“La pregunta habitual que siempre nos hacen es: ¿Qué se siente trabajar en un ambiente de hombres?”, comentó la periodista Carolina Padrón, de ESPN, al referirse al desenvolvimiento de la mujer en los medios deportivos.
De inmediato prosigue: “Gracias a Dios la pregunta ha ido desapareciendo porque ha quedado demostrado nuestro talento...Se trata de demostrar capacidades”.
La periodista venezolana dio esas declaraciones en una mesa redonda, en la que participó junto a otras destacadas colegas: Marisa Lara, Paulina García Robles y Vanessa Huppenkothen. Las cuatro se reunieron para conversar sobre las transformaciones que ha vivido la industria del periodismo deportivo en relación con la integración femenina. “Estamos en un punto histórico para las mujeres”, afirma Padrón y sus compañeras reafirman lo que dice.
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Un terreno que sigue construyéndose
Padrón es uno de los rostros más conocidos de ESPN. Llegó a esa cadena deportiva en el 2006, en tiempos en que el espectro de periodistas deportivos estaba plenamente dominado por hombres.
“Evidentemente hemos estado luchando. Mi mensaje es recordar que estos lugares (del periodismo deportivo) nos pertenecen también a las mujeres y podemos apropiarnos de hacer lo que nos gusta”, cuenta.
La comunicadora rememora que, en el 2011, trabajó en un evento que la marcó: estaba cubriendo un clásico español, era la única extranjera del grupo (todos eran mexicanos), era la única mujer y la más joven. “Y me di cuenta de lo que estaba pasando: estaba viviendo mi sueño, porque en la empresa me han dado las mismas responsabilidades que al resto de periodistas. Eso es lo que uno quiere”.
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Lo mismo sucedió cuando cubrió los Juegos Olímpicos de Río, en el 2016. “Yo era la única mujer, fue un reto y me sentí respetada en todo momento. Esa experiencia es una fuente de inspiración y todas aquellas que quieran soñar con esto pueden creer en que sí es posible”, agrega.
Marisa Lara es otra comunicadora con amplio bagaje en ESPN. Lleva 17 años en la empresa y fue una de las primeras en abrir puertas para que mujeres se integraran al oficio. “Tras tanto tiempo, aquí me suelen bromear de que ya soy parte del inmobiliario”, dice entre risas, mientras recuerda algunos momentos especiales.
“Yo vine con ideas, por ejemplo, hacer entrevista uno a uno en partidos. Los jugadores preguntaban por qué sentarse a hablar y yo siempre dije que se podía trabajar de otra forma. Lo que se imponen son las capacidades, pero es un terreno que hemos tenido que ir labrando. He visto transformarse esos espacios gracias a los aportes de las mujeres”, afirma Marisa.
Paulina García, quien es reconocida por sus coberturas en volleyball, se suma a las reflexiones de Lara. Ella lleva siete años en ESPN.
“Yo entré aquí con 22 años y sí, es cierto que en el mundo de afuera se creía que esto era solo de hombres. Sin embargo, cuando me entrevistaron me dijeron: ‘no importa que seas hombre o mujer, lo que queremos es gente preparada’ y lo que pasó es que me empezaron a mandar a hacer notas de color, luego me incorporaron al reporteo y ahora narro partidos. Yo vivo un sueño y creo en que siga creciendo la equidad de oportunidades”, dice García.
Vanessa Huppenkothen es otra comunicadora con amplia trayectoria. Lleva quince años trabajando como periodista deportiva, después de un giro que le dio la vida tras haber estudiado Relaciones Internacionales.
Fue algo inimaginado, cuenta, pero el camino que ha recorrido le ha demostrado que las oportunidades están creciendo. “Me siento plena estar analizando e informando per sé. Hacer periodismo. Fui buscando oportunidades para que esto se abriera, aprendiendo idiomas y fortaleciendo cualidades. Ahora, hasta me cuesta entender cómo fue que antes las mujeres no podíamos estar en este espacio”, afirma.
“Pero no es fácil, porque todavía hay muchos prejuicios. El primer año no me puse minifalda ni un solo día, porque tenía pavor de dar una imagen en la que no pudiera ganarme el respeto del público en un noticiero. Me costó trabajo y, a la fecha, me sigue costando trabajo recordar que eso no es lo que importa: todo se trata de nuestro trabajo. Siempre hay gente al pendiente de nosotras, de cómo podemos equivocarnos, de cómo hacernos perder credibilidad, así que hay un trabajo doble”, cuenta.
“Siempre están esperando que tropieces. Es cierto”, agrega Marisa Lara.
“Sin embargo, siempre aparece una con un comentario inteligente, con el trabajo duro. Ahora hay más posibilidades y creo que el futuro será aún mejor”, finaliza.