La actriz Alejandra Portillo y su pareja de baile, Steven Gómez, fueron los primeros eliminados de la competencia de Dancing with the Stars durante la noche del domingo. Para Portillo, su breve paso por el programa fue una experiencia para conocer nuevos intereses y amigos.
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"Tengo una negativa hacia el mundo de la frivolidad mediática, lo que podemos llamar fama sin industria. Me tocó ser la estrella fugaz, una estrella fugaz feliz que puede dejar más alla del morbo, o si es tiesa, hábil, sexy o si es lo otro. Para mí, poder usar el programa como una tribuna o una vitrina de los valores en los que creo es lo que más valió la pena", explicó por teléfono, tras la grabación de La Pensión, programa del cual forma parte desde hace más de una década.
Tras su salida del reality show, Portillo se siente satisfecha por el trabajo que realizó estas semanas con Gómez. La actriz detalló que sabía que iba a tener menos tiempo para prepararse porque, antes de que le ofrecieran participar, había organizado un viaje a Europa con su familia.
"La sensación que tenía es de muchísima satisfacción porque de verdad que lo hice con el corazón, le puse muchísimo empeño y entrené más horas de las que estaban estipuladas. Me tocó menos tiempo de preparación pero no fue una decisión que yo podía tomar. La satisfacción que me llevo es tan grande que no sentí tristeza", expresó.
"Mi bailarín es un ser humano maravilloso, un ser profesional. Él merecía más, es su segundo programa en el que es el primero que sale, sin merecerlo. Steven Gómez es un bailarin de primer lugar, es súper profesional", describió sobre su compañero de baile.
Para Portillo, su paso por el escenario de Dancing with the Stars fue "una oportunidad para mostrar esa Alejandra que no conocía" y quitarse un "resfrío" que tenía con el baile –de lo cual agradece a Gómez–.
La actriz describió que se esforzó durante la preparación pero que la eliminatoria de ayer pudo, entre otras cosas, estar provocada por su propia aversión a participar en una dinámica de fama y de celebridades que califica como "normal" pero que no comparte.
"No lo tengo claro, coincido con mi compañero Steven Gómez, de que pudieron ser muchas cosas. Pifié muchos pasos... Hay muchos factores y uno de ellos es el tema mediático: no busqué, no hice cacería de votos en Internet y no busqué hacer nada extraordinario a lo que hago en mi tiempo cotidiano. No tener un fan page (en Facebook) y esas pequeñas cositas influye", detalló. "Yo recurrí a la gente que me quiere, tal vez no son masas. No siento que fuera un desarie del público. Prefiero tener la creencia de la linea intermedia: ni victorias que te engradezcan ni pérdidas que te derroten".
No obstante, insiste en que su participación fue auténtica y que ayer quiso dar la mejor impresión aún cuando hubiera sido doloroso despedirse del público del programa.
"Ayer tuve que tener la apertura de querer mostrar una faceta dolorosa de mi vida. No fue fácil esa llorada, no fue fácil evitar ver esa pantalla y evitar ver que me faltaban segundos para bailar. No quería hacer un amarillismo con lágrimas, quería disfrutar el baile y tuve un minuto con treinta segundos para disfrutar la canción", afirmó.
Tras despedirse de sus compañeros del concurso, Portillo dice que no deben dejar que "se enfríe" el ambiente que crearon. Su objetivo ahora que ya no está pendiente del "intenso" horario, como lo describe, es dedicarse a sus otras metas: su familia y un proyecto internacional con una organización de actores.
"Yo ya quemé todos los cartuchos de la fama", aseguró Portillo sobre su experiencia en la televisión y los escenarios de teatro. "Tengo valores muy diferentes. No me creo mejor, no me creo nada. Mi estilo de vida no encaja en eso. Yo no soy mediática ni quiero serlo".