
Domar enormes y juguetonas ballenas... eso anhelaba Kerry Washington desde su tierna infancia. Nunca alcanzó ese sueño pero consiguió algo realmente audaz: que los tiburones más grandes del océano político acudieran a ella y se sacudieran nerviosos en sus intrépidas manos...bueno, al menos en la tele, al menos en Scandal.
“Cuando niña, yo quería trabajar con la orca Shamu en Sea World. Me pareció que cuidar y alimentar a las ballenas del show era el mejor trabajo del mundo”, dijo la actriz en una reseña para el famoso canal Bio.
Esa fue su primera ambición, guardada con añoranza entre sus recuerdos más lejanos. Ahora nada qué ver –poco a poco se durmió la fantasía y se asomó la realidad–, esta fogosa neoyorquina traía lograría trascender mucho más allá de Sea World.
Para Washington, esencia pura de la exitosa serie Scandal , las cosas tomaron rumbos poderosamente influyentes... nunca imaginados por la chica sexy de piel de ébano, labios carnosos y deslumbrantes ojos negros.
En Scandal, protegiendo a la élite estadounidense de agrios e impensables bochornos, Washington reafirmó que un derrotero más apasionante que cuidar cetáceos le esperaba entre los reflectores, la fama y las mieles de Hollywood.
Solo en el 2013, la diva de ébano fue elegida por People como la actriz mejor vestida del año; estuvo nominada al Emmy por su papel de Olivia Pope –en Scandal – y fue noticia por contraer matrimonio con un famoso ex jugador de fútbol americano, Nnamdi Asomugha.
Y el 2014 pintó igual o mejor, pues para empezar el año fue elegida por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo, logró otra nominación en los premios Emmy y, como corolario, a sus 37 años trajo al mundo a su primogénita.

Lo mejor del caso es que esta pequeñita actriz, de solo 1.63 metros de estatura, apenas consolida su avasallador poder mediático. Se le ve grande en carisma y mil veces más seductora cuando concede una entrevista, dicen quienes han tenido el privilegio.
Todo parece indicar que Kerry apenas está empezando a subir la cúspide del éxito. Así parece anunciarlo el cine –con varias películas a su haber–, pero sobre todo lo promete su paso por la televisión: ¡ella es un diamante de la pantalla chica!.
Ella es ícono pop, belleza, madre, esposa. He aquí a la actriz, a la diva negra del momento con más futuro.
Sus comienzos.Nacida en Nueva York, el 31 de enero de 1977, Washington creció en el enigmático y famoso Bronx. Una corredor de bienes raíces y una sencilla profesora le dieron vida a este portento afroamericano de la actuación.
Además de amar las orcas le encantaba el ballet y llegó a destacarse bastante en ese período. Una niñez tranquila y estimulada por una prestigiosa educación privada, comenzaron a moldear su atrayente personalidad y a perfilar una carrera que brilla y que vuela va más allá del glamour y las alfombras rojas.
Su militancia política –ampliamente conocida por apoyar la campaña del mismísimo Barak Obama–, sus constantes luchas contra la violencia de género y el apoyo a mujeres con cáncer, son parte de sus caballos de batalla.
Washington y su vocación artística despegaron tras probar en la secundaria los sabores idealistas del teatro con temática social. Así fue su primer acercamiento con las tablas y así se gestó el gran amor de su vida: la actuación.
El grupo de teatro se llamaba TADA! y pertenecía a la Spence School de Manhattan, institución de donde se graduó en 1994. Ese trance, en el que según cuentan enamoraba con su ángel seductor, le sirvió de escalafón para consolidar su envidiable preparación académica: una beca a la George Washington University fue el premio recibido.
En ese centro educativo Washington estudió Antropología y Sociología. Luego, como era de esperarse, complementó su formación en el Michael Howard Studios, en Nueva York, escuela donde se graduó como actriz.
Allí comenzó todo.
¡Cámaras y acción!.Fue una cinta independiente la que le abrió el cielo cinematográfico a Washington. Como el personaje de Lanisha, una joven afroamericana con grandes aspiraciones en Our Song (2000), la actriz sedujo al lente por primera vez.
Su palmarés siguió creciendo en películas de bajo coste, hasta enrolarse en producciones más comerciales y al lado de actores de gran renombre.
Washington fue la esposa de Ray Charles en la película Ray (2004), junto a Jamie Foxx; se llevó las palmas como Kay Amin en El último rey de Escocia, con Forest Whitaker, y sorprendió como Alicia Masters en dos películas de Los Cuatro Fantásticos , con lo que demostró su versatilidad para el drama, la acción y la fantasía.
Sin embargo, uno de sus papales más destacados fue el de Broomhilda en Django Unchained (2013), la esposa del resentido y desalmado Django (Jamie Foxx). Quentin Tarantino, director del filme adoró su participación en su película.
“Es una mujer grandiosa. La amé”, exclamó Tarantino.
Para Washington, la experiencia de compartir el plató con Foxx, Leonardo DiCaprio y Cristoph Waltz fue simplemente inolvidable
“Un día durante mis ensayos estaba repasando el guion y miré a la mesa y allí estaban: Cristoph, Jamie Foxx, Sam Jackson, Leonardo DiCaprio, Quentin y yo. Y pensé: –¿Cómo ha sucedido esto?– ¡Es una locura!–” dijo Kerry.
Un año antes,ya se había enrolado a la producción de Scandal , filme en el que es la estrella y con el que hizo despegar su carrera.
Las dos nominaciones a los premios Emmy y decenas de halagadoras críticas la tienen en la cima.
Otras cintas destacadas de su filmografía son Save the Last Dance (2001) y la cinta de acción Bad Company (2004), junto a Chris Rock y Anthony Hopkins.
Ícono pop.Sí, viste muy bien... ¿quién podría dudarlo? A veces exhibe un Armani, un Dolce & Gabbana o un Max Mara ... todos lucen geniales en ella.
La revista People , al elegirla como la mujer mejor vestida del año 2013, simplemente reafirmó lo que ya muchas chicas reverenciaban de la actriz: su gran gusto, elegancia y sencillez. El guardarropa de su personaje en Scandal, Olivia Pope, es un referente de la moda.
“Kerry luce siempre looks elegantes, escoge muy bien su vestuario y constantemente llama la atención por sus peinados y maquillaje impecable. Es un referente a la hora de destacar la belleza negra y apuesta por maquillajes clásicos y naturales”, dice el diario chileno La Segunda , en su versión electrónica.
Con esa carta de presentación, era de esperar que la industria del maquillaje se fijara pronto en ella. En la actualidad, el rostro de Washington representa a la prestigiosa marca Neutrogena y varios productos de cosméticos más.
Poco a poco y con merecimientos, Washington se consolidó como un ícono de la moda pop , un modelo muy fashion para adultas jóvenes de todo el mundo.
Candado en la intimidad. Muy poco o casi nada es lo que sabe de Washington en el plano personal.
El manejo de su intimidad, al menos para ella, es tan infranqueable como las confesiones secretas de la implacable Olivia Pope.
Apenas el año pasado Washington se casó con Nnamdi Asomugha, famoso exjugador de fútbol americano dedicado actualmente a la filantropía y a sus negocios personales. Fue una boda secreta, ni siquiera hubo rumores previos, por lo que realmente sorprendió a todos el pasado 24 de junio.
–¿Ese par eran novios? –se preguntaron incluso algunos medios.
Fue una agradable sorpresa para sus fanáticos, pues en materia de amores de Washington solo se sabía una cosa: en el 2007 había roto con el también actor David Moscow, su único galán conocido.
De hecho, para muchos, también representó un alivio, pues su identificación total y en defensa constante con las comunidades LGBT, le habían valido fuertes cuestionamientos sobre su sexualidad. ¿Cómo puede una mujer tan bella estar sin nadie?
“Me gusta ver cómo la gente publica fotos mías con otras mujeres que adoro abrazándolas y dicen 'miren'. ¿Nos incomoda tanto el amor entre dos personas del mismo género? Nunca me ha molestado el rumor de que soy lesbiana. No hay nada ofensivo en ello, así que no hay razón para sentirse ofendida”, dijo la actriz en la entrevista reseñada por La Segunda.
Fuera de eso, su alejamiento de los titulares rosa es abismal y todo parece indicar que nada cambiará.
Con Asomugha, al menos hasta ahora, las cosas parecen ir bastante bien. El nacimiento de Isabelle Amarachi, su primera hija, habría estrechado el lazo.
Cariño presidencial. La familia Obama ama a Kerry Washington...y bueno, ¿cómo no?
Luego de apoyar a Barack Obama en su carrera presidencial, el mandatario no pudo hacerse el ciego e ignorar tanto brillo. El ‘presi’, estratégicamente, le correspondió con un puesto en la misma Casa Blanca.
Desde el 2009, Washington es parte del Comité Presidencial de las Artes y Humanidades, impulsando la educación como método de cambio.
Michelle Obama, por su parte, no solo respeta la labor altruista de la actriz, sino que en un programa radiofónico se declaró fanática de la serie Scandal .
“Fuimos a Hawai en nuestras últimas vacaciones. Teníamos un largo viaje en avión hasta llegar allí, así que vi todas las temporadas”, dijo la primera dama a varios medios.
Es decir, si alguien tiene entrada a la Casa Blanca es Washington, ya sea para entretener, ya sea para trabajar. Ella, definitivamente, está muy cerca el poder.
¿Así o mejor posicionada?
Kerry Washington no es la actriz mejor pagada de la tele pero se comporta como si lo fuera...¡ella todo lo revoluciona!... ¿Cuál será su techo ? No pierda de vista a este mujerón afroamericano... lo más seguro es aún queden largos y encantadores seasons de su admirada existencia.