La vida da muchas vueltas, sino que lo diga Adriana Durán , rostro del programa Revista mundialista , moderadora en Los especialistas y presentadora de Buen día .
Luego de un difícil momento al pasar por un proceso de divorcio hace unos meses, la cartaginesa no permitió que eso la doblegara y salió adelante en su trabajo y en su vida. Sin esperar nada le llegó un reconocimiento de forma sorpresiva y una agencia de viajes premió su trayectoria llevándola al juego de la Sele contra Holanda, en Salvador de Bahía, Brasil.
Con 23 años de carrera, Adriana es referente del periodismo deportivo y una mujer todo terreno. Es por eso que hoy se confiesa un poco más y habla acerca de la lucha que hacen las mujeres en un ambiente dominado por hombres, de su vida personal y de un sueño que cumplió ayer.
¿Cómo ha sido ese regreso a sus inicios, el periodismo deportivo, y de qué forma se ha actualizado para estar al día en este Mundial?
Esto me apasiona, me llena, me gusta tanto que creo que ya uno lo trae. No es de ahora que me pongo a ver los equipos. Hace tres meses ni sabía que iba a estar en la Revista mundialista . La razón es que tengo cuatro hijos varones, futboleros y que, además, pasan viendo los canales deportivos. El fútbol es tema de conversación. Sin embargo, uno también tiene que estudiar.
Modera los temas en Los especialistas junto a exfutbolistas como Javier Delgado, Wálter Centeno, Jafet Soto y Mauricio Solís. ¿Cómo es el trato de ellos hacia usted?
Superbién, de mucho respeto. Le soy sincera, al inicio me asustaba un poquito porque ellos son personalidades y figuras reconocidas, exmundialistas todos, saben mucho. Tenía expectativa de cómo iba a ser. Tenía que estar muy bien informada y hacer una conducción muy fluida, que genere temas interesantes, analíticos y de discusión en algunos aspectos. Ese era el gran reto.
Ocupó el lugar de Mario Segura (cuando él fue al juego Costa Rica-Inglaterra) por una semana. ¿Cómo se sintió en ese rol?
Para mí es una gran responsabilidad y me hace recordar mis inicios. Cuando empecé en canal 2, ya don Mario era todo un figurón en periodismo deportivo. Cuando yo empecé, no solo se generó el conflicto por ser mujer, sino que también era una chiquilla de 20 años. Cuando me llamaron para ocupar la ausencia de don Mario una semana, sentí primero un gran agradecimiento por la confianza que me dan y, segundo, un orgullo no por sustituirlo, pero sí por tomar el lugar de alguien a quien he admirado desde que era una chiquilla.
¿Cuán sacrificado es estar en Buen día en la mañana, Los especialistas en la tarde y Revista mundialista de noche?
No voy a negar que sí ha sido una época muy cansada, pero ya estando ahí se me olvida y soy feliz. Lo que estoy durmiendo son 4 o 5 horas. Llego al canal a las 6:20 a. m.; como vivo cerca del canal, me escapo un rato a ver a mis chicos, pues no puedo dejar mi tarea como madre y regreso al canal en la tarde. Salgo como a las 11:30 p. m. del 7. Sin embargo, esto es solo un mes.
Usted me dijo que cuando una agencia la llamó para darle la noticia de que le iban a dar un viaje para ver el juego contra Holanda, usted lloró. ¿Cuál es el verdadero origen de esas lágrimas? ¿Es un desquite de la vida?
No, desquite no. Lo veo como una sorpresa inesperada. Yo, como todos los ticos, deseaba ir al Mundial al ver el grupo que nos tocó. Yo tenía mis obligaciones en mi trabajo. Uno se hace la idea de verlo por televisión. Ya cuando empezó el Mundial claro que uno quiere estar ahí. Hace una semana recibí la llamada de Viajes Colón y, cuando me dijeron, lo primero que hice fue buscar las cámaras de El chinamo ( risas ). Cuando me explicaron que era en serio, me senté; no lo creía. Di gracias infinitas a Dios, y recordé que mi infancia era poco normal.
¿Poco normal? ¿Por qué?
Porque crecí en un barrio donde eran puros hombres. No recuerdo haber jugado con muñecas; jugaba con bicicletas, patinetas y mejengueaba. Todos los domingos, mi papá se sentaba a ver los partidos de fútbol y, aunque tengo cuatro hermanos varones, la que siempre se sentaba con papi a ver los partidos era yo. Entonces, el hombre que me inculcó el amor por los deportes y el fútbol, fue mi papá. Por eso, este viaje es tan especial. No hay un regalo más maravilloso que llevarme a mi papá al Mundial.
¿Qué piensa acerca de las críticas que hablan bien de usted en detrimento de sus colegas, incluidas sus compañeras?
No me gusta; me molesta que me comparen. Son muchachas muy inteligentes y conozco a varias de ellas, especialmente a tres: Natalia Álvarez (del 7), Gabriela Jiménez (canal 6) y Melissa Alvarado ( Deportivas Columbia ). Le agradezco mucho a la gente lo lindo que habla de mí, pero no me gusta que comparen a muchachas jóvenes o a la nueva generación de periodistas deportivas conmigo. No es igual; estamos hablando de muchos años de experiencia por delante. Cuando yo empecé hubiese querido tener el conocimiento, experiencia y crecimiento de ellas a su edad. Yo las defiendo a capa y espada.
¿Por qué cree que no hay tantas mujeres en espacios de debate y análisis deportivo?
Tenemos que reconocer que es una nueva generación. Son muchachas jóvenes que deben pasar por un proceso de formación; es como cualquier chico de deportes que empieza, no lo van a mandar a la guerra de una vez. Esto lo da el tiempo.
¿Costa Rica todavía lucha contra el machismo en este tema o algo ha cambiado?
Ha cambiado un poco y eso se demuestra en que hay más mujeres en medios de prensa. Casi en todos los medios deportivos, hay una mujer; cuando yo empecé no era así.
Como periodista deportiva, ¿qué cosa no se debe hacer?
No exponerse a que las miren nada más. No exponer más la imagen que el trabajo. Verse bien es importante, pero no es la prioridad; lo importante es el conocimiento que se pueda reflejar.
¿Se refugió en su trabajo para dejar atrás una etapa tan difícil como lo fue su divorcio?
Lo que creo es que para Dios no hay casualidades; él lo tiene todo muy bien controlado. Siento que a veces cuando nos pasan situaciones duras, creemos que no hay más allá. Dios me ha premiado permitiéndome hacer lo que me gusta, dándome oportunidades, más seguridad. Me recuerda que todo en la vida pasa; nada es para siempre. Uno tiene que buscar su propia felicidad.
”En este momento, me siento una mujer plenamente feliz; no necesito a alguien a la par como pareja para sentirme feliz. Tengo mi trabajo, mis hijos que son maravillosos, mis padres están llenos de salud y tengo la oportunidad de ir a Brasil con mi papá”.
En Buen día se dirige a muchas amas de casa, ¿cómo sintió la reacción de ese público en los momentos en que se conoció su divorcio?
Esa es una gran enseñanza de vida. Lo digo abiertamente: a mí me asustaba mucho cómo la gente fuera a tomar esto. Buen día es un programa familiar y a mí me preocupaba mucho cómo la gente fuera a tomar que la presentadora de una revista familiar pasara por este proceso (el divorcio).
”La respuesta de la gente ha sido lindísima. Más allá de ver a una persona divorciada, ven a una mujer luchadora, que ha tomado decisiones difíciles y conduce las riendas de su vida; que sola saca adelante a cuatro hijos, que trabaja como una mula ( risas ) y que siempre se ve feliz.
”¿Qué por qué lloré cuando me llamaron para el premio de Brasil me preguntó antes? Sentí que cuando recibí esa llamada no era un premio, era una respuesta, una señal de Dios que de alguna forma me decía: ‘Lo estás haciendo bien’”.
¿Qué mensajes le dejaba el público de Buen día cuando se supo lo del divorcio?
Me escribió una muchacha y me puso: ‘Usted se ve tan feliz y tan contenta; yo estoy pasando por lo mismo y estoy deprimida; ¿cómo hace?’ Mi respuesta fue que un divorcio siempre es doloroso; para mí fue doloroso, pero uno tiene la decisión: si se queda para lamentarlo, o si levanta cabeza y sigue. Tengo cuatro razones maravillosas que cada mañana me dicen levántese y siga: ¡mis hijos! Esa estabilidad que siento ahorita no la cambio por nada. Si en este tiempo, la gente reconoce en mí un trabajo profesional, con mucha seguridad, son cosas que reflejan la persona que soy en este momento. No sé si en otras circunstancias, en medio de mi crisis de pareja, hubiera sido igual. Lo que sé es que yo no me quedé en el dolor estancada. Mis hijos necesitan una mamá feliz y debo buscarla por mí misma.
¿Todavía práctica deporte?
Juego baloncesto en el Campeonato Nacional Máster; estoy con el equipo del Tennis Club. Además, juego fútbol; soy como la típica mejenguera; voy con mis amigas a jugar en Alajuela en el Colegio Marista. Soy la típica bombeta.
Ellos le preguntan...
Wálter Campos, presentador en 'Buen Día':
¿Siente, de alguna forma, que lleva una responsabilidad de ser ejemplo de una mujer moderna?
"Sí, siento una gran responsabilidad, de cierta manera. Al ser figura pública, una tiene que ser un buen ejemplo para muchas mujeres que, a veces, sienten que se estancan, que no pueden o que no terminan de estudiar. Si la gente ve en mí un ejemplo, espero que lo que haga sea para bien".
Róger Ajún, exnarrador en Univisión canal 2:
¿Sigue siendo tan brava como en la época de canal 2?
"No sé, no me acuerdo haber sido tan enojona. Sin embargo, el tiempo lo cambia a uno; la madurez te va enseñando en el camino. Tal vez no era que era enojona, sino que era la única mujer y había que abrirse su espacio (risas)".
Djenane Villanueva, periodista 'NC Once':
¿Su paso por deportes puede ir más allá de esta época mundialista? ¿Le gustaría prolongarlo?
"(Risas) ¡Que bandida! No me lo he cuestionado. Me gusta y la gente sabe que me encantan los deportes, pero también mi vida es Buen día. Es como decir a cuál hijo quiero más... A todos los quiero por igual, de formas diferentes. Sobre si valoraría en algún momento hacer más cosas de deportes, la respuesta es sí".
Luis Diego Argüello, presentador 'Revista mundialista': Usted es muy polifacética, ¿cómo domina temas tan diversos entre la revista y deportes?
"Preparándome. Creo que tantos años de experiencia en televisión me han dado esa capacidad; siempre tuve claro que uno debe estudiar y actualizarse. Detallar qué voy a decir y qué contenido voy a dar. Nunca llego a improvisar porque eso te puede jugar una mala pasada".