengo una personalidad muy explosiva y la saqué y no voy a justificarme, pero también la gente tiene que entender que estamos en un reality donde las emociones están a flor de piel, donde juegan con tus sentimientos, con los premios, con el hambre, con el frío y las demás condiciones”, explica.
El actor, quien tuvo un papel especial en la primera temporada de La casa de las flores, ha procurado dejar ir las malas vibras por su salud mental. Sin embargo, le preocupa la forma en que ese odio ha repercutido en su familia.
Su pareja y madre de su hija Luna (de 10 meses), Lorena del Castillo, también fue víctima del bullying durante los 110 días que Gary estuvo en competencia. Los comentarios fueron tales que la también actriz impulsó una campaña contra el acoso cibernético, pues incluso algunos mencionaban a su hija.
“El bullying cibernético sí le afectó un poco a mi pareja. Leer comentarios en donde se meten con tu hija es muy feo. Y yo sé que esto es muy difícil de controlar y se sale de las manos, porque es gente que aparte empieza a crear perfiles falsos y empieza a tirar odio. Para mí, quienes hacen eso es gente fracasada, que seguramente está ahí en la casa haciendo nada y tirando.
“Y a mí que me tiren, no me importa, me lo aguanto, pero la gente debe tener un poquitito más de conciencia. Por eso ahora estoy impulsando una campaña contra el acoso cibernético, y yo sé que va a ser difícil (frenarlo), pero bueno, yo estoy dando mi granito de arena para que la gente le pare un poco el odio, pero sobretodo para que no se mencione a mi familia.
“De hecho, yo le pido a esas personas que me sigan en mis redes sociales, porque ahí sí van a encontrar al Gary que soy yo. Así tal vez le bajen pues unos tres o cuatro cambios”, asegura.
Sin embargo, no todo ha sido negativo. El actor, oriundo de San Carlos, también logró cosechar el apoyo de parte de otros fanáticos que se identificaron con su estrategia para llegar a sobrevivir cuatro meses dentro de la selva. Ahora, estos nuevos seguidores le envían mensajes muy positivos para él y su familia.
Cambio positivo
Survivor fue una experiencia que Gary no repetiría. Allí los participantes estaban incomunicados desde finales de marzo, no tenían agua, alimento, dormían en una tabla, no se bañaban y tenía que recolectar lo que se comían.
Durante esa estancia comió tarántulas, serpientes, manta rayas, cocos y mangos; también hubo días en los que pasó hambre. Además, aprendió que si quería tener una recompensa (como comunicarse con su familia o tener una comida) tenía que darlo todo en las competencias físicas.
“Siempre fui agradecido y ahora lo soy el triple. Este reality me enseñó que la familia es lo más importante, me enseñó que no hay que desperdiciar comida y a partir de aquí me voy a enojar muchísimo cuando la gente deje un plato de comida, porque yo ya viví el dolor del hambre y fueron momentos que le dolía el estómago y había desesperación. Entonces creo que nunca voy a ver a un indigente con los mismos ojos, porque sé lo que está pasando.
“También me enseñó a ser más humano y ayudar al prójimo de una u otra manera. También me hizo más fuerte mentalmente. Ahora me quiero aferrar más a la vida. Quiero disfrutar el presente, porque a veces por pagar la renta, por las enfermedades, por la covid-19, nos olvidamos de vivir el presente”, detalla.
Pero más allá de ello, Centeno no volvería a entrar a una competencia similar. No lo haría por su familia a quienes extrañó más que a nada.
Eso no quiere decir que esté arrepentido, de hecho, considera que era algo que le tocaba vivir. Además, hace un balance positivo de la exposición mediática que logró al convertirse en una de las figuras más polémicas del espacio. De hecho, el capítulo en el que lo eliminaron fue uno de los más vistos durante la temporada, hasta ahora.
Jamás imaginó que en el aeropuerto de México, luego de estar incomunicado del mundo, lo iban a llegar a recibir, además de su familia, algunos seguidores. Tampoco pensó que iba a tener club de fans.
“Tengo muchísimo apoyo y lo estoy disfrutando mucho. Creo que también logré mi objetivo que era que se hablara de mí. Y bueno, con todo esto, espero que ahora se me abran las puertas en cualquier proyecto”, dice.
Gary espera que uno de esos proyectos sea Dancing With The Stars en Costa Rica, pues es un programa que siempre le ha llamado la atención y del que espera ser parte en algún momento.