Con el actor ganador del Globo de Oro en comedia, Sacha Baron Cohen, llega ahora la película Bórat (2006), con el subtítulo de El segundo mejor reportero del glorioso país de Kazajistán . También actúa Ken Davitian, como Azamat.
Director y más. Este largometraje, al estilo de un vodevil sarcástico, está dirigido por Larry Charles, filme estadounidense que, curiosamente, es el único estreno del año 2006.
¿Qué sucede? Simple. Los otros tres estrenos cinematográficos que se dan en nuestro país esta semana, aunque usted no lo crea, son todos del año 2003 o del 2004. Así que Bórat es lo más nuevo.
Sinopsis y otros. El personaje de esta película es Bórat (encarnado por Sacha Baron Cohen), popular reportero en Kazajistán, quien debe viajar a Estados Unidos por orden de su gobierno. “¡A América!”, como lo dice el propio personaje.
¿A qué va? En Estados Unidos, Bórat deberá filmar un documental pedagógico para recoger lo mejor y más ejemplar de esa gran potencia económica y militar.
De lo que se trata es que, cuando Bórat regrese a “la gloriosa nación kazaja”, los kazajastanos puedan aprovechar los aprendizajes de Bórat en Estados Unidos. Solo que el trabajo para este famoso reportero kazajastano no será tan fácil.
Los problemas comienzan con las eneseñanzas culturales, y la película acentúa su tono crítico y ácido a extremos no solo muy cómicos, sino también excesivamente punzantes para ciertos sectores de la sociedad estadounidense.
Los asuntos sulfurosos comienzan cuando se discute el concepto de Estados Unidos como “la nación más maravillosa sobre la Tierra”. ¿Qué de esto puede ayudar a un pueblo tan distinto como el kazajo? ¿De verdad lo ocupa este pueblo?
Felicidad de Pamela. Para Bórat, la felicidad ricamente “americana” pasa, por ejemplo, por la sugerente y provocativa visión de Pamela Anderson. Este se convertirá en el objetivo de felicidad para Bórat.
Luego nuestro personaje Bórat comienza a encontrar absurdo el llamado “sueño americano”, que se ha prodigado hasta la extenuación.
De pronto, Bórat se convierte en una especie de “mala conciencia de la sociedad norteamericana”. Con el personaje, la película pasa a ser expresión material (visual) de esa mala conciencia.
Lo que sucede es que Bórat, el personaje, tiene un comportamiento tan raro, tan personal, tan estrafalario, que más bien genera indignación y distintas reaciones en Estados Unidos. En dos platos: Bórat expone los prejuicios e hipocresías de la “cultura americana”. La polémica salta.
Discusiones ¿justificadas? Al igual que el personaje, también la película levanta roncha con sus cuestionamientos. Seguramente por eso, la crítica se ha dividido en quienes se agotan en elogios para el filme, también hay quienes no se agotan en ataques furibundos contra esta cinta.
Falso documental. Lo cierto es que el director de este largometraje, se aprovecha de la comedia como género para crear lo que se llama un falso documental para subvertir y exprimir todas las posibilidades irónicas del relato.